¡Hola a todos! Les traigo una historia de terror que hice en el colegio durante mis horas libres xD. Nunca escribo, y este es el primer relato que hago, así que tómense la libertad de corregir mis errores tanto ortográficos como de la narración en sí, pero delicadamente, no rompan mi frágil corazón(?. Bueno, espero la disfruten. ¡¡Puntúen y comenten!!
Una noche fría y oscura una mujer caminaba solitaria por un sendero. De repente, se llevó una gran sorpresa: alguien la seguía. Desde el comienzo de su trayecto no se había percatado de esto, ya que estaba absorta en sus pensamientos.
Al prestar más atención a su acompañante, sin todavía sentirse asustada al ser ella una agente encubierta y estar acostumbrada a ser perseguida, notó que era también mujer, cuya cara pálida y aspecto demacrado la preocupó. Estaba ataviada con un vestido de enfermera algo sucio. Caminó hacia ella y le preguntó qué le sucedía, si se encontraba bien. Cuando estuvo a dos pasos de la enfermera, la extraña sonrío frívolamente y extendió sus brazos y sus dedos de forma sobrehumana, dejó ver sus ojos reales, los cuales eran enormes, negros y vacíos como el abismo, y envolvió a la mujer con unas membranas que salían debajo de sus extremidades superiores. En ese momento le dijo, en un tono no muy tranquilizante:
-Todo va a estar bien, nosotros te curaremos.
¿»Nosotros»? Pensó la mujer. Estaba aterrada, pero aún podía pensar con claridad. Cualidad necesaria para su trabajo.
Se desvaneció. Luego de seis horas aproximadamente, despertó. Se dio cuenta de que estaba en un cuarto completamente blanco, sin ningún tipo de objetos en el. O eso había pensado, ya que su vista estaba nublada, pero cuando se normalizó, vio que estaba en lo que parecía ser un quirófano.
Desesperada comenzó a gritar y tratar de buscar la salida. En el zénit del volumen de sus gritos, se apareció de la nada detras de ella, la enfermera que había visto anteriormente, esta vez acompañada de dos monstruos con la misma apariencia que ella en cuanto a su anatomía, pero vestidos como cirujanos y con máscaras de oxígeno. Ellos eran corpulentos y presentaban una asquerosa viscosidad en su piel. Parecían sacados de una película de zombies, pero estos no eran computarizados, no. Eran reales, tanto como la desduchada mujer.
La enfermera tenía esta vez cables conectados a su cabeza. Podrían confundirse con un extravagante cabello parecido al de un «cybergoth». Se la veía disfrutar del miedo y sufrimiento de aquella mujer, de aquella pobre e indefensa criaura, dotada de una belleza que deslumbraba, considerada imperfecta por esos demonios. Quizás ese cruel engendro encontraba este panorama algo… excitante.
-Dije que te curaríamos y cumpliremos nuestra palabra. Estarás bien en nuestras manos.
-¿QUÉ ME HARÁN? ¡ESTOY COMPLETAMENTE SANA! ¡NO ME LASTIMEN, POR FAVOR!
-No estás sana, cariño. Etsás loca. Eres imperfecta, y además de curarte de tu defectuoso estado mental, te perfeccionaremos. Aunque tienes una rara habilidad en humanos: eres inmortal. Queremos eso.
-¡SE LOS RUEGO! ¡DÉJENME!
-¿Qu¡e es lo que ves cuando sales de tu casa? ¿Árboles? ¿Personas de los tamaños, caras y personalidades más variopintas? ¿Belleza? ¿Felicidad, tristeza, nervios, emociones? Eso ya no existe. Hace ya 3.566 años que eso se convirtió en una mentira. Ahora estamos en su lugar nosotros, seres perfectos con inteligencia extrema, resistencia a las condiciones ambientales más mortales, sin sentimientos. Sin más preámbulos, atrápenla doctores.
-¡DÉJENME POR FAVOR! ¡NO QUIERO SER «PERFECTA»! ¡SOY FELIZ ASÍ!
-No eres feliz. Nunca lo has sido, y lo sabes. O al menos nunca lo demostraste, nunca agradeciste lo que tenías. Comiencen doctores.
La mujer fue torturada física y psicológicamente. Desfigurada, golpeada, violada, apuñalada, y sobrevivió. Expuesta a gases venenosos, temperaturas extremas, información nefasta de la vida actual y sobre qué había pasado con los humanos y demás habitantes de la Tierra, ingresada por medio de cables conectados a su cerebro, y sigue sobreviviendo, sin que su forma humana, imperfecta y atroz según los seres extraños que tuvo la desgracia de conocer, se doblegue ni se extinga, siempre en el quirófano y en el sendero, repitiéndose una y otra vez la misma historia. Lástima, no tuvo (o no quiso tener) la chance de apreciar su mundo.
Creación propia :3
Azul Zombie Nyan