Estoy atrapado en una pesadilla.
Todo a mi alrededor está oscuro. Incluso cuando hay una lámpara a mi lado, me estoy sofocando en esta obscuridad. Nunca me sentí tan solo en mi vida.
Sé que no estoy solo.
Allá afuera, el sol está brillante en el cielo. Burlándose, mofándose de mí. Veo su brillo en el cielo, pero de alguna manera sigue obscuro acá. Mi rango de visión es corto, no más de metro y medio hacia adelante. Es más una maldición que una bendición. Las luces brillan, pero no iluminan nada. Apenas puedo discernir el movimiento de algo viajando en cuatro patas desde mi visión periférica.
No sé adónde ir. No me queda sentido de la ubicación. Estoy absolutamente perdido. Una sensación de impotencia me engulle. Desearía nunca haber despertado esta desdichada mañana.
Atrapado en el olvido. Se repite una y otra vez en mi cabeza. Escucho garras arañando el pavimento cerca. He estado vagando afuera durante Dios sabe cuánto tiempo, prácticamente dándole la bienvenida a mi muerte. Mi única esperanza hasta este punto es que lo que sea que me esté acosando se encargue de desaparecerme rápido.
Parece que llegué a un callejón sin salida. Eco de pasos retumba detrás de mí. Cuando me volteo, todo lo que puedo ver son dos luminiscentes y brillantes ojos rojos. Yo creía que no podría estar más asustado de lo que ya estaba. Mi corazón está latiendo tan rápido que mi cuerpo se siente caliente.
Más cerca. Cada vez se acerca más y más, gruñiéndome, mostrando sus dientes. Algo está saliendo de sus fauces. Finalmente, camina hacia mí y sé que mi infierno se está acercando a su fin.
La bestia da tumbos hacia adelante y me sostiene violentamente. Siento sangre fría pasar por mi cuello, congelando mi cuerpo sofocado. El dolor es indescriptible, pero estoy seguro de que va a terminar pronto. Cierro mis ojos tan fuertemente como puedo, y rechino mis dientes tratando de ignorar los sonidos de mi carne siendo despedazada.
De repente me inclino hacia adelante, con mis ojos aún cerrados. Solo una parte del dolor se mantiene, y siento un tejido familiar en mis puños cerrados. Es mi sábana. Finalmente abro los ojos. Es de noche afuera, pero estoy muy feliz de que la experiencia hubiera sido enteramente mental. Muevo el suiche de mi lámpara, ansioso por llenarme de luz una vez más.
Mi corazón se ahoga. La luz brilla, pero mi cuarto sigue obscuro.
Estoy atrapado en una pesadilla.
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Meh