Bueno, esta historia no es realmente mía, me la conto una prima y bueno, me pareció algo espeluznante aunque no soy buen narrador, espero que les guste.
Estábamos bajando de hormigueros, y nos dirigíamos hacia mi casa, a un lado de una mini presa en la que nadábamos a veces, aunque era realmente muy pequeña, y no estaba muy cerca que digamos, estábamos bajando por el camino habitual, lleno de maleza, con muchas piedras, rocas, y animales que se podían oír, algunos estaban dormidos, estábamos platicando de la fiesta de la que benianos llegando, fue en cañadas, era la boda de un tío, pero solamente fuimos Esmeralda, Angélica, Anahí, Brenda y yo, Carmen.
Íbamos muy tranquilas bajando con las lámparas que habíamos comprado para el regreso, ya era algo noche, eran las 11:30 y apenas íbamos a mitad de el camino, no había luna, y todo lo que no alcanzaban a iluminar nuestras lámparas estaba muy obscuro, así que era fácil pensar que algunos arboles sin hojas y pequeños eran personas, incluso los arbustos parecían vacas, y bueno, si no fuera porque la platica era muy exquisita nos hubiera dado miedo, eran las 11:50 cuando llegamos a mi casa y nos pusimos a platicar en la cocina mientras nos servíamos agua y nos acomodábamos.
Yo estaba sentada sobre una mesita que estaba desocupada, y las demás estaban en sillas o recargadas sobre la pared, yo era la que estaba mas cerca a la habitación, como a 6 pasos, y las demás estaban como a 12 desde su lugar.
La platica había tomado rumbo hacia los chicos que habían ido, y que eran de nosotras, todas concordamos en que Manuel había sido el mas guapo y que Felipe el mas carismático, – me pareció muy buen detalle que mi tío Nico nos ofreciera traernos, aunque fuera solo hasta hormigueros-, en esto ya eran las 12 de la noche.
-Si, pero su camioneta si hubiera podido bajar hasta los manguitos, aunque solo fueran 15 minutos de diferencia, nos hubiéramos tardado menos en llegar- dijo Anahí mientras yo me servía un poco mas de agua.
-Oigan chicas. ¿No escucharon como que un gemido o un lamento?- dijo Esmeralda, mi hermanita menor, que parecía un poco espantada, -No- dijimos todas al mismo tiempo.
-A mi me pareció haber escuchado como un grito, mas o menos por hormigueros- continuo Esmeralda. -¿Como vas a escuchar un grito desde…-
Un lamento interrumpió a Anahí, era un sonido realmente temible, como entre hombre y mujer, era como el lamento de cuando alguien pierde a un ser muy querido, o como cuando se esta muy adolorido por algo. Todas nos miramos unas a otras con miedo y la sangre helada, hubo unos segundos de silencio hasta que alguien decidió romper la barrera de el miedo para pronunciar unas cuantas palabras:
-E… eso…. sonó…. como en l.. la casa de mi tía….. Clotilde-.
la casa de mi tía Clotilde estaba a 15 minutos caminando desde hormigueros, o incluso mas, todas nos volvimos a mirar con el corazón a mil por segundo, y con miradas paranoicas llenas de terror, y con el corazón en un hilito de sangre, todas dirigimos la mirada a su casa, que se podía ver desde un espacio hueco de la cocina que habíamos dejado en la casa para que saliera el humo de la leña quemándose para calentar las cosas, todas volvimos nuestras miradas llenas de terror hacia la puerta que llevaba al corredor que llevaba a los cuartos, pero de un lado estabas dichos cuartos, y de el otro no había nada, estaba podría decirse que al natural.
Un tercer lamento, ahora justo afuera de la cocina, pero de el lado opuesta hacia el corredor, nos hizo reaccionar, ahora el lamento sonaba mucho mas fuerte, con mas tristeza, ahora parecía de una mujer, que se dirigía hacia nosotras, justo a un lado de donde estábamos, todas de un rápido movimiento corrimos hacia la puerta de el corredor, yo era la primera en llegar, pero un escaloncito me detuvo, he hizo que me quedara hasta el ultimo de las 5, abrieron la puerta de una manera muy brusca y dejaron que pegara con la pared, Anahí, Angélica, Brenda y Esmeralda, no se preocuparon en voltear a ver que había detrás nuestro, pero yo si, y hubiera deseado no hacerlo, para cuando voltee la vista de nuevo hacia las chicas, Esmeralda estaba entrando a la habitación, y antes de que yo pudiera penetrar en ella la cerro. Yo les gritaba que me dejaran entrar, mientras volteaba a ver a esa entidad, era una mujer, muy pálida, con un vestido de novia, muy triste, y con los ojos negros, como un gran vacío, pero al mismo tiempo llenos de tristeza y odio, que se estaban dirigiendo hacia mi, con su versito todo lastimado, y roto, de tal manera que dejaba ver desde donde yo estaba sus pies, pero no había nada hay, estaba flotando sobre el piso.
– ¡¡¡¡¡¡VAMOS, DÉJENME PASAR!!!!!!!- Grite una 5ta vez, en esos momentos ella ya estaba a menos de un metro de distancia, con sus brazos extendidos hacia mi, apunto de agarrarme, con esa enorme tristeza indescriptible, y con otro de esos horribles gritos que habíamos podido oír desde mi cocina, ahora sonaba mucho peor, como un lamento de una alma que había experimentado la peor cosa posible, eso hizo que mi corazón se detuviera durante un momento, y sin darme cuenta, ellas abrieron la puerta y yo entre, porque estaba empujando a la puerta, desde hay no recuerdo nada mas, pero mis primas y hermanas decían que lo que hice fue entrar en la habitación y correr hasta una cama, para lanzarme y llorar en ella, y pedirles a las ellas que fueran por mi abuelita, que vivía digamos que arriba.
Lo siguiente que recuerdo es que mi abuelita, ya de día, me tenia con una cruz en la frente y una botellita de vidrio que yo sabia que era de agua bendita, ya era de día, y aun así mis lagrimas no se escaseaban, -Pero Carmen, porque estabas despierta a esas horas?, a esas horas ya no nos pertenece el mundo a nosotros los vivos, a partir de las 12 de la noche ya nadie debe de estar despierto, en especial en el campo, vamos ya relájate y deja de llorar que eso ya paso, y jamás sucederá de nuevo- y siguió rezando.
3 comentarios
que horrible ortografía, lo siento no pude terminar de leer :pokerface:
Si… …Para la proxima lo copias en Word y corriges los errores.
ok, seguiré el consejo.
:pokerface:
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