Esta historia fue hecha por mí, a una amiga le fascinaba que se la narrara, y me recomendó publicarla.
Ella era hermosa, no había hombre que no sucumbiera ante su belleza, sus ojos parecían estrellas azules, sus labios parecían estar pintados con sangre, su piel era clara como la luna, era hermosa.Pero la belleza está en el interior…¿no es así?
Un día ella despertó, había un hombre sentado en una silla al lado de su cama, dormido aparentemente, con una chamarra oscura y con el gorro cubriendo su cabeza, estaba mirando hacia abajo con los ojos cerrados y los brazos cruzados, la joven se le quedó mirando por unos breves segundos. El sujeto despertó silenciosamente, volteando a ver a la joven con delicadeza, cuando la voleó a ver una sonrisa se dibujó en su rostro, sus ojos reflejaron un amor increíble, como el de dos amantes.
La joven estaba asustada, aterrada para ser más preciso, se levantó y cubrió su cuerpo con una sábana blanca. El sujeto no paraba de mirarla con amor.
El joven extendió su brazo izquierdo hacia la cara de la joven y la acarició con delicadeza y dijo:
-eres tú…en serio eres tú…-
La joven lo miró asustada y le respondió:
-Qui…qui…¿quién eres?-
El joven alejó su mano de su rostro y se levantó rápidamente, tomó el rostro de la joven con ambas manos y acercó su rostro al de ella.
-eres tú, ¿no me recuerdas?- le preguntó el joven mirándola con ojos de súplica, luego apartó su mano derecha y se quitó el gorro, dejando caer su cabello castaño claro.
.no, ¿quién eres? ¿qué quieres?- le preguntó la joven con miedo.
La cara del joven cambió rápidamente, sus ojos mostraron odio y desprecio, su boca mostró una especie de mueca, como la de un lobo gustándole a alguien entrando en su territorio. Tomó la cara de la muchacha con fuerza, la joven lo miró con terror. El joven se levantó con la joven, la llevó hacia un espejo que estaba en el muro al final de la habitación y la reflejó en él.
-¡no, no eres tú!¡estás hueca!¿¡ qué pasó contigo!?- le gritó el joven con rabia.
-¡ no se de qué me hablas!- le respondió la joven con miedo.
-¿no recuerdas nada?¿¡nada!?- le preguntó el joven fúrico.
-¡no!-le respondió la joven todavía más asustada.
La ira del joven se volvió palpable, soltó a la joven y se alejó con las manos en la cabeza, maldiciendo en idiomas extraños. Una gran nube pasó por encima de la ciudad, oscureciendo todo.
-¿podrías expli…-la joven no pudo terminar su pregunta.
-¡¡cállate!!-le gritó el joven, las luces se prendieron de forma agresiva, el destello fue increíblemente intenso , luego se fundieron los focos. La joven estaba asustada y la oscuridad que había sumido a la ciudad no ayudaba a tranquilizarla, con pasos temerosos se acercó a la cama y metió la mano debajo de la cama, sacó una caja con velas y cerillos, y las colocó en lugares alejados, para poder iluminar la habitación.
-eras diferente…pero estabas deprimida por las otras niñas…-susurró el joven a la chica.
-¿ de qué hablas?- le preguntó la joven con miedo.
-¡hace 15 años, tenias 8 años, tenías las cicatrices de cuando tuviste el accidente en el auto de tu padre!-le respondió el extraño con una lágrima acariciando su mejilla derecha.
-¿cómo sabes de eso?¿quién eres?-le preguntó con miedo e intriga.
-¡soy yo, Kathy, soy Josh como tú me llamabas!-le respondió, las llamas de las velas crecieron de forma descomunal, como si se estuvieran alimentando.
-josh, Josh…pero sí tú no eres real- susurró la joven confundida.
– ¿ creíste que solamente era tu amigo imaginario?¡ yo estaba escuchando tus lamentos y tu dolor!- le dijo con sarcasmo.
-¿no eras mi amigo imaginario?-le preguntó con cierta confusión.
-¿amigo imaginario?¡yo vengo del mismísimo infierno!¡yo fui a ayudarte , yo te amaba!-le gritó el joven para hacerla recordar.
La joven tenía un amigo imaginario de pequeña, un joven llamado Josh, él apareció después del accidente que tuvo, las otras niñas se burlaban de ella después de lo que había ocurrido, siempre se burlaban de sus cicatrices.
-no…no…yo nunca me lamenté…-le respondió la joven.
-¡claro que sí!¡ me llorabas, decías que te dolían sus burlas!¡y te volví tan bella como yo te veía!¡hice que todas se olvidaran de tus cicatrices, tus padres, todos, hice que se olvidaran de lo que querías olvidar!¡ te dije que me tenía que ir por un tiempo!¡que había infringido las reglas!¡dijiste que te visitara cuando volviera y que nunca me olvidarías!!- le recordó el demonio.
-¡yo siempre he sido como soy!- le gritó Kathy.
-¡ mírate en el jodido espejo!- le ordenó el demonio.
Kathy se miró en el espejo, su cara tenia cicatrices que surcaban su rostro, uno de sus ojos estaba blanco y sus labios estaban casi partido por la mitad. Kathy cubrió su cara y luego la descubrió , para darse cuenta de que era una ilusión.
-¡No, no!¡siempre he sido hermosa!-gritó Kathy.
-¡eres hermosa porque yo te veía hermosa!-le dijo el demonio, la tomó por atrás de la cabeza y estrelló su cabeza contra el espejo, la sangre brotaba de las cortadas que le causaron los vidrios rotos, luego la lanzó a la cama y se colocó sobre ella.
-¡ahora todos verán como yo te veo!- le sentenció antes de que ella se desmayara.
La joven despertó el día siguiente como si nada hubiera pasado, todo parecía una pesadilla distante, la joven se levantó en ropa interior y caminó al espejo.
-No…no…no es verdad…- susurró Kathy, su cara estaba hecha pedazos por así decirlo, sus labios parecían una flor marchita y pisoteada, sus ojos perdieron ese brillo de vida, uno de ellos estaba negro, tenía moretones por todo el cuerpo y tenía espacios en la cabeza donde le faltaba cabello.
En el espejo se podía, observar unas palabras carmesí escritas sobre la cabecera de la cama. Kathy se dio la vuelta y se acercó a las letras, estaban escritas con sangre, decían: «todos verán lo que yo veo»
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2 comentarios
Muy buena historia! 😀 hace mucho que no leo una asi
gracias, se aprecia
Por autor de la entrada