Rejillas

Si hay algo en este mundo que me resulte desagradable, que me aterre, son las piletas de natación, es decir, no se trata de que tenga  nada en contra de ese deporte, de hecho, siempre me había destacado por mi destreza y mi delicadeza en el agua desde que era pequeña .El problema reside muy por debajo dela superficie, en aquellas zonas en las que uno no hace pie, no palpa el fondo y se depende de la resistencia propia para mantenerse a flote. Se me dificulta concebir que esté contando esto públicamente, mas es mi temor  interno mejor guardado e irracional de todos, y apuesto que difiere notablemente con lo que supongo, se venían imaginando. Se trata de ese casi siempre pequeño agujero negro con franjas metálicas o plásticas que suele denominarse rejilla. Su nombre simplemente me produce escalofríos  Desde que me he hecho mayor mi temor ha ido en crescendo a pesar de los años, aumentando mi paranoia y los recuerdos de aquella experiencia. Sucedió hace 6 años. En ese entonces mi mente de púber estaba diariamente corrompida por pensamientos engañosos y  malas pasadas a causa de una mente alimentada a base de filmografía gore y thrillers. Resultaba que cada viernes por la tarde concurría a un club deportivo cerca de casa, lo cual me quedaba muy cómodo y ayudaba a distraerme de la rutina, aunque sea  por una hora. Pero todo fue diferente aquella tarde de Octubre. Se acercaban las competencias anuales del club en las que participarían deportistas de todas partes de la ciudad. Ese año me había propuesto competir por primera vez, por lo que debía prepararme física y mentalmente. Fue por eso que decidí pedirle permiso a mi tío para permanecer hasta tarde dentro de la piscina, aun cuando  ya no quedara nadie para vigilarla. Por fortuna, mi tío era el director del club y gracias a eso yo solía recibir algunos beneficios muy satisfactorios, tales como una cuota mensual más reducida o acceso a distintos lugares del edificio y canchas en horarios de entrenamiento. Sin embargo aquella vez fue diferente. El se negó rotundamente a mi petición con la rapidez de un rayo y desvió el tema pidiéndome el carnet de socia, aunque lo que ocurrió a continuación fue aún mas extraño. Cuando subí la cabeza para entregarle la credencial, mis ojos se posaron sobre un monton de prendas sucias descuidadamente arrojadas en un cubo de basura a lo lejos de la recepción , no se parecían nada los uniformes ni compartían el símbolo del club. Luego mire a mi tio. Tenía el   semblante pálido y rígido…de mirada ausente……como si mi pedido le hubiese retrotraído recuerdos sepultados en bastedad de su memoria, de esos que son mejores mantener bajo tierra, por bienestar propio. Supongo que debió haber percibido que lo observaba  porque depositó bruscamente el rectángulo plástico sobre el escritorio y me ordenó que me marchara. Cuando estuve a escasos centímetros de la salida había dicho algo que quedaría grabado por siempre en mí ser…»Que el agua se presente  transparente ante tus ojos  no  quiere decir que nunca haya sido turbia…”.Recuerdo haberme marchado  de aquel lugar con lentitud, para darle tiempo a mi miente para reflexionar que había sido aquella escena, deteniéndome en seco en medio de la acera porque sabía… sabía que no podría continuar mi rutina hasta que no averiguara que había hecho que mi tío reaccionara de ese modo. Pero por lo pronto, lo primero lo primero, necesitaba conseguir mi primer objetivo.

Y así fue.  Un martes después me encontraba convenciendo al asistente novato de mi tío de que yo había llamado anteriormente anunciando un cambio de horario y día de entrenamiento. Sin embargo era inusual que el no se encontrara en la recepción como de costumbre. Mi tarea resultaría más sencilla entonces. Conseguí introducirme en la pileta sin ningún temor a ser reconocida. Las horas pasaron y finalmente se holló el último timbre de salida, expulsando a las personas mientras yo aguardaba los últimos segundos bajo el agua, tomada de los dos extremos de uno de los vértices del piletón. Ahora dispondría de 2 o 3 hs para practicar a mi agrado, sola y con todo el espacio para mí. Comencé a desplazarme a lo largo. Se me hizo extraño que a medida que iba y venía la temperatura cambiaba, siendo notablemente más caliente en la parte honda, y disminuyendo en lo más bajo.

 

No habían transcurrido unos cuantos minutos cuando toqué un borde de cemento y me dispuse a mirar mi cronometro, cuando comprobé con espanto la envolvente oscuridad que me rodeaba. Las luces se habían id, las habían apagado, se suponía que no cerraban hasta que las canchas de tenis terminaran sus partidas. Estaba sola y no les había dicho a mis padres a donde me dirigía. Un cartel de SALIDA se vislumbraba a lo lejos, cuya luz reflejándose en la quietud del agua. Necesitaba alcanzar el otro lado con urgencia, antes que ya no quedara nadie en el edificio entero. Mi respiración incremento de intensidad. ¿Y si realmente ya estaba sola? ¿Y si me viese obligada a pasar la noche aquí?  Un sónico interrumpió el hilo de mis pensamientos. Algo se había movido en el agua. Empecé a hiperventilar descontroladamente, y después. Ese ruido se repitió, una y otra y otra vez, un pequeño chapoteo provenía de algo no muy lejano a mí.  …»Que el agua se presente  transparente ante tus ojos  no  quiere decir que nunca haya sido turbia…”, la frase no pudo manifestarse en peor momento. Con los músculos contraídos como rocas agudicé la vista tanto como me fue posible.

 

Allí estaba. Una sombra resaltaba por su negrura entre toda la oscuridad. Se elevaba lentamente hasta la superficie. En ese instante sentí que estar sola hubiese sido el menor de mis problemas. La figura rodeó rápidamente el perímetro en mi dirección. Nadé hacia la salida sin dudar un segundo y de un brinco salí del agua. MALA idea, el espectro había llegado primero y me tomaba de los brazos empujándome nuevamente a la piscina. Pero antes de caer, la luz del cartel había iluminado un rostro humano joven, una muchacha de ojos coléricos y enfermizos. Caímos dentro. Luché por zafarme se sus fuertes manos que me jalaban hacia lo profundo, aumentando insoportablemente la temperatura. Experimentaba el terror en estado puro. De pronto, sentí esa cosa que intentaba matarme, transformarse en algo aún mas horrendo. Lo que habían sido sus manos habían desaparecido dando lugar a una serie de extremidades puntiagudas que me rasguñaron una pierna cuando conseguí patearla y zafarme. Asomé a la superficie a respirar un par de veces, cuando aquello cambio de intención. Ahora me había tomado de los pies e introducido uno en algo redondo al fondo…la  rejilla de vaciado. Supe que no sobreviviría, la cosa me retenía de los hombros asegurándose que no fuera a ningún lado. Cuando ya no pude debatirme, las luces se encendieron, revelando mis manos enredadas entre las prendas de una figura esquelética de la que asomaban… unos ojos rojos escarlata que  penetraban los mios. Los huesos de la cara revestidos en una capa de piel putrefacta y endurecida que se plegaba similar al cuero.

Me contaron que me hallaron por milagro, inconsciente con media pantorrilla atrapada en aquel agujero. Un empleado había oído ruidos y alertado a la policía. Desperté en una cama de hospital, a mi lado, mi tío, con una expresión igual o casi, a la última que había visto la semana pasada. Yo no lograba salir del shock, cuando 2 agentes de policía entraron con unas esposas, lo pusieron de espaldas contra la pared y se lo llevaron. Uno de ellos se sentó en mi cama a mi lado y me habló con vos aterciopelada: – se que acabas de pasar por un gran trauma, pero necesitamos saber que fue lo que pasó allí abajo. Pasé a relatarle la sucesión de los hechos de la manera mas clara y especifica que encontré, de todos modos no se lo creería. -¿Por qué se lo llevan, que ocurrió?- pregunte acerca de mi tio. La cara del oficial se resistía a mostrar el torbellino de emociones que le atestaban sin éxito. -Encontramos evidencia de un homicidio bastante antiguo dentro de la piscina donde casi te ahogas. Buscó algo en un maletín y me lo mostró, eran las prendas que había logrado arrebatarle a aquella cosa.-  Pertenecían a una muchacha desaparecida desde hace 7 años. Su cadáver sigue perdido. Interrogamos a un empleado que contaba con experiencia en el negocio que confesó que  el sistema de desagote había sido puesto en marcha cuando aun había niños dentro. También hallamos un montón de otras prendas no identificadas todavía

creación propia

cassandradiaries

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13 comentarios

GRAN ACLARACION: ES MI PRIMER CREEPY, ASI QUE SIÉNTANSE LIBRES DE EXPRESAR SU OPIÑON CON TOTAL LIBERTAD. SALUDOS
CASSANDRA

muchas gracias!!! ajja si se que tiendo a detallar y especificar mucho porque es mi forma de escribir, pero se que en las creepys eso incluso a mi me aburre asi que voy a trabajar en eso . MIL GRACIAS POR LEERLA Y COMENTAR 🙂
UN BESO

IMPECABLE! sensible y delicadamente genera climas y atmósferas con una estética propia y muy particular. Combinación exacta entre los temores humanamente reconocibles en los que todos podemos identificarnos y la imaginación sensorial a la que nos lleva el terror irracional, cuando REALMENTE SENTIMOS MIEDO!. Un relato SIN DESPERDICIO! Quisiera seguir leyendo tus historias! EXCELENTE!

Not bad… esta bastante bien escrita y redactada, aunque tienes uno que otro error de comerte algunas letras; la originalidad no es mala, aunque la idea de espiritus vengativos es bastante conocida,que esten presentes en una piscina por su muerte con el desague, me parece que es algo que no he leido… y si en realidad es tu primer creepy, te felicito por ponerlo en el comentario y no en la historia 🙂 .

jajajaja que bueno que te haya gustado y te agradezco por tu opinión, voy a tratar de mejorar con el tiempo 🙂
que bueno que remarques lo del primer creepy porque nunca esta demás recordar que ponerlo en la historia rompe el clima
muchas graciass!!!!

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