Painend la leyenda del Pokémon Demonio

De nuevo, una fuerza de origen misterioso me empujó hacia adelante. Al pisar Ciudad Esmalte, otra vez…

“Painend está debilitado.”

Ya sabía que quería algo. Sin embargo yo también quería algo: acabar con todo esto. Y me daba exactamente igual lo que pudiera estar diciéndome. Por desgracia no era posible hacer nada para evitarlo. Al dar un paso, me salió el mismo cuadro de texto. Otro paso, otra vez. A la cuarta vez ya no pude avanzar más. A pesar de que intentaba andar, el personaje no podía desplazarse. Se oía el ruido como de golpecito que suena cuando tratas de caminar hacia una pared. Intuyo que esto significaba que Painend había utilizado alguna fuerza para detenerme. Intenté moverme por cualquier medio, pero todo era inútil. Un ratito después, me llevé un buen sobresalto; el menú de Pausa saltó solo. Lo quité y volvía a ponerse. Está bien, indirecta captada, qué remedio… Abrí el menú Pokémon. Aunque no había retirado la carta anterior, me suponía que habría cambiado. Tampoco debía ser un genio para intuírmelo. Así era:

“Go back. Give me your blood.”
Retrocede. Dame tu sangre.

Creo que al leer esto sufrí una pequeña crisis de ansiedad. Por mucho que odiaba a Painend, que no era poco ni mucho menos, me era absolutamente imposible disimular el pánico que apresaba cada parte de mi cuerpo. Mis manos estaban muy frías y no podía evitar temblar sin control. Lectores y lectoras, nunca en mi vida había temblado en Agosto.

Pero no iba a retroceder. Eso jamás. Nunca le perdonaría lo que hizo ni al mismísimo demonio (aunque él lo fuera). Y si mi vida se iba en ello… lo haría con honor. De forma misteriosa me motivé para buscar a esa tal Anís. Todo acontecimiento del juego me daba tal miedo que cada vez que sucedía algo me daban ganas de vomitar.

Pude avanzar. Cada uno de los mensajes que me escribía era más siniestro que el anterior. Lo peor de todo es que había comprobado que hiciera lo que hiciese debía leerlos. Mensajes plasmados con sangre… A saber qué sangre, y sabéis lo que quiero decir. Sangre cada vez más oscura y densa que no aguantaba estática en la forma de la letra que quería representar. Se derramaba sin control… Cada mensaje era más difícil de leer que el anterior, como si cada vez utilizase más sangre por letra, por palabra… Por odio que probablemente sentía hacia mí.

Podía percatarme perfectamente de que Painend no estaba cómodo con lo que estaba haciendo. Y aunque quería asustarme (y lo lograba), él también tenía miedo. La corazonada de que pronto acabaría con él me armó de cierta paz y decisión en todas mis acciones.

Surgió otro movimiento en el juego. Mi personaje se detuvo. Tenía miedo, no quise mirar… Pero afortunadamente era tan solo una visita de Cheren, para darme unas bayas y hablar.

Continué en la búsqueda de Anís. Entré en varias casas hablando con todo aquel que me encontraba. Lo cierto es que, quizá por complicar las cosas, o por sencilla casualidad, Ciudad Esmalte es una ciudad con bastantes personajes. Afortunadamente no hablamos de Ciudad Porcelana.

Tras varios edificios característicos del lugar, me encontré el Centro Pokémon. Debo contaros como algo personal que no pude entrar… El trauma que me provocó pensar en lo que había hecho Painend con mis Pokémon era superior a mis fuerzas. Y aunque descubrí aquella masacre en el PC de la Guardería, los Centros Pokémon no dejan de recordármelo…

Seguí adelante. Unas vías de tren cortadas y viejas. Nada útil. Volví a la ciudad y subí. Allí encontré un edificio bastante particular. Se llamaba Café Alma. Una corazonada me dijo que debía ser aquí. No vi en la ciudad ningún otro lugar donde pudiera ser (teniendo en cuenta que no vi el Gimnasio-Museo). De hecho, así era. Lo supe antes de entrar. Justo frente a la puerta, un cuadro de texto.

“Painend está debilitado”.

Esta vez sin vacilar, abrí el menú Pokémon. Fui directamente a su carta. Leí su nuevo mensaje, que decía así:

“I’ll kill everything you love.”
Mataré a todo cuanto ames.

Creo que es más que obvio que esto se trataba de una amenaza. Una amenaza que me había llegado muy al fondo de mi corazón… Pensé en todo aquello que tengo en la vida. Mis padres, mi hermana, mis amigos, esas personas a las que quiero… La idea de ver su sangre en los labios de ese demonio me aterrorizaba bastante.

No podía permitirlo… Pero ideas terriblemente violentas circundaban en mi mente. Un terrible demonio despedazando a mi familia… El cuarto de mis padres bañado en el rojo de su sangre mientras los profundos ojos de ese diablo corrompían mi alma… Vivir solo, eternamente solo, amparado por la soledad… Y que todo ello fuera por mi culpa. No lo soportaría… Estuve a punto de apagar la consola. Otra vez dudaba… Si ese ser ponía una sola mano sobre alguien a quien amo no sé qué haría… La ira que tenía en mi interior empezaba a apagarse con las frías riadas del miedo.

En este momento me sentí muy arrepentido por haber discutido con mi madre. Por todas las cosas que le dije, por cómo la traté… A pesar de que ella me ha dado la vida. Y yo, para colmo, jugando con el diablo al juego de su vida. Al juego de perderlo todo. El azar de luchar… La única apuesta, el orgullo. Las posibles pérdidas, el amor y la felicidad.

Tras un largo rato, aposté.

Entré en esa enigmática casita. Allí no tuve que hacer demasiado. Nada más entrar, pude apreciar que se trataba de un bar (ya me lo suponía con lo de “Café”). Una mujer de vestimenta oscura y grandes gafas se me acercó andado lentamente. Me dijo palabras que, de algún modo, me trajeron una inmensa tranquilidad:

“Soy Anís. Sé a qué has venido.”

Todo lo que ocurrió a partir de entonces, fue excesivamente increíble, con tintes violentos, muy violentos. Otro repertorio de imágenes grabadas para siempre en mi memoria…

Anís tomó con cuidado la PokéBall en la que se encontraba Painend. Se podía apreciar que estaba muy oscura… Anís de nuevo habló:

“Salid todos de aquí durante un tiempo. Tú no, Thor.”

Esa frase no me inspiró tanta tranquilidad. Supuse que mi intervención debía ser estrictamente necesaria, cosa que no me hacía ninguna gracia. Cómo envidiaba a todos esos tipos que abandonaban el bar, asustados pero a salvo seguramente.

Anís comenzó con lo que quisiera que estaba haciendo. Bajó las escaleras que había a la izquierda.

“Sígueme, por favor.” Me dijo.

“¡Qué ganas!” pensé sarcástico. Pero sabía bien que debía a hacerlo. Por honor. Por venganza.

La misteriosa Anís colocó la oscurecida PokéBall de Painend en la mesa que allí había. Empezó a hablar conmigo:

“No sé por qué ha llegado a tus manos. Lo siento mucho…”.

Parece ser que ella lo conocía, y así era. Me contó una larga historia que no puedo plasmaros literalmente ya que no puedo recordarlo todo, como podréis comprender. Os haré un resumen de los datos importantes.

En efecto, Painend es un Zorua. Bueno, es y no es. Esto significa que Painend es ni más ni menos que el espíritu del Pokémon Inicial de Anís: Un Zorua. Vivió con él mucho tiempo durante su infancia. Anís, en el instituto, era víctima de numerosas burlas de sus compañeros, al ser una chica muy creyente y mística. En una ocasión, Anís se vio envuelta en una pelea bastante importante con un chico de su Instituto, del cual no quiso dar nombre. El enfrentamiento desembocó en un combate Pokémon a la fuerza. A la fuerza, porque el Zorua de Anís intervino para defenderla de ese chico. El chico utilizó también su Pokémon, un Riolu. El conflicto acabó fatal: Zorua era un Pokémon doméstico; el compañero leal y fiel de Anís. Su compañero, su amigo. No estaba capacitado para luchar, ni para concursos. No era fuerte. No era hábil. Era fiel.

Riolu asestó en una ocasión un golpe bastante directo y fuerte al pobre Zorua. Este salió levantado por los aires, y se golpeó en el aterrizaje con algunas piedras que había en el patio del Instituto. El golpe fue certero por parte de Riolu, y fatal para el pequeño Zorua contra las rocas. Su muerte llegó pocos minutos después.

Anís quedó terriblemente marcada por aquel suceso. Ver brotar la sangre de su leal compañero era la imagen más terrible y fuerte que jamás pudo imaginar presenciar. El otro chico se sentía fatal… Pidió de mil y una maneras existentes el perdón a Anís. Ella estaba llena de ira, de odio, de sentimientos oscuros. Jamás le perdonó. Cuenta la chica que el dolor que apoderó su corazón jamás ha desaparecido de él ni un ápice, ni un instante.

Muchos conoceréis la unión tan mística y especial que existe entre Pokémon y humanos juntos por amistad. Lazos irrompibles y firmes más allá del fin de los días…

Zorua, como ya sabemos, era fiel como nadie. Lo demostró. Y vaya que si lo hizo. Aún pasando a mejor vida, lloraba en los confines del cielo, porque el odio de Anís era dolor en su corazón. Cada vez que Anís recordaba a ese chico, Zorua era vilmente atravesado por dagas de empatía. Así pasó el tiempo… Y ni Anís ni Zorua pudieron más.

La pobre chica rezaba cada día por tener de vuelta a su preciado compañero. Zorua no podía aguantar más esa agonía… Y no es que llorase por las punzadas de su pecho; lloraba por saber que esas punzadas significaban que su amiga, su única amiga, su entrenadora, sufría por su culpa. Y Zorua también fue poseído por el odio de Anís…

Desterrado como ángel caído a las tierras del Inframundo, por sus sentimientos impuros y oscuros, decidió que era el momento de resurgir. Realizó un pacto de sangre con el mismísimo demonio. Le pidió volver a la Tierra. De cualquier forma, en cualquier lugar, no importaba la distancia ni el tiempo. Mataría a Riolu y a su amo… Y a todo aquel que se interpusiese.

El Rey del Inframundo vio en sus ojos su misma mirada. De alguna manera, ese pequeño Zorua poseía todo lo que él poseía: odio, rencor, maldad, oscuridad… Decidió que dejarle volver sería una forma excelente de hacerse notar en el mundo de los mortales. Era como si él mismo pudiese ir… Portado en un pequeño Zorua.

Zorua regresó de entre los muertos en forma del comienzo de la vida, de su vida. Un Huevo. Aquí entro yo: fui el elegido por él para que le llevase con aquel Riolu y aquel entrenador. El elegido para dejarle nacer… El elegido para acabar con su dolor.

Anís comprendió todo aquello con el simple hecho de hablar con la Enfermera Joy a la que le entregué a Painend. Cuando ella la llamó y le describió el aspecto de aquel ser, sintió cómo en su corazón algo se despertaba. Hacía mucho tiempo que no sentía un calor así en su interior. Desde hace muchos años; aquella vez que abrazó a Zorua por última vez.

La chica concluyó su relato con lágrimas en los ojos (o al menos eso daba a entender el cuadro de diálogos):

“Snif… Snif… …”

Tras un largo silencio, Anís tomó la PokéBall. Casi me da un infarto cuando vi en el juego cómo sacaba de ahí a Painend…

El pequeño demonio miró a Anís con curiosidad, pero con el odio distintivo que le tenía preso. Gruñía sin cesar.

“Grr.. grrrr….”

En ese momento tenía muchísimo miedo. De alguna manera pensaba que ese bichejo saldría de mi DS a matarme. Le había desobedecido en sus plegarias. Había jugado con el demonio… Y tenía mucho miedo a perder. La presencia de Anís en la sala me hacía estar ligeramente más tranquilo. Aunque tampoco creáis que demasiado…

Painend rodeó a Anís. Ella le miraba con mucha pena…

“Estás así por mi culpa… Yo te mandé mi odio hacia ellos… De corazón a corazón…”

Painend dejaba huellas de sangre con cada paso que daba. Aunque eso me daba cierto miedo y grima, la verdad es que en ese momento estaba más bien melancólico. Cómo debía sentirse Anís… Recordé el miedo que tuve a perder a un ser querido… Y ella lo había perdido, verdaderamente. Imaginar a mi hermanita pequeña hecha un demonio por mi culpa me haría morirme de pena.

Anís no pudo contenerse más. Abrazó a Painend. Podía apreciarse en el juego cómo tomaba a la criatura en sus brazos. Entonces se oyeron gruñidos y a Anís quejarse.

“Grrr… grrrrrrrrrr….” “Ay.. … ayy…”

Supuse que Painend estaba mordiendo a Anís. Sin embargo ella no le soltaba. Esta imagen me dejó de piedra… El amor que sentía por el Zorua que se encontraba debajo de ese monstruo era capaz de superar cualquier adversidad.

Pasado un rato, Anís abrazó contra su pecho a Painend. En este momento comenzaron a suceder cosas bastante chocantes:

La iluminación del bar se redujo. No dejaban de salir cuadros de texto en los que se podían leer potentes alaridos de Painend. Sentir el amor de Anís estaba haciendo mucho daño al demonio de Zorua. Painend mordía a Anís, o eso parecía, pues el suelo a sus pies empezaba a ponerse rojo brillante. Anís chillaba de dolor y lloraba, pero era fuerte. Era muy fuerte. Verla era toda una dedicatoria para la valentía y la fortaleza. El amor de esa chica era admirable.

Painend no quería rendirse; empujó a Anís, haciéndola caer al suelo. De las paredes brotaron sombras y sangre. El paisaje se estaba volviendo bastante tétrico y traumático… No podía creer nada de lo que estaba ocurriendo. Se podía oír el grito característico del Zorua original, pero bastante distorsionado con respecto al original. Daba miedo oírlo…

Anís se sentía muy triste de ver a su querido compañero así. A pesar de todo lo que le amaba y que daría lo que fuera por él, no se sentía con fuerzas para volver a tomarle en brazos. Lo cierto es que sangraba mucho y debía sentirse muy débil.

Con su último aliento, susurró unas palabras:

“Lucky… Por favor… Lucky…”

Entonces solo salieron puntos.

“… … … …”

Interpreté que se desmayó, o que estaba a punto de hacerlo. ¿Lucky? Debía ser el verdadero nombre de ese Zorua. En efecto, así era.

Esas llamadas de desesperación debieron surgir desde muy adentro de su corazón. Mucho más de lo que nadie podría imaginar nunca. Painend cayó al suelo. En redondo. Me invadió la angustia de que estuviera muerto. Ya no sabía qué pensar entre sucesos tan extraños…

Un montón de entes incorpóreas abandonaron el cuerpo de Painend… La pantalla se puso oscura unos segundos. Me apareció una frase en letras rojas sangre, derramándose y desapareciendo en la oscuridad… Decía así:

“We`ll return.” – Volveremos.

Volví al juego. Anís se había incorporado, aunque seguía herida y débil. Se acercó a Painend, que ya no debía ser llamado así: era un pobre y débil Zorua, o Lucky mejor dicho. La pesadilla había terminado.

Anís reanimó a Lucky. Este le miró con un cariño, entre un silencio en el que sobraban palabras, tan intenso… Que solo de imaginarlo hecho realidad me emocioné.

La chica, entre lágrimas de arrepentimiento, decía una y otra vez a su querido Zorua

“Perdóname… perdóname… perdóname…”

Tras un ratito así, en el que no pude evitar dejar paso a algunas lágrimas, Anís se dirigió a mí.

“Lucky murió en su día… Debe regresar.”

Sin yo manejar a mi entrenador, salimos de aquel lugar y la pantalla se puso en negro. Cuando la imagen regresó, estábamos en lo que parecía ser un puente (y que hoy sé que lo era), donde había una chica mirando hacia el horizonte. Anís bajó a Lucky de sus brazos y le dijo entre llantos:

“Debes… snif… irte…. Pero no olvides que… Snif… te querré siempre… Más allá de la eternidad…”

Lucky se aleja de Anís, con esa mujer, y ambos desaparecen. Anís rompe a llorar durante unos minutos… Pasado esto, vuelve a dirigirse a mí:

“Thor… …Gracias.”

Anís se va volando en un Pokémon. Mi menú Start se abre solo, y automáticamente guarda la partida… Al mirar mis Pokémon, tenía 5 de ellos completamente normales. ¿Ese hueco? Painend.

Muchas emociones por esa noche. Guardé la partida de nuevo y me acosté. Milagrosamente no tuve ningún tipo de pesadilla. A la mañana siguiente fui a desayunar.

Al ver a mis padres y a mi hermana, les di un beso y un abrazo a cada uno. He aprendido a valorar lo que tengo a mi lado… todo es efímero, pero la felicidad puede ser eterna.

Esa tarde de Domingo quedé con mis amigos. Sí, lectores, llevé mi consola con mi juego. No les conté nada de lo sucedido… Ni a ellos ni a nadie. Cuando les vi jugar, en un momento dado, uno de ellos se quedó muy sorprendido de lo que sucedía en el Puente Progreso. Una mujer que desaparecía misteriosamente.

Nunca sabrán quién es.

¿Y yo? Continué jugando. Cuando cargué mi partida no estaba donde había guardado. Estaba en la puerta de la Guardería…

Me llevé un gran susto al pensar que todo volvería a empezar. Sin embargo el anciano encargado no tenía nada para mí. Hoy sé que Zorua vive en paz allá donde esté, en armonía con el corazón de Anís, siempre unidos allá donde estén…

Hoy por hoy, nunca dejo de pensar en aquellas sombras que prometieron volver. Será el temor que invada mi vida para el resto de mis días. El temor del Juego del Mal.

Ah, lo olvidaba: Mis Pokémon devorados por Painend jamás regresaron. Sus cuerpos siguen en sus entrañas, su sangre en sus labios… Y su alma en sus manos.

El usuario que envió el post no ha proporcionado información sobre la fuente.

thor95

Please wait...

90 comentarios

El hecho que yo describa el cortarme una uña como:

«y de pronto la fría navaja separó la parte sobrante de la uña con un sonido caracteristico, cada centímetro de mi piel se erizó mientras las fibras de colágeno y queratina eran cercenadas con rapidéz letal…un escalofrío recorrió mi espalda y pensé » estoy cortandome la uña». Terminada la operación observé aterrorizada lo que la mutilación había descubierto, una repugnante linea de mugre negra como la más obscura de las noches sin luna….»

No cambia el hecho de que el corazón de mi historia, el hecho de cortarme una uña, no da el más mínimo miedo. Mucho ruido y pocas nueces. No apuesten todo a una redacción rebuscada.

Otra cosa…los detalles. La traducción de «dolor final» al inglés sería «final pain», no «Pain end», éso es literalmente: «Fin dolor».
«Acaba con este dolor. No me abandones.» se traduciría como «Finish this pain. Don´t leave me.»
“End with this pain” significa: «Fin con este dolor».

Detalles como ese y la exagerada descripción de situaciones remotamente escalofriantes (hombre, ¿quién se caga de miedo de madrugada o la hora que sea con un cartelito de letras rojas o un lindo muñequito con cuernos?, por momentos pensé que esto era en plan cómico) quitan la credibilidad y el interés de la historia. No lo digo de mala fe, crítica constructiva. Usas muy bien las palabras, pero te falta esencia….

la historia esta muy bien redactada y por momentos me recuerda a lordcraft… discrepo con pepino65, en una buena narración cada palabra que pueda describirte sensaciones cuenta y suma muchísimo. A ver cuantos pueden hacer sentir cualquier cosa a alguien que no conocen a través de palabras escritas en una impersonal página web. Se necesita talento y mucho más.

esta muy buena la historia ^-^…pero exagera mucho y me carga eso de ,señores lectores bla bla bla…yo se que quiere expresar como se sentia,pero esas palabras me cargan y hace que aburra…seria mejor poner tuve miedo …no podia aguantar,pero no poner opiniones tuyas en una historia…se quita la escensia….pero por sobre todo muy buena historia…me encantan estas historias de terror *-*

pues es muy buena historia y es cierto lo que dices…pero hay muchos rodeos y sinceramente,me aburrio un poco leer todo….falto centrarse mas en el tema y no dar tantos rodeos como dije…y menos exageracion…solo era un juego nada mas …aunque igual es razonable…pero sin mayor exagero ….pero aparte de todo eso…muy buena historia y excelente 😉

Anda pues a mi me ha gustado bastante, puede que sea un poco (muy extensa) pero la redaccion y el final se salen de lo comun, eso llamo bastante mi atencion. Quizas un par de cosas estan de mas en la historia pero me parecio genial, me ha sacado un par de sustillos y una que otra alegria, muy buena de verdad.

Que buena Historia, La Verdad Me Gusto Mucho Y Bueno Me Cage De Miedo xD Sigue Asi Que Lo Haces Muy Bien Escribiendo De Cosas Que Algunos No Nos Gustaria Vivir, Bien Hecho

*snif, sniff* que gran historia….¿te importaria que la use en mi canal de youtube? :´) te dejare el nombre del canal: BetoGreen983 ….si la uso, seria en tres partes…….

Muy buena la historia, es como una película, es hermoso, y se nota como en el momento en el que lo recordaste lo escribiste feliz, como si de verdad te hubiera ocurrido a ti en la realidad. Y perdóname por reírme es que a veces tus frases me eran un poco graciosas.

A mi me pasó eso pero con un heatran manchado de sangre con ataque extraños de tipos desconocidos me dejó Atrápalo luchaba con el usando esos ataques pero lo extrañó es que mataba a los entrenadores y los dejaba ensangrentados y con los ojos blancos luego desaparecían esto me asusto bastante así que lo deje libre
Luego me apareció varias veces estaba a nivel 80 cuando lo derrote se me puso la pantalla en negro durante unos 15 segundos luego aparecí en mi casa y sin mis pokemon ni dinero y mi madre del juego no estaba allí después rápidamente apague la consola y tiré el cartucho al suelo desde el séptimo pisó y al siguiente día mi madre me mando a tirar la basura y no lo vi mas……
era un pokemon platino.

¿quién dice que algo es imposible? parece raro .-. pero no significa que porque digas «no existe» que no exista… ._______.

Muy buena historia, casi me hace llorar. Me hizo mucho pensar. Es una de mis favoritas, aunque nunca he jugado el black. Por cierto, Cuales Eran esos 2 pokemon? Quizas con suficiente información de esta creepy pueda hacer un hack que rompa el corazón. Muchas Gracias! 5/5

Bro, no te ofendas pero un consejito.. al juego/creepypasta/o lo que sea… no lo hagas tan exagerado con el terror, por sino queres generar una cadena de suicidios xD (?).. y hace de la historia/juego algo entretenido, recorda que el terror no lo es todo.. fijate bien en la historia 😉 Salu2

Bro, no te ofendas pero un consejito.. al juego/creepypasta/o lo que sea… no lo hagas tan exagerado con el terror, por sino queres generar una cadena de suicidios xD (?).. y hace de la historia/juego algo entretenido, recorda que el terror no lo es todo.. fijate bien en la historia 😉 Salu2

Bro, no te ofendas pero un consejito.. al juego/creepypasta/o lo que sea… no lo hagas tan exagerado con el terror, por sino queres generar una cadena de suicidios xD (?).. y hace de la historia/juego algo entretenido, recorda que el terror no lo es todo.. fijate bien en la historia 😉 Salu2

asdasdsaas que carajo¡¡¡¡¡¡¡¡???????????
COMO un demonio no te pudo matar, parece que por suerte Pained(Lucky) no tem ató.XD
Muy buena

¡¡¡Amigo, me encanto esta historia!!!, muy entretenida.. muy larga!.. ah! y una cosa.. .Î. esto para el que comenten como unos gilipollas que no tienen nada que hacer… Vagos de mierda!, Salu2 😉

ah! y una cosa más, ¿la historia es real? pese a que pusiste «Leyenda» en el Título, y no quiero comentarios huebones como «ay!.. no existen CreepyPastas reales», porque no necesariamente tienden a ser falsas…

Espero tu respuesta, bro. Muy buena tu historia… ;D

Te felicito la historia está muy buena y bien redactada, y la chica que desaparece en el puente progreso es una chica fantasma que busca a su abra perdido… Bueba Creepypasta!!! =3 =D

ffffffffffffffffffuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuccccccccccccccccccccccccccccccccccckkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk es muy largooooooooooooooooooooooooooooooooooo

En realidad, este creepypasta puede ser real. ¿Y si este juego del que habla fue un hack? Yo creo que alguien creo esta historia, consiguió un juego PBlack y lo cambio.

En absoluto estoy de acuerdo con tu comentario amigo; la redacción es sublime, entrada en una cantidad de detalles que lejos de aburrir al lector, lo introducen en el contexto de la historia como si estuvieran viviendo cada escena en su propia piel… Son muy pocos los escritores que saben lograr este clima alrededor de sus letras. Fabuloso, sin lugar a dudas.

Lo que tú has hecho es extrapolar hasta lo absurdo un detalle con el que sí puedo estar de acuerdo: hay veces en que la trama principal se va por las ramas con lecciones morales y profundizando en detalles nimios de la familia por ejemplo. Pero en cierto modo le da encanto.

No es una «redacción rebuscada», es una obra de arte de la que se puede aprender mucho a nivel literario. Les sugiero que comenten con conocimiento de lo que hablan antes de comentar…

Muy larga, pero excelente, 5/5

Sinceramente, muy buena historia. El dominio de la palabra le otorga mucho y cuida también los detalles. Es un poco largo, pero creo que era necesario para involucrar al lector y hacer que el final impacte de la manera que se quería. Ojalá pudiera leer más cosas del autor o autora.

A mi me pasa algo raro… realmente es fastidioso.
Cada vez que libero un pokemon este regresa o en cambio se la vive siguiendome.
Un ejemplo de ello seria una vez que libere a un Tentacruel (o como se escriba) llamado Pulpi, el desgraciado no se queria ir, desaparecia y volvia a aparecer en el PC y cuando por fin se fue, lo primero que encontre al usar surf fue a un Tentacruel Nivel 59, pero con el mote que le puse ._. …

¿Quieres dejar un comentario?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.