Juegos Mentales

Soy nueva en la página, así que sus críticas y observaciones serán bienvenidas 🙂

 

 

JUEGOS MENTALES

 

Eran las 2 de la madrugada, y aún no había pegado ojo. Algo me mantenía en vela, y lo peor es que de alguna manera lo sabía. Lo único que podía hacer era acostarme en mi cama y mirar el techo, esperando recordar aquello. Nada en mi cabeza tenía orden, los pensamientos se me mezclaban de manera constante, y eso me estresaba. Me sentía raro, como si hubiera estado a punto de morir. Despeje mi mente de aquello. Era una gran tontería, quizá una más de todas las que me invadían. En el momento que me disponía a cerrar los ojos para intentar dormirme de una vez, escuché un ruido de un objeto estrellándose en la cocina. Me levante de golpe y con el corazón acelerado, me dirigí hacia donde creí haber escuchado el golpe pero, para mi sorpresa, todo estaba en perfecto orden. “Debo de estar volviéndome loco…”, pensé para mis adentros. Volví por donde había llegado, pero al llegar a la puerta de mi dormitorio, me di cuenta de que había entrado otra vez a la cocina. Extrañado, y creyendo que todo eso era causado por mi falta de sueño, me di la vuelta y, asegurándome de encontrar la puerta correcta, me dirigí a al baño para lavarme la cara. Más grande fue mi asombro al ver que había entrado a mi dormitorio. “Yo….Esto….Es imposible…….! ”, estaba totalmente desconcertado, no me sentía cansado, no podía ser la falta de sueño. Estaba seguro de haber entrado por la puerta correcta. Algo raro me invadió, un miedo extraño, algo que ya había sentido antes. Traté de volver a la cocina, pero me equivoqué de puerta por tercera vez. Asustado, y ya conciente de que pasaba algo fuera de lo normal, empecé a entrar en todas las habitaciones, desesperándome cada vez más al ver que ninguna puerta llevaba al mismo lugar dos veces. Al llegar a la sala de estar, el teléfono sonó. Contesté, tembloroso. No había nadie al otro lado de la línea. Colgué, y al hacerlo el teléfono volvió a sonar. Contesté:

 

“Hola  ?……”

 

Nadie respondía. Me sentí más inquieto. Estaba a punto de colgar de nuevo, cuando una voz ronca me respondió. No saludó, ni se presentó, solo dijo una frase. Una frase que me heló la piel:

 

“Ve a la cocina…..Te esperan.”

 

Con el corazón en la garganta, me dirigí a la cocina, sorprendiéndome de haber llegado al primer intento. El miedo reemplazó a mi asombro al ver con claridad lo que había ahí. Un hombre, de tal vez mi misma edad, estaba parado a solo unos metros de mí. Su mirada era fija y tenebrosa, y a la vez vacía y paralizante. Traté de salir corriendo de allí, pero me di cuenta que al salir, regresaba al mismo lugar, con la misma persona observándome, pero con la diferencia de que cada vez que entraba su imagen se hacía más aterradora e inhumana. Sabiendo que ya nada me permitiría huir, le hable con voz temblorosa a aquel ser:

 

-“Q..Quién..e..eres…???”

 

-“ ………”

 

-“Q..Qué haces en m..mi c..casa…??”

 

– “………”

 

-“H..Hola….??”

 

-“.…Recuerdas siquiera tu nombre…..?…”, dijo por fin. Era la misma voz del teléfono.

 

Callé. No lo recordaba. No recordaba mi nombre. Esta no era mi casa. “Qué rayos me sucede??!!…”, pensé.

 

-“..D..Dónde…estoy…??…”

 

-“……No recuerdas nada, Jonathan. Nada…..”

 

-“Dónde estoy ?! Dímelo!!”, le grité, ya presa del pánico.

 

-“……Estás en mi mente, Jonathan………”

 

-“Q..Queeeé??!!”

 

-“……Te he encerrado en ella, y jamás podrás volver a salir…..”

 

-“Queeeé??!! Sácame!!”

 

-“……………..Jamás podrás volver a salir……………….”

 

Jamás……

 

Jamás…………….

 

Jamás………………………

 

 

El presentador sonrió satisfecho, y con un chasquido ordenó sacar al hipnotizador y al inerte voluntario del escenario, lejos de los horrorizados ojos del público.