Verstand.

Era muy poco tiempo para afectarme de esa manera, muy poco para la gente promedio. Me afectó más de lo que pensaba, más de lo que mentalmente puedo resistir. Soy de esas personas que prefiere hablar con su mente que con personas, pues nunca te comprenderán, no les tengo confianza, en cambio la mente propia te consuela, te aconseja, es una maravilla. Hasta un cierto punto. En la preparatoria mis padres me llevaron con un psicólogo porque les preocupaba mi visión misantrópica de la vida, pero ellos no me entendían. Todos me veían como un bicho raro, pero lo que no pueden negar es que siempre les volaba el culo en las notas, eran inferiores a mí. En un día cualquiera en el patio de mi escuela charlaba con Verstand sobre chicas, estaba en plena pubertad, bromeábamos y nos burlábamos de las mujeres populares. «Mira a Florencia, de seguro tiene el pelo rubio porque sus hermanos le meaban la cabeza». En fin, chistes vulgares. Nos llama la atención una chica bastante poco común por así decirlo, era de estatura mediana, esbelta, ojos y pelo negro, pero una piel muy blanca. Violeta, en realidad era muy linda, era mi tipo. Cuando hablé con ella por primera vez fue cuando, educadamente, le di un poco de mi pan con queso cuando ella me pidió. Me arrepiento de eso. Cada vez que coincidíamos en un lugar no nos dejábamos de mirar, era muy adictivo verla, Verstand también me decía que diera el primer paso para tener algo, pues me decía que yo le gustaba y cosas por el estilo. Me declaré con un mensaje de Facebook, pero ella nunca me respondió. Desde el principio no encontraba buena idea declararme, pero Verstand parecía más entusiasmado que yo…

Estoy confuso, Verstand me habla todo el día de Violeta y me dice varias hipótesis de cómo tendríamos una relación, lo trataba de calmar, pero el se molestaba cuando lo había, no me gustaba la forma de actuar de Ver. Además Violeta está más distante que antes, no me mira, me siento asustado, no soy bueno en estas cosas, pero tal vez todo cambie si…

Se volvió todo insoportable, Violeta me trata con indifirencia, con una crueldad que me daña mucho. Trato de despejar mi mente, pero Ver siempre me habla de ella, que no pierda tiempo, que es algo pasajero la situación. En verdad Ver me está empezando a dar mala espina. Pasaron dos semanas y por fin pude hablar con Violeta. Me miró con una especie de ternura macabra, le dije que la quería, pero ella sólo me dijo «cariño, que pena, esto es solo una ilusión, despierta y date cuenta» con una lástima que era fingida. No le tomé mucha importancia, pero Verstand se molestó mucho conmigo, incluso me llegó a insultar y me mandó al diablo. Ni puta idea que pasaba…

No aguanto más. No puedo dormir, mis calificaciones bajaron, me llevo muy mal con mis padres, todo se volvió hostil. Verstand se volvió en mi contra y me recuerda todo el día a Violeta. Me sale hasta en la sopa. Me estoy volviendo loco, y lo peor era que mis padres y Vertand lo sabían, dejaron que todo fluyera mal para mí. Maldito el día que conocí a esa mujer…

 

Ha pasado tiempo de esto. Me siento mucho mejor que antes, Vertand volvió a ser como antes, aunque mis padres me abandonaron acá. No me importan. Solo sé que después de salir de este manicomio me iré al este de la ciudad, arrendaré una habitación y seré estricto para tomar los antipsicóticos en sus respectivos días…

 

Creación propia.

Lucas

Please wait...

1 comentario

¿Quieres dejar un comentario?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.