Esta historia es real, no estoy, ni estaré exagerando ninguna de las escenas que viví aquí, y que no tenga testigos tampoco lo hace menos real, sólo yo, y mi amigo malvavisco…
Todo comenzó una mañana de verano, en esas de las que siempre quieres quedarte a dormir más, pero no puedes porque no te dejan. Mis padres fueron al supermercado, a comprar cosas para la casa, y yo me quede con mi fiel amigo, ( malvavisco) mi perro.
Estábamos un poco aburridos, ya que nos habíamos despertado recién, y como que no nos daban ganas de jugar y esas cosas, entré en Internet a buscar cosas para hacer, entrar en mis redes sociales, etc.
Después me aburrí un poco, y fui a recorrer la ciudad que más bien parece un pueblo, por lo que mis padres siempre tardan en ir al supermercado de la ciudad vecina, siguiendo con lo ya mencionado, encontré una casa abandonada, pensé que era como esas casas a las que todos los niños le temen y empiezan a inventar historias de terror sin sentido, así que me dio un poco de curiosidad, y pues, me acerqué al lugar… Grave error..
Al empezar a entrar en la casa, tenia la sensación de que me observaban, no le di demasiada importancia, malvavisco me había seguido, y como no tenía ganas de volver y regresar para dejarlo, deje que vaya conmigo.
La puerta se veía vieja, un poco desgastada, y con mal olor, miré la manija de la puerta, me quede pensando en que si estuviera abierta, con un poco de nerviosismo, apoyé mi mano sobre la manija deseando por algún motivo de que no se abriera, pero esta se abrió, y no quería o no podía dar marcha atrás.
Entré y no terminaba esa horrible sensación de que me observaban, y al entrar vi las paredes, viejas y llenas de moe, las cosas estaban como si alguien acababa de salir, el típico abrigo colgado en la percha cerca de puerta, la mesa estaba como si alguien acabara de comer, hasta revise la cocina, y había algunos platos que parecían estar recién lavados en donde se colocan los cubiertos que se están apunto de secar.
Luego me dio curiosidad las habitaciones, no es que sea un ladrón, pero me llamaba la atención saber que podría haber cosas de valor que me pudiera llegar a ser útiles, tal vez una de esas cosas viejas que nadie quiere pero que valen mucho, entré en dos habitaciones, una parecía de un niño, había pequeños y grandes camiones de madera, estaba un poco vacía, era triste, sólo una cama, y enfrente había una ventana, con cortinas, sólo eso.
Luego entré a otra, esta, a diferencia de la otra parecía de una niña, y había muchas muñecas, la verdad, me sorprendía la cantidad de muñecas que había en aquella habitación, de hecho, me asustó, sus caras tenían expresiones demoníacas y que daban miedo, luego había una cama, con una ventana enfrente también, sólo que sin cortinas, me pareció muy extraño todo eso.
Cuando estaba por salir de la habitación un viento fuerte sopló cerrando la puerta, me asusté, mire a todos lados esperando ver algo, alguna cosa, pero nada.
no podía abrir la maldita puerta…. me empecé a desesperar, porque ya iba siendo medio día, mis padres estarían por llegar a casa, pero no podía salir, luego empezaba a escuchar voces de niñas riéndose a carcajadas, una y otra vez, y a lo lejos escuché algo, o mejor dicho, a alguien.. llorando, a un niño, llorando despacio en la habitación que estaba justo al lado, a la que yo antes había entrado, y no había nada.
Enseguida, me sentí mareado, me desmayé y al cabo de no sé cuanto tiempo, desperté y estaba acostado en la cama de la habitación en la que no había nada, me levante, y vi a un niño asustado, llorando en una esquina de su cuarto, le pregunté que le pasaba, me miró fijamente, y continuó llorando, le dije,-¿Estás bien? ¿Te quedaste aquí atrapado por alguna razón ? y no me respondía, hasta que una niña entra corriendo por la puerta, me asustó mucho, pero parecía que la niña no se percató de mi presencia, lo que me confundió un poco, se acercó al niño, lo besó en los labios y salio saltando felizmente como si no notara el estado del pobre niño, que se veía como de 9 o 10 años de edad, la niña tenía el mismo aspecto.
Luego de un momento, el niño baja corriendo al primer piso, como asustado, yo bajo las escaleras detrás de él y llega hasta la habitación de una señora, de aspecto serio, parecía una de esas personas que le gusta ver todo en buen estado y limpio, parecía joven, muy joven, le señala al niño una esquina, en donde lo hace arrodillarse sobre picante, y le hace rezar la biblia, mientras que al mismo tiempo hace que el niño coma el picante, el niño lloraba, suplicaba perdón, pedía misericordia, la señora lo miraba como si hiciera lo correcto, y se podía ver una mirada de satisfacción en su rostro.
La señora parecía que tampoco se había percatado de mi presencia, yo me quede parado ahí, mirando todo, como un teatro ante mis ojos.
Llega la niña, abraza a la señora, se va y se sienta en su cama, la señora va junto a ella y le peina el pelo, la mimaba, la acariciaba como a una muñeca, mientras la niña miraba con odio al pobre niño que seguía llorando.
Después de aproximadamente una hora dejan ir al niño, que va corriendo a su habitación, tenía miedo, pues todo era muy frío, y era raro que nadie me viera, pero quería seguir mirando.
Eran como las tres de la tarde, la niña entra con un cuchillo en la habitación del niño, entra aquella señorita de antes, con una cuerda amarra al niño en la cama, mientras que la niña empieza a cortarle la piel, en todas partes, el niño no paraba de llorar amargamente, quería ayudarlo, pero sentía que no podía.
Al cabo de media hora de dolor, dejan al niño, entonces la señorita me mira fijamente a los ojos, se había dado cuenta al fin de que existía? o a caso solo fingía no haberme visto? traté de salir corriendo de ahí pero las puertas no se abrían, me quede en la cocina ya que hasta ahí pude llegar, y la señora se acercaba lentamente con su cuchillo, me miraba, yo empecé a temblar como nunca antes lo había hecho, y se acercaba, y miraba el reloj, y ella avanzaba hacía a mí, hasta que sentí que me clavó con lo que tenía en la mano, en el estómago, caí al piso, y al despertar estaba de nuevo en la habitación del niño, pero no había nadie.
Tenía un dolor de cabeza increíble, y salí corriendo de ahí lo más rápido que pude, al llegar a mi casa con malvavisco, que hasta el momento no sé en dónde estuvo en esos momentos, mis padres me preguntaron que en dónde estaba, que estaban preocupados y que tenía que comer algo, como de costumbre inventé que fui al parque con algunos amigos y que se me fue la hora, me creyeron.
Investigué en Internet sobre la casa, que al parecer, hace 25 años estaba habitada por una familia de cuatro, esposa, esposo, hijo, hija, donde al parecer, tuvieron unos gemelos, y los esposos no querían un niño, solo querían niñas, y según leí, el señor, le dejó a su familia, y al parecer, la mamá mató a su hijo, que fue encontrado en su habitación una muñeca en la garganta, la señora murió en un hospital psiquiátrico, y la niña fue llevada a un orfanato.
Hasta el momento no se sabe nada de ella, y yo, viví una de las cosas mas horribles que se le puede desear a alguien, todas las noches veo mi ventana, y aveces, solo aveces creo ver la figura de ese niño, llorando, y oigo a la niña burlándose de mi, o de él, nunca lo entiendo, esta historia es real, nunca más entraré en esa casa, no sé hasta cuando me persiga todo esto, pero lo único que se es que no lo olvidaré jamás.