Mente

Aquella noche de tinieblas a oscura con solo unos pequeños destellos de luz por algunas estrellas, me hicieron recordar lo lejos que estoy ahora de la realidad, caminando al borde del precipicio siento que finalmente llego el turno de decidir, de elegir entre morir o ser mortificada por las voces incalmables de mi mente que me incitaban todo el tiempo, persiguiéndome, controlando cada movimiento… justo como estaban haciendo ahora.

-Tú, buena para nada, intenta  morir- Dijo una con tono gélido  – Y veras que no es tan fácil escapar, nosotras no estamos en tu mente, somos tu mente…

En ese momento logré ver una imagen en mi mente, eran gusanos comiendo, en ese momento pensé ¿Comiendo qué? En una instinto de querer ver mas veo mi cara desgarrada comida, petrificada y detenida en el tiempo. Comencé a sentir nauseas pero simplemente para ellas no era suficiente y continuaron con su tortura. Ahora simplemente hablaba otra voz:

– ¿Qué vas a hacer?¿Llorar? ¿Suicidarte?-  Dijo en tono burlón algo así como la niña mala de la primaria.

Intente ignorarlas, lo hice lo mejor que pude, aunque sabia que fracasaría… ellas nunca callaban.

– Claro que no callamos imbécil – Oí decir en tono despectivo – Eres una ingenua, una simple mortal.

Ellas colocaban todo tipo de imágenes en mi mente, torturaban mi dignidad, inocencia y frescura. Jugaban con mi morbo, con mis miedos y fantasías. Generaban sentimientos encontrados, odio y amor, dudas y certezas…

-¿Qué más?- Pensé, esperando una respuesta.Ahora simplemente me torturaban con el silencio.

Ahora mis dudas crecían no sabia si ellas me llevaban a la muerte o iba por decisión propia no podía diferenciar mis pensamientos de los que me imponen estas.

Entonces tomé el valor, solo lo pensé una centésimas de segundos de modo que ellas no podrían influenciar en mi decisión de modo que salte a la oscuridad de aquel precipicio, salte a la nada misma, aferrándome a la oscuridad y al deseo de no vivir, cayendo y cayendo…

Fue entonces cuando desperté y me di cuenta que estaba viva mirando el techo blanco de mi dormitorio, pensando que todo fue una horrible pesadilla, cuando en mi mente resonó:

– No todo fue una simple pesadilla- Se me heló la espalda- Nosotras somos tan reales como tú y vinimos para quedarnos…

Creacion propia, una idea mas....

Sonetica