Bueno . . . ¿Como puedo empezar mi relato? ¿Había una vez? No, está muy usado . . . Y se usa para cuentos sobre cosas que nunca pasaron, pero lo que les contaré, enrrealidad paso . . .
Era un día algo triste, me tenia que mudar, eso significaba despedirme de mis amigos y conocidos. En ese momento tenia unos 14 años, y no me resultaba fácil aceptar la idea de irme a un mini pueblucho casi desierto, en el cual quedaría huérfano al poco tiempo.
Cuando empezó el viaje mi madre me dijo que en ese pueblo existía un sendero en un bosque cercano al cual no tenia que entrar porque supuestamente estaba maldito. Mi madre al contrario de mi era siempre supersticiosa, haci que lo primero que pensé fue «Al llegar me meto en ese el sendero».
Al llegar a casa acomodanos todas las cosas y recorrimos el lugar. Luego de estar unos 10 o 12 días molestando a mi madre para que vayamos, cedió, e hicimos una excursión familias, mi madre, mi padre y yo.
Llegamos a la entrada del sendero y un viento helado recorrió por mi nuca, un viento que me advertía que algo malo pasaba, pero no le di importancia y entramos. Al entrar no pasaron mi 10 segundos en ver que la entrada había desaparecido, se iso humo en el aire. Luego de estas varias horas tratando de encontrala denuevo nos dimos cuenta que nuestra única opción era caminar hasta salir por algún otro lado, cosa que sólo a mi me paso . . .
Caía la noche y nosotros nos inquietabamos más y más porque no teníamos comida, y para mejor suerte, uno de ellos pasó, una de esas sombras malebolas y veloses que sembraban destrucción a su paso. Primero era una, luego dos, tres, seis, quince, hasta ser miles, miles de sombras que traspasaban los cuerpos de mis padres, dañandos, arrancandoles trazos de carne del cuerpo, tanto castigo recibieron que hasta pude ver sus entrañas y cantidades enormes de sangre envueltas en gritos de dolor y agonía. Yo huí, huí tan rápido que pareciera que mis pies no tocaban el suelo, hasta que caí, me tropecé y empecé a caer por un mini barranco, rode entre plantas, flores, ramas y cuando deje de rodar y pude recobrar las fuerzas para levantarme, me dí cuenta que estaba enfrente de la entrada del sendero . . . Y allí estaba yo . . . Admirándolo mientras oía el grito de mis padres mientras morían.
Pero bueno, han pasado años desde ese incidente, pero ahora estoy bien tomé el trabajo de cuidados del sendero para advertir a los viajeros de los peligros pum aguardan en era trampa mortal. Muchos no me creen y entran al sendero llamándome loco, pero mi autoestima sube cuando me doy cuenta de que tenia razón escuchando los gritos de los incrédulos que son asesinados lentamente.
Este fue mi primer creepypasta, espero que les allá gustado.
Creación propia
Alan Reche