Mi pequeña Polly

Hace muchos años cuando era una niña, mis padres me regalaron por ser navidad una muñeca Polly Poket (de esas muñecas pequeñas que incluían miles de piezas que fácilmente se pueden perder). Yo estaba encantada, porque eso era lo que deseaba, durante las primeras semanas no pare de jugar con ella, pero como toda niña pequeña mi muñequita termino por romperse, más específico,  accidentalmente su cabeza salió volando. Debido a esto, decidí guardarla en su caja y meterla en mi closet, pasaron muchos años hasta que la volviera a ver.

Hace unos días mi madre me puso a ordenar mi closet, me entretuve mucho sacando todas las cosas que tenía, revisándolas para ver si algo era aún útil, cuando me encontré con la caja de mi muñequita. De pronto me vino todo a la mente y la recordé, en especial ese día en que ella se rompió, la saque de su caja y decidí ponerla en mi tocador, pues no quería desecharla… He hecho muchas idioteces en mi vida, pero creo que esa fue la peor.

Esa noche fue como cualquier otra, mi gato y yo compartíamos la misma cama, yo dormía plácidamente cuando escuche que mi gato maullaba como si algo lo estuviera lastimando, abrí mis ojos y lo único que vi fue a mi gato maullando de una manera estrepitosa.

Mi madre al igual que yo despertó y rápidamente fue a mi habitación que sabia que compartía con mi gato, prendimos la luz y pudimos ver como la sangre escurría desde el cuello del gato, como si algo lo hubiese estrangulado hasta sangrar. Hicimos lo único que en ese momento se nos ocurrió, llevarlo al veterinario para estabilizarlo. Cuando el veterinario nos informo que no iba a pasarle nada, comenzamos a analizar que paso, tanto mi madre como yo sabíamos que no habíamos sido, por todo el cariño hacia el gato, ¿entonces que había sido?

La noche siguiente decidimos dormir todos juntos, aunque ah decir verdad, yo no pude, quise quedarme despierta por si a mi gato le ocurría algo. Pasaron las horas y nada ocurrió, hasta que el sueño al fin me estaba venciendo, escuche unas risas, de inmediato mi sueño se fue y el pánico me apodero, como siempre intentaba encontrarle el lado lógico a la situación, ¿unos vecinos borrachos tal ves? … Pero no fue así.

Intente despertar a mi madre, pero algo no me dejaba moverme cuando entonces sucedió, una pequeña figura subió a la cama y una voz en mi cabeza comenzó a sonar, diciendo: Así que esto le haces a tus amigos, ¿no es así? ¿Los encierras en una caja cuando dejan de serte útiles? … La pequeña figura siguió acercándose a mi cara, pero curiosamente iba haciéndose más grande cada vez. Lo último que recuerdo es que perdí la conciencia cuando esas grandes manos comenzaron a asfixiarme.

Y eso fue lo que mi madre encontró a la mañana siguiente, a su hija asfixiada y sosteniendo en una de sus manos al cuerpo de mi pequeña muñeca.

Creación propia

Aremis Salander