No la dejes sola con los niños

Basada  en hechos reales

Fue un día feliz igual que todos, yo compartía con mi esposa Jennifer al igual que con mis hermosos tres hijos; Andrea, Alexander y mi bebe Isaías. Todos los días eran iguales de bellos, aunque no se, pero pareciera que siempre se repetían los mismos diálogos en la casa como una grabadora, pero a mi no me importaba ya que casi nunca pasaba tiempo con mi familia por mi trabajo.

Ya mi vida era muy repetitiva, de paso que cada vez que quería salir de casa, mi mujer no me lo permitía, siempre me  decía;

“no dejes a los niños solos conmigo”

Siempre me dejaba convencer fácilmente por esa bella mujer. Todas las noches los niños lloraban diciendo mi nombre, pero Jennifer iba a su cuarto a calmarlos, así que después que se durmieran los niños, Jennifer y yo dormíamos….bueno eso era lo que ella pensaba que hiciera, ya no aguantaba mas la rutina así que iba a salir de la casa a escurridas.

Apenas abrí la puerta, note que me encontraba en  unos pasillos como de un hospital, volteo a ver la puerta que había traspasado, observe que decía en un letrero un nombre que yo no conocía(Enrique Macuare) con el número acompañándolo, el cual era 701,Quede paralizado al ver eso, pensé;

“¿como llegue hasta aquí?, ¿Por qué estaría en un hospital?””Ese no es mi nombre, el mío es Ander Masías”

Seguí caminando despacio por el pasillo del extraño lugar, que parecía más un manicomio de mal gusto que un hospital. Hasta que me encontré con un enfermero diciéndome;

“Señor debería estar en su habitación”

Yo confundido pensé que era un sueño extraño, pero lo extraño era que no despertaba. Pensé que si tal vez volvía por la puerta donde vine, tal vez vuelva, Así que fui a la puerta 701 para salir de ese tétrico sueño, al momento que voy llegando a la habitacion escucho a mis hijos gritar, entro rápido…..veo que mis hijos están bien, me dijeron;

“¿adonde fuiste papi?””¿Por qué llegas tan tarde?”

Por nada podía dejar de pensar en lo que había pasado al respecto, quede con la incógnita si fue un sueño o la realidad. En fin siguió la misma rutina de todos los días,  pasaban y yo seguía  inquieto por eso, así que un día volví a escaparme  por la madrugada en busca de respuestas.

Hice nuevamente el  recorrido por el hospital hostil, donde una niña se me acerco preguntando por que jamás salía de mi habitación, yo le respondí diciendo que estaba equivocada que yo no residía aquí.

 

Me tope con un enfermero nuevamente según el, era el quien siempre me ha atendido, este me dijo;

“Señor enrique vuelva a su habitación”

Yo le respondí;

“Yo no soy enrique, yo me llamo Ander “

El me dice;

“Claro que no, hasta su misma esposa esta aquí hospedada en la habitación 803”

Se me hizo difícil creerle, Hasta le afirme varias veces molesto que ella me estaba esperando en la casa con mis hijos, Le dije al enfermero que me acompañara para que viera que yo tenía la razón. Pensé que apenas abriera la puerta volvería a mi casa…. Pero no fue así, abría y cerraba innumerables veces, lo único que había adentro era una cama vacia con una foto de mis hijos.

El enfermo me dijo que mi nombre era enrique macuare, también me dijo cosas perturbadoras como que el nombre de (Ander masías) fue inventado por mi mismo, obsesionado con mis difuntos hijos, me explico que era “An” de Andrea “der” de Alexander y  “masías”  de mi bebe Isaías. No me lo puedo explicar… le dije al enfermero que me dejara descansar un momento, Trate dormir para salir de esa pesadilla…  pero no funciono, yo me seguía encontrando en ese cuarto vacio viviendo de un sueño.

Fui a buscar el cuarto 803 donde presuntamente estaba mi esposa Jennifer, al fin encontré el  cuarto y vi en la puerta otro letrero que le daba la razón al enfermero que decía (Jennifer Macuare). Abrí la puerta…. Para mi sorpresa regrese a la casa. Pero yo estaba en tercera persona, era prácticamente invisible, mi esposa me pasaba al lado y no me veía, Seguí a Jennifer por toda la casa, Escuche que los niños lloraban así que ella tomo una almohada de la habitación nuestra, yo detrás de ella veo que  se dirige a sus habitaciones.

º1 Ella se volvió loca y los asfixio uno por uno, yo no podía detenerla cada vez que la agarraba, mis brazos la traspasaban, fue horrible.

Estaba Llorando insaciablemente, diciéndome

“¿como pudo hacer eso?”

Luego recordé todo  lo que había pasado, ese día yo me había quedado tiempo extra en el trabajo. Yo mismo me encontré con los cadáveres de mis hijos cuando llegue a la casa y mi esposa diciéndome;

“shhhhhh, están durmiendo”

Me desperté de ese momento sobrenatural, encontré a mi  esposa real al frente mío con un cuchillo diciéndome;

“Volvamos con nuestros hijos”

Se clavo unas cuantas veces el cuchillo en el estomago, luego me dijo antes de morir desangrada;

“Ven, te toca”

Tome el cuchillo, pero por supuesto que no lo iba a hacer, solamente lo tome por tomarlo. Una enfermera entro en la habitación en ese mismo momento, llamo a la policía.

(Toda la escena, indicaba que yo era un asesino en busca de venganza por las muertes de los niños)

Hasta hoy en día estoy acusado de homicidio. Pero se equivocan, porque quería mucho a mi esposa para matarla aunque ella era una psicópata, igualmente para mi que planeo todo eso, al final todo fue una ilusión, siempre estuve en la habitación 701  viviendo de las imágenes que había visto el día anterior a los sucesos, como me dijo un profesor muy querido en la universidad

“El cerebro no puede crear imágenes nuevas”.

El mismo enfermero que me atendía, me dijo que los vecinos escucharon a los niños gritar, así que llamaron a servicios sociales y servicios sociales después de ver la escena llamo a la policía. Metieron a mi esposa al manicomio, dice que luego me llevaron a mí por que jamás salía de casa, de paso hablaba solo.

Bueno el fiel enfermero esta conmigo al igual que el sacerdote que me persigna, aquí en la prisión apoyándome, escribiendo todo lo que dicho para un libro titulado (Recuerdo de sangre).

Bueno al final si volveré a ver mis hijos…

-Esta son confesiones de un condenado a muerte, antes de ser ejecutado.

 

Recuerdo  de sangre. Proximamente