El ultimo show

«Miedo, ira, amor, felicidad, tristeza: emociones que te distraen de tu objetivo, vivir» –     El poeta extinto

El ultimo show

Recuerdo como los acróbatas daban vueltas en el aire, como el mago sacó un conejo de su sombrero, como los payasos contaron sus chistes sin gracia, recuerdo perfectamente esa noche en el circo…

¿Ha quién quiero engañar? uno de los acróbatas estuvo al borde de la muerte, se salvo apenas; el mago hizo aparecer por 10 minutos un muerto colgado en medio del escenario, en esos 10 minutos hizo ilusiones de «fantasmas» que violaban, destruían y terminaban de despedazar el cadáver.

Los… digo, él payaso entró caminando lentamente, se sentó frente al público llorando, lloró por unos minutos, al terminar se levantó y saco de su bolsillo un corazón en una bolsa de plástico, se lo mostró al público y preguntó: «¿A cuantos le han roto el corazón?», varia gente levantó la mano, entonces él estrujó el corazón hasta hacerlo explotar y todos los que levantaron la mano cayeron al suelo «eso es tener el corazón roto de verdad», entonces se marchó.

Al irse entró un hombre con un sombrero de copa, traje elegante y un bastón, todo negro, se paró al centro del escenario y me miró.

– Hey, tú – dijo señalándome con su bastón – ¿Te ha gustado el show?

– Heee – quería mandarlo a la mierda, decirle que desmantelará el lugar y se fuera, que habían niños mirando y cosas así – si… me ha encantado. –  dije como si estuviera controlado de alguna manera.

– Que bueno, ahora veras nuestro mejor show. – dijo atemorizando mi interior, aunque en publico tenia una sonrisa de felicidad.

El maestro de ceremonias se quitó el traje y desveló el cuerpo colgado anteriormente por el mago, excepto por el echo de estar entero, saltó hacia el público y aplastó la cabeza de las personas con «el corazón roto», después gritó «sus emociones me alimentan» y agarró el estomago de una mujer embarazada, la empujó contra el asiento, obviamente matándola a ella… y al bebé.

Después entró un tipo con 2 leones, los soltó y dijo que solo matarían a gente triste, los leones saltaron sobre sus victimas devorando yugulares y  abriendo estómagos, después dijo que irían por la gente con miedo,murió todo el público menos yo, tal vez la sonrisa que tenia en mi rostro ocultaba el miedo que sentía con este show.

– ¿Tú estas feliz después de ver esto? – me dijo el maestro de ceremonia mientras el domador se marchaba con sus leones.

– Siempre hay que estar feliz ante la vida – dije, ahora sintiendo felicidad en mi interior.

Se acercó enfrente de mi y me atravesó con su brazo, entonces vi los miedos de todas las personas, las tristezas, las cosas que los hacían felices y me di cuenta que los humanos eran estúpidos, entonces volví a la «realidad» y estaba arrodillado desangrándome frente a él, y me dio la oportunidad de vivir.

Ahora soy un simple personaje que sabe a que le temes, que amas y que te pone triste, que tal vez algún día irá por ti, para matarte y terminar el pésimo show que es tu vida.

(estimado lector, no lo estoy ofendiendo, todo es parte de la historia, solo disfrute y no moleste)

La locura que tiene mi nombre y ocupa mi cuerpo

El poeta extinto

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1 comentario

Estas obsesionado con la locura, como si tu objetivo fuera que los lectores piensen en tus obras y las amen. Pero si calificamos esto comom un creepypasta, es simplemente existencial, y muy sobrenatural, es decir, inverosimil y poco terrorifico.

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