Mike

Vivimos en la época en la que Internet forma parte fundamental en la vida de las personas. Todo el conocimiento del mundo tiende a ser digitalizado y colocado en este singular mundo, donde todos están interconectados. El mundo de la literatura, al alcance de un click.

Un día de verano, mi amigo Mike y yo nos disponíamos a buscar historias macabras en la red, como todo buen fanático de la literatura de terror, las creepypastas se hicieron material cotidiano en nuestro repertorio de lectura y como todo buen fan, mi amigo buscaba siempre en los sitios más sombríos las historias más perturbadoras, con el único fin de divertirnos. Mike era un joven alegre, vivía con su madre y hermana en una casa a 5 cuadras de la mía, su padre murió en circunstancias misteriosas pero eso nunca le nubló la vida y todas las mañanas ibamos juntos a la escuela, eramos los mejores amigos.

Al cabo de unos meses, mi amigo comenzó a actuar de manera misteriosa, dejamos de ir a todos lados y no veía cuándo salía de su casa para ir a la escuela. Actuaba como si quisiera esconder algo. En clase, no ponía atención y divagaba mucho. Cambió de lugar su silla, de tal modo que quedó en la ventana que daba justo al terreno valdío de a lado. Ese terreno no se había ocupado debido a las leyendas ridículas que giraban en torno a él.

Según contaban ese terreno perteneció a una orden que se dedicó por mucho tiempo a usar a niños y mujeres vírgenes para sus sacrificios, al principio, se pensó que eran caníbales, ya que los miembros de als víctimas presentaban mordidas en las extremidades y los genitales de las víctimas. Al catear el lugar, descubrieron que su culto iba más allá de un simple grupo de come hombres sádicos. Tenían la costumbre de realizar sacrificios humanos para alimentar a “su maestro”, ya que este, les exigía sangre y víceras para seguir viviendo. El desenlace de esa historia fue trágico, persiguieron a los miembros de la orden pero al acorralarlos para hacerlos rendir cuentas ante la justicia, estos terminaban autodecapitándose con hilos muy finos de metal que formaban parte de sus atuendos.

Mike se habia obsecionado con encontrar una historia que lo perturbara a tal grado de dejarlo reflexivo y por como se mostraba, la había encontrado. Traté de acercarme muchas veces a él, pero siempre encontró la manera de huir. Pasó el tiempo y, un día de la nada, mi compañero de travesuras se acercó a mí. Su rostro había cambiado, se mostraba diferente, más vivo que nunca y me invitó a su casa a hacer nuestra actividad favorita: Leer historias de terror en Internet.

Era interesante, parecía que mi amigo había vuelto de entre los muertos, sin embargo, desde que llegamos a su casa, había algo en el ambiente que no me tenía tranquilo, estaba vacía y se sentía el ambiente pesado, muy pesado, hacía frío… Iniciamos nuestra acostumbrada lectura, apagamos las luces, encendimos un par de velas, bajamos el brillo del monitor y procedimos a leer cada uno en voz alta con tono tétrico las historias que salían en cada consulta en Internet. Avanzada la sesión, Mike se levantó argumentando la necesidad de ir al sanitario. Estar en su habitación me tenía preocupado, algo no estaba bien ya que Mike, volvía a actuar como si escondiera algo.

Al ver que Mike tardaba la curiosidad me hizo suyo y empecé a navegar en otros sitios. Accidentalmente hice favorita una página y procedí a ir a la lista de favoritos para borrarla y así no afectar la lista de mi amigo. Era raro, en los favoritos tenía una carpeta con un nombre singular: “Necrofagus”. Esa carpeta hizo que mi piel se enchinara, sentí un escalofrío que me recorrió la espina, por lo que decidí abrirla y ver qué era lo que tenía ahí Mike. Gran error.

La carpeta con favoritos, era una recopilación de páginas donde contenía un extraño ritual, videos y fotografías… El ritual era, supuestamente, para invocar a una criatura maligna de la que sólo había escuchado en leyendas de gente que consume opio. La criatura, gusta de la carne humana principalmente de mujeres y niños. El ritual describe una serie de 3 espejos repartidos en un pentagrama invertido con velas profanadas y un altar hecho de restos humanos en putrefacción. Constaba de dormir a la mujer o niño/a en el altar y destriparlo lentamente para que con los gritos se anuncie la llegada y por los espejos pueda salir a alimentarse evitando que del exterior o del interior se interfiera con el proceso.

Me eché para atrás, no podía creer que Mike pudiera creer en algo así. Siempre vimos eso como producto de la mente retorcida de gente enferma, pero resultó ser que afectó a Mike más de lo que me hubiera imaginado. En una de las páginas de foto y video, noté una figura que se me hizo familiar, por lo que procedí a acceder a esa sección, el horror apenas había comenzado. La fecha está fijada un día antes de que Mike actuara de manera extraña. Se trataba de una esena espeluznante, en la tina del cuarto principal donde sin piedad, decapitaba a su progenitora. Desgarraba la carne poco a poco con un cuchillo adentado, en la cara de la señora se veía claramente como la vida se le escapaba, el sonido de su cuerpo respirando y ahogándose con su propia sangre, la última acción involuntaria del cuerpo de lucha, inútil. Sus gritos desgarradores retumbaron en mis oídos. Al terminar, colocó sobre el cuerpo la cabeza, que tenía una expresión intensa de dolor. El video culmina con él dejando el cuerpo desangrarse en la tina, preparando una especie de altar. El siguiente video, era en imágenes, el momento en el que se lleva a su hermana a la habitación principal, le inyecta una sustancia que de inmediato la adormece. Según la explicación, las chicas ofrecidas en el ritual deben ser vírgenes niñas o adolescentes. En la cubeta que acarreó desde la cocina, preparaba con la sangre de su progenitora y aceites típicos de los mercados populares donde ofrecen “conjuros y pociones” un bálsamo con el que posteriormente cubriría a su hermana. Por un momento, al ver las imágenes, pude notar que la expresión de mi amigo no era la de siempre, ni siquiera era una expresión de enojo, simplemente era una cara estática, sin ninguna expresión, como si fuera un robot programado haciéndo las atrocidades que exhibía en el video.

El último video me dejó helado. Una vez que preparó todo, en un ambiente oscuro, alumbrado por velas negras, orando un discurso en lengua desconocida, sus ojos no se distinguían, sólo se veía negro en los mismos, comenzó a hablar en voz más alta mientras profanaba su macabro altar que, según las notas del video, dejó preparando por tres días mientras la carne y las víceras se pudrían. En un momento de silencio, se escuchó un rugido descomunal, rugido en mi vida había escuchado, la cara de mi amigo segúa tasiturna, de los espejos sólo puedo decir que se veían sombras ya que el cuarto estaba alumbrado sólo por una velas. La imagen se distorciona y entre cortos se puede ver una silueta macabra que poco a poco se acerca a la hermana de mi amigo, la imagen se entre corta y por pedazos, se ve que la hermana está siendo despedazada, el cuarto se llena de sangre, como si se tratara de una lluvia obcena donde vuelan por todos lados restos humanos, frescos. Al final, una vez más se corta la imagen y aparece el cuarto alumbrado nuevamente. La escena maligna, sólo deja ver un cuarto lleno de pedazos de lo que algúna vez fueron la hermana y la progenitora de mi amigo. Él se mostraba tasiturno y sólo pudo expresar una ligera sonrisa.

Horrorizado, hice una llamada telefónica a la policía. Denuncié la página y denuncié lo que había ocurrido con mi amigo. Al terminar, salí del cuarto, estaba oscuro, parecía que de manera misteriosa, la oscuridad se había apoderado del interior de la casa, lo único que alumbraba mi camino era mi teléfono, por lo que fuí lo más cuidadoso posible. Sólo podía escuchar una respiración débil, hacía frío, cerca de lo que creo era la cocina, pude ver una silueta, misma que comenzaba a acercarse. Grité. Traté de alejarla con movimientos que aprendí en mis clases de defensa personal. Logré derribarlo y correr, en mi camino, me topé con un cuarto que emitía luces tenues debajo de la puerta. Entré. Mike estaba ahí, tasiturno, me miró fijamente…

¿Por qué?”, le pregunté.

Echó una carcajada, obcena mientras salibaba.

Charlie…”, dijo,

Porque es bonito… Charlie…”, continuó mientras le sangraba el oído,

Mi maestro fue feliz con sus cuerpos decuartizados, un sacrificio que le da poder, aunque… Hace falta un cuerpo… Uno que pueda tomar como propio para que pueda caminar con nosotros y podamos seguir divirtiéndonos descuartizando y profanando cuerpos de feminas, nos causa una excitación infinita… Se está impacientando… Es algo que no puedes detener”. Mike sacó un cuchillo dentado, viejo, cubierto de sangre seca… Mientras se acercaba a mí sangró su nariz.

Intenté alargar la charla y evitar que se acercara más. Era vomitivo y terrorífico. Me describió los otros tres casos donde descuatizó gente, vevió su sangre, comió de sus intestinos y se untó la piel con sus fluídos postmortem y su “maestro” profanó a las chicas, las violaba como una brutal bestia respondiendo a una mansa hembra en celo, mientras la criatura las profanaba la fuerza de sus movimientos las despedazaba, las mordía, se alimentaba de sus entrañas, las cuales las exponía de un brutal tajo. Era horrible, no sabía si Mike padecía de una enfermedad grave o si en verdad el ente del que me hablaba era verdadero. Detalle tras detalle, la forma en la que degollaba y despedazaba, su voz obcena… Quise vomitar, pero sabía que tenía que resistir mientras la policía llegaba.

Mike habló de la leyenda del terreno junto a al escuela. Me conto la historia a detalle, como si él hubiera estado ahí mientras los acontecimientos sucedían. Mencionó 15 casos más de desmembramientos y profenaciones, su risa obcena, la saliba que escurría de su boca mientras lentamente describía cada escena. Al terminar, el cuarto se puso todavía más frío, salía vapor de nuestras respiraciones y Mike no dejaba de sujetarse el estómago. A lo lejos, el sonido de varios autos con sirena me tranquilizaban, pero Mike seguía con su obceno avance. Mike me alcanzó, sin embargo controlé el terror y pude evitarlo, forcejeamos, logré retirar el cuchillo de sus manos, su fuerza era brutal, estaba decidido a asesinarme, lancé una patada hacia sus genitales, la cual lo mantuvo en pausa durante un momento, rió y exclamó con una voz perversa y casi ahogándose con su saliba: “¡No puedes detener lo inevitable!”, logré conectarle un buen uppercut en la mandíbula, lo que lo proyectó contra el suelo, cerca de su letal arma, le arrojé el mueble que teía cerca, sin embargo, fue lo bastante rápido para herir mi pierna.

Justo en el momento en el que me iba a atravezar la garganta, se escuchó un disparo. Una Glock 17 había descargado un proyectil sobre la sub-humanidad de Mike. Se levantó, rugió como una bestia y avanzó hacia la policía. Tres elementos descargaron sus armas sobre Mike. Se detuvo, Mike cayó sobre el grancharco de sangre negra, espesa y nauseabunda que salía de su cuerpo…

Poco a poco se fue iluminando la casa. La policía llamó a los servicios médicos quienes me atendieron, detuvieron mi sangrado y me llevaron a un hospital. Macabro fue lo que viví en esa casa. Poco tiempo después la policía hizo una investigación en la casa. Descubrieron 8 cadáveres repartidos en diferentes partes de la casa, 3 repartidos en los baños, uno en el estudio y 4 en el sótano. Todos con la piel jalada, las víceras salídas. A algunos les hacían falta dientes, ojos, la nariz, labios, órganos y todos tenían algo en común… En cada una de las extremidades aparecía una mordida. Esta mordida no correspondía a algúna conocida ya fuera de hombre o animal. Hayaron un cuarto con botellas llenas de fluidos corporales y quimicos para derretir cuerpos.

Todo apuntaba a que Mike era un sádico asesino que disfrutaba torturar, descuartizar, violar y masacrar a la gente, pero… Mike sólo contaba con 17 años de edad, su hermana de 14 y su madre de 35 eran su única familia ¿Qué habría llevado a Mike a hacer esto?

Las investigaciones siguieron, el sitio de internet no fue encontrado y la evidencia en video y fotografías se quedaron en palabras. De las pertenencias que lograron rescatar, un libro con inscripciones extrañas fue el más notable. Dicho libro contenía recetas para cocinar gente, momificarla, disecarla y una serie de ritos monstruosos que dejarían estúpida cualquier orden religiosa de la edad media. Muchas de las páginas estaban ya viejas y ensangrentadas. Al retirar la cama pudieron apreciar un conjunto de símbolos extraños y un mensaje claro para todos que decía “Es sólo el comienzo”.

Meses más tarde, los tres policías que me auxiliaron aquel día, fueron encontrados en el terreno valdío junto a la escuela con toda la piel retirada, empalados, frescos aún, sus músculos quedaron pasmados del dolor y subrimiento, el piso teñido de rojo sangre… La gente comenzó a irse del pueblo.

Hoy, me encuentro solo, poco a poco han ido muriendo de maneras brutales y terribles todos los involucrados en esa situación, mis padres están en un manicomio debido a que hace un par de semanas vieron como la trabajadora de la casa se lanzó del techo de la misma, con una soga en el cuello y la presición suficiente para rajarse el vientre y derramar sus víceras en el piso y la fachada de la casa… Mostraba una sonrisa pervertida y el grito que hizo mientras caía fue lo suficientemente perturbador como para dejarlos dementes de por vida…

Curiosamente el sitio donde vi la masacre de Mike, volvió a abrir, eché un vistaso… En una esena donde Mike se quedaba viendo fijo al frente, de manera perturbadora, arroja hacia la cámara una mirada con sus profundos y bastardos ojos taciturnos… Mirándome y sonriendo…

Últimamente me he sentido mal… La cabeza me punza, los oídos se me tapan y sudo excesivamente… Recuerdo que Mike me regaló un amuleto, un colgante gemelo que le dejó su padre poco antes de morir. Lo volví a utilizar para recordar lo que fue nuestra amistad, pero desde ese día tengo pesadillas… He tratado de deshacerme del amuleto, pero el maldito poco a poco se encarna en mi piel… No sé qué hacer…

De un rincón oscuro de mi mente

Chuck

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