Me desperté entre la oscuridad de aquel lugar, no tenía idea de cómo ni cuándo había llegado hasta ahí, todo era tan extraño, como si me encontrara en algún sitio donde en tiempo se haya detenido y la noche fuese eterna. Trate de levantarme y al hacerlo sentí un dolor punzante de la parte de la cadera hacia los pies, pero aun con ese dolor lo conseguí, al dar el primer paso sentí que pesaba más de lo normal mientras que al apoyarme punzantes dolores como aguijonazos iban de mis piernas a mi cerebro. Mis ojos no conseguían ver casi nada más que unas siluetas en la oscuridad envolvente que nos envolvía a mí y a esos bultos grises y negros que se encontraban en el suelo, de momento me sentí entumido, así como cuando te levantas de la cama después de haber tenido una noche cansada y de dormir en una posición incómoda, entonces me estire solo para que al hacerlo sienta un dolor terrible en la espalda –aghh-, al llevar mis manos a la altura de mis hombros en mi espalda sentí mis huesos saltados, pelados y fue entonces que entendí que mis alas ya no estaban, sentí un ardor al tocar la piel que no fue curada y que al estar en el suelo se lleno de tierra, polvo o ceniza, lo que sea que este en ese lugar y ya que por la falta de luz no podía distinguir. Como sea trate de hallar una salida, apenas di unos cuantos pasos cuando me tope con algo, me incline para tocar que era, sentí una piel tensa, áspera pero tibia a la vez, empecé a explorar qué o quién era y distinguí uno de sus brazos, se sentía fuerte, de músculos duros y lleno de vellos gruesos, pase mis dedos por su hombros y la piel era igual, fue cuando llegue a las espalda que me di cuenta que era como yo…
-un desalado- me dije en voz baja y fue más como un pensamiento que no entiendo porqué salió de mis labios, de momento escuche su voz:
-¿ya terminaste de jugar con mi espalda?- una voz ronca que al escucharla me hizo fijarme en el en la oscuridad, como si supiese exactamente donde estaba su boca.
-n… no estaba jugando so… solo pase las manos porque te tope en el suelo
-es igual, no se a donde pretendes ir si a todos nosotros nos harán lo mismo que a los que ya se llevaron.
– ¿los que ya se llevaron?
-¿que a caso eres ciego o qué? No te has fijado que cada cierto tiempo esos malditos vienen y se llevan a cinco de nosotros para sus malditos experimentos?
-pues la verdad me acabo de despertar y no se dé que me hablas.
-jajaja entonces eres el que sigue…
Al oír esta advertencia sentí un que algo se me subía a la espalda y se detenía a la altura de mi nuca, fue como una descarga eléctrica que jugaba a escalar lentamente. ¿Yo el siguiente? ¿Será que yo nada más seguía durmiendo mientras que todos estos solo están esperando su hora? ¿Y porqué dormí tanto? Seguí haciéndome preguntas como esta sin encontrar respuesta hasta que de pronto escuche el rechinar de unas puertas, bueno más bien como portones pesados que no habían sido aceitados en años, al voltear los vi, entraron como diez o doce de ellos y todos con su traje blanco, algunos manchados de algo que parecía ser sangre o lodo, el gran resplandor que emanaba aquella salida era algo cegador después de ya haberme acostumbrado a la oscuridad que reinaba en aquel lugar, de pronto escuche hablar a mi “compañero” con el que platique hacia unos minutos, decía frases en un idioma raro, lengua antigua y muerta pero alcancé a entender la palabra santi y un odio enorme recorrió mis venas, un odio candente que invadió todo mi cuerpo cuando de pronto sentí como mis brazos eran sujetados con una fuerza colosal y al volverme me tope con uno de esos que deberían arder en el infierno, y detrás de él otros dos… -te dije que era tu turno- dijo esa voz ronca que se volvió casi un susurro mientras al final se termino convirtiendo en una carcajada.
Me tomaron entre los tres y me levantaron, al hacerlo golpee con todas mis fuerzas el suelo y el dolor llego de repente más un desconcierto enorme, el sonido que produce el metal al chocar contra algo solido, algo le habían hecho a mis pies y piernas, esos malditos de traje blanco jugaron conmigo mientras yo estaba inconsciente y grite lo más fuerte que pude, un rugido salió de mi garganta por un breve tiempo ya que uno de ellos puso sus asquerosa manos en mi boca, tenía un olor nauseabundo, que quemo mi nariz con tan solo inhalarlo, tratando de líbrame de sus manos, puse toda mi fuerza que me quedaba pero fue en vano, de pronto sentí un piquete en mi cuello, mi vista se puso borrosa más de lo que ya estaba pero distinguí las figuras blancas que se abalanzaron contra aquel portón de donde me sacaban a toda prisa, a mis lados mas y mas figuras blancas cruzaban hacia esa entrada y escuche mas gritos sordos, ásperos, roncos que provenían de ese agujero negro del que salí, poco a poco todo se apago…
Desperté de nuevo atado a una camilla casi vertical en algo que parecía ser un laboratorio o un consultorio, lleno de camillas, sabanas, batas, estuches con agujas, también habían gasas, hilos, tijeras y en una mesita de metal acomodados en orden tenían pinzas, sierras, cuchillos y demás, todo estaba iluminado pero quieto, vacio solo que a mi alrededor mas como yo, cuatro en total con la cabeza hacia abajo como dormidos o muertos, uno estaba con el cuerpo intacto pero algo sucio, dos tenían tubos que salían de sus brazos hasta su cuello y el otro no tenía un brazo, tenía una especie de garra chamuscada –que te han hecho?- pensé, y al mirarme vi con asombro que mis pies estaban descalzos como siempre han estado pero tenían incrustaciones grises brillantes que sobresalían de mi piel, recordé entonces aquel sonido que hicieron al golpear el suelo, por eso los sentí pesados y con dolores, ahora tengo implantes metálicos en lo que alguna vez fueron huesos junto con dos garras y dedos, estaba mutando a algo asqueroso.
Transcurrieron los minutos sin que nadie aparezca por las puertas que se encontraban a los costados de aquel laboratorio, mientras tanto intentaba zafarme de las ataduras que mordían mis manos fuertemente pero sin conseguir nada, probé mis pies y aun funcionaban, como si esas estúpidas barras de metal siempre hubiesen estado ahí, funcionaban a las señales que mi cerebro les enviaba pero pesaban y causaban dolor, ¿Cómo podría andar ahora si ya no tengo alas porque fueron arrancadas y mis pies pesan demasiado? –No es momento de pensar en el futuro sino ver cómo salir ahora- masculle entre dientes, sentí que mis orejas de pronto se movieron en dirección a un sonido captado, curiosamente desarrolle eso hacía años, cuando me percataba de algún sonido raro o quería poner atención a algo mis orejas giraban en torno al lugar de donde provenía, algo así como un detector y me ayudaba a ubicarlo mejor, se escuchaban gritos, gruñidos, eran bestias atacando, los reconocí pues ya había topado a esos seres sin razonamiento en uno de los desiertos más hostiles de la tierra, antes el supremo me mandaba a varias misiones de exterminación o servía como mensajero… Claro!! Ya recordé como llegue a este sitio condenado, el Supremo me dijo que tenía que hacer una entrega pero no debía llamar la atención con mi forma real, debía de meterme en un disfraz de hombre, me encomendó llevar seis carros de cargamento hasta un viejo pueblo en donde ya ningún ser humano se atrevía a pasar por la guerra constante ente ángeles y demonios que se libraba ahí desde hace siglos, me subí al frente del cargamento y empecé a llevarlo tirando de las riendas de los caballos, eran bestias fuertes, a unos cuantos kilómetros de llegar fue que me tope a un grupo de seres, estaban vestidos de monjes y no se les veía la cara, se abalanzaron hacia mi y a mi entrega, fueron esos mismos que me tienes aquí atrapado, apenas tuve tiempo de abrir mis alas para escapar cuando me atraparon y me golpearon hasta hacerme desmayar.
Seguí escuchando los disturbios de mis alrededores cuando de una de las puertas entro alguien, lo vi fijamente y me sonrió sarcásticamente:
-creí que ya eras historia- inmediatamente reconocí esa voz.
-sentí un alivio cuando se acerco a mí y con uno solo de sus dedos rompió mis ataduras y caí arrodillado, me incorpore inmediatamente…
-¿liberarás a los demás?
-¿qué? Ja ellos ya no están aquí, están muertos y por suerte tu corazón sigue bombeando, me sorprende. Ahora sígueme si quieres salir de aquí.
Me guiaba por un laberinto de pasillos mientras poco a poco yo recobraba mis fuerzas, fue entonces cuando le pregunte:
-¿como fue que llegaste hasta aquí o como es que conoces este lugar?
-mira si te digo no lo entenderías.
-he visto que también tenias alas.
-tú lo has dicho, tenia, los otros me las quitaron igual que a ti para que no podamos ir con el Supremo a decirle lo que ha ocurrió, pero me entere que los blancos tienen una liquido, más bien un conjuro que hace que cures tus heridas y regeneres parte de tu cuerpo, cada uno de ellos carga una dosis por lo que se les presente.
Cuando escuche esto en mi mente paso la idea de matar a uno de esos y quitarles su “suero regenerador” y así poder ir con mi Señor para que tome partido de esto. Este lugar debería desaparecer por completo junto con sus residentes para siempre.
Después de recorrer el laberinto de pasillos llegamos a una puerta que conducía a un patio grande.
-cuando te sacaron, los demás oímos tu grito de batalla e inmediatamente arremetimos contra la puerta mientras te sacaban, los superábamos en número pero no en fuerza, aun así debíamos hacer algo por salir de esa prisión.
-lo recuerdo- le dije.
-esto va por lo que me hicieron- empujó la puerta.
Al abrir la puerta del patio ante mis ojos en esa noche eterna hay un mar de cadáveres y otros más luchando entre sí en donde mi compañero se lanzó, trozos de cuerpos, pedazos de huesos, sangre, plumas de ángeles, esos malditos deben morir y yo debo ir con el Supremo a decirle sobre esto, todos estos deben morir, ahí ay uno de esos y ya vi ese suero del que me hablo mi compañero, lo necesito, es momento, necesito recuperar mis alas y librarme de estas partes humanas que aborrezco, estúpidos dedos ¡quiero mis garras completas de nuevo!, malditos ángeles deben morir junto con los demás que aquí viven, aquí voy…
1 comentario
😮 ME GUSTOO, IMAGINO QUE EXISTE UNA SEGUNDA PARTE…. ESPERO QUE LA HAIGA PORQUE ME QUEDE CON VARIAS DUDAS :O