Quien dijo que los ángeles eran buenos?

Siempre le hemos tenido confianza al ángel de la guarda, creemos que nos protegerán por siempre, en nuestras oraciones los mencionamos como si fueran una especie de héroes que nos salvarán de nuestros momentos mas agonizantes, te reto a que: después de la historia que te relate, ¿volverás a creer en ellos?.

Erase una calurosa tarde de verano, un joven con un empleo mediocre y una vida sexual fracasada sonreía hipócritamente hacia la clientela obesa del restaurante de comida rápida donde trabajaba, se llamaba Gonzalo y su apatía por el estudio lo dejo en un agujero de grasa. A las 10 de la noche era su salida, iba a casa y veía televisión por horas, con una cerveza en la mano se embriagaba solo tratando de olvidar sus problemas, tales como : su familia lo rechaza, su novia lo dejo, no tenia futuro prometedor que presumir y fuera de todo, era diabético. Un día se acordó de la revolver que su abuelo le había dejado «en caso de emergencias». En pequeños instantes le vino a  la mente el deseo de acabar con su propia vida e inmediatamente, saco el arma cargada y se apunto a la cabeza. Con los ojos cerrados y con el dedo indice tembloroso, recordaba sus buenos momentos de su vida que por cierto eran escasos.

Con la revolver bien puesta en la cabeza, Gonzalo escucha una voz ronca y con poca fuerza -házlo- dijo la voz ronca. Gonzalo sorprendido habré los ojos, ¿de quien era esa voz y como se metió a su casa?; Gonzalo observa al ente que trata de hacer que se suicide. Con un poco de nerviosismo Gonzalo pregunta – ¿yyy t-tu q-q-quien e-er-eres?- el ente solo responde -solo hazlo-. Gonzalo notaba que algo estaba mal, ¿como antes de cometer suicidio aparecería un ente así de la nada?. Gonzalo decide por huir, abre la puerta de su casa y sale a toda velocidad por la banqueta, el ente lo empieza a perseguir. Gonzalo ya no podía mas y decidió enfrentar al ente, los débiles golpes que trataba de conectar no hacían nada con el ente. Esta aparición lo tomó por el cuello y lo levanto con su mano derecha, con la mano que sobraba, el ente lo empezó a masacrar con sus uñas abominables, rasgandole el torso y el cuello.

Un Gonzalo agonizante, observa al ente y se dio cuenta de las enormes alas que tenia, tenia una túnica blanca y el cabello un poco largo, con un tono débil Gonzalo pregunta -¿dime, quien eres?- el ente le responde -soy tu ángel de la guarda-.Gonzalo no se lo podía creer -¿y por qué me hiciste esto?, se suponía que me tenias que proteger, ¿por qué no me ayudaste? te necesitaba y me haces esto, se suponía que eras bueno- y el ángel solo responde -¿ y quien dijo que los ángeles eran buenos?

creación propia

lujanrocks