Sueño (Desde aquella vez).

Esta es mi primera creepypasta, es la primera que escribo así que no vayan a ser tan malos conmigo!!! n_n

 

Abro mis ojos y me encuentro en un cuarto oscuro, rodeándome una densa niebla. Volteo hacia un lado y veo una puerta en la cual se dibuja una línea de luz en la parte de debajo de la misma. Me dispongo a baja de la cama, mis pies desnudos tocan el piso y siento una especie de liquido espeso y caliente, con miedo y con la sensación de que alguien me observa camino hacia la puerta, al tocar el picaporte siento un resoplar frío y solo cierro los ojos esperando a que ese resoplar termine.

 

Después de unos segundos el resoplido cesa abro los ojos, pensando que a lo mejor es solo mi imaginación, pero aun veo esa puerta y mi mano en el picaporte. Abro la puerta con temor tratando de prepararme para lo que logre encontrar en el otro lado.

 

Al abrir por completo la puerta mis ojos son cegados por una luz muy brillante, depuse de unos segundos mis ojos se acostumbran al brillo de esa luz, solo para observar que estoy en mi casa y de donde salgo es mi cuarto.

 

Al dar el  paso hacia el pasillo dejo de sentir ese espeso liquido que mojaba las plantas de mis pies en mi cuarto, al mirar hacia abajo veo sorprendido y con miedo que ese liquido es sangre, es tanta que su color se torna negro ya no tiene ese rojo que caracteriza a la sangre.

 

Camino hacia el medio del pasillo y cierro la puerta de mi cuarto, todo se ve tan claro, las cortinas limpias, el suelo reluciente el viento fresco que siempre se ha sentido por ese largo pasillo. Pero hay algo que no me cuadra ¿Y mi familia? Seguro están en la  sala como siempre acostumbramos o tal vez cada uno esta en sus cuartos descansando.

 

Me dirijo hacia la sala pero no encuentro a nadie, paso de cuarto en cuarto para ver si encuentro a alguien, pero nada. Estando en el cuarto de mi abuelita observo el reloj que tiene colgado en la pared – 02:30 PM, ¡Claro, deben estar en el comedor! – ya que acostumbramos comer a esa hora. Me dirijo con entusiasmo hacia el comedor y entonces, como o había pensado, toda mi familia están conviviendo en el comedor, todos ríen, platican de lo que hicieron en el día y con la alegría que los caracteriza.

 

¡Hola familia! ¿Cómo están? – nadie contesta, a lo mejor por el ruido que hacen no me escucharon, me dirijo hacia la cocina y me siento arriba de la barra, observo como mi madre y mi tía están dando los últimos toques a la comida, todo huele delicioso. – ¡Hey ma, pásame un vaso que quiero agua! – y ni siquiera me voltea a ver. En ese momento empecé a sentir el ambiente muy raro.

 

Me acerco a mis primos para hablarles – ¡Jorge, Diana, Lety ¿Me escuchan? – y nada. En ese momento empecé a sentir que un miedo me invadía, un temor tan horrible que sentía que mis ojos se llenaban de lagrimas, por mas que quería llamar la atención de mi familia, ninguno me hacia caso. De repente una neblina, parecida a la que había visto en mi cuarto empieza a salir de por el pasillo, poco a poco esa neblina envuelve a mi familia y la luz blanca que tanto brillaba se empieza a tornar roja y lúgubre. Por instinto volteo hacia mi familia solo para observar con terror, como sus caras de comienzan a descarnar, la piel de sus brazos se empieza a caer, ríos de sangre salen de sus ojos oídos y boca, poco a poco mi familia se convierte en un mar de huesos y sangre.

 

Por el miedo que me invadía, corrí lo más rápido que pude hacia el pasillo dirigiendo a mi cuarto pensando que posiblemente ahí me sentiría mejor ya que entre la oscuridad no me daba tanto miedo que lo que había visto.

 

Abro con desesperación la puerta de mi cuarto, de nuevo mis pies se llenan de la sangre que emanaba del suelo de mi cuarto, apresuradamente entro y cierro la puerta, subo a mi cama de un solo brinco y con las sabanas me tapo los ojos, temblando de forma desesperada por el miedo e implorando que solo fuera un sueño.

 

De repente mis ojos se vuelven a abrir, me enderezo de mi cama y observo que todo esta normal en mi cuarto, la computadora destruida, los muebles de mi cuarto quemados al igual que la cama, el colchón y las sabanas que la cubren los cristales de mi ventana destruidos y la puerta partida a la mitad.

 

Salgo de mi cuarto y observo con alegría que mi casa esta tal y como siempre ha estado, las paredes negras, las cortinas y los muebles hechos cenizas.

 

Ahí fue que me di cuenta que todo lo que viví era un sueño, un sueño que no me ha dejado dormir, ese sueño que siempre tengo desde la vez del incidente.

 

Desde aquella vez que morí.

Creación propia

Eli Snchez

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4 comentarios

PUES PARA SER LA PRIMERA ESTUVO MUY BIEN EHHH EL FINAL SE PUEDE PREDECIR INCLUSO ANTES DE LLEGAR A LA MITAD PERO AUN ASI … BUENA REDACCION 😛 ME GUSTO

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