llegue a casa un día después de trabajar cansada y sin ánimos de nada, tome un café y comí un pan, me asegure de que la puerta de enfrente estuviese bien cerrada y luego subí directamente a mi habitación.
mi casa no era muy vieja, era un departamento mas bien individual, vivía sola son mi gato y un perro que Nombre Lilo, solía acostarse en la orilla de mi cama a Hacerme compañía durante la noche. No tarde en quedarme dormida.
Derrepente escuche como azotaban la puerta de mi habitación, abrí los ojos y me extrañe, puesto que siempre duermo con la puerta cerrada, y en efecto estaba cerrada. Note que mi perra no estaba en la cama y comenze a escuchar extraños ruidos de la planta baja, como si hurgaran la basura. Pensé para mis adentros que se seguro era mi perra que hacia travesuras, pero luego escuche que movían libros, cucharas… Algo buscaban, ¿Pero que? ¿Era acaso un ladrón?. recordé que había cerrado bien la puerta de entrada, asi que me levante y encendí la lampara que estaba a un lado de la cama.
Mi perra dormía plácidamente en el tapete y el gato dormía sobre la ropa sucia.
Tome con valentía un pesado florero que fue herencia de mi fallecida bisabuela y tome el picaporte lista para correr y estrellar el florero en la cabeza al ladron, en ese momento escuche como abrían la puerta… pasos pesados, parecía que llevaban botas, y después cerraban de un portazo.
cuando baje las luces estaban apagadas, encendí todas. No había Nadie. nada estaba fuera de lugar. los candados de la puerta estaban puestos tal y como los puse.
Desde ese día no volví a dormir bien, tengo miedo que «eso» vuelva.