–Sabes, me gustaría ir a la playa.
–¿Enserio?¿A la playa? Pero si es muy aburrido.
–¿Qué? Pero si has sido tú quien me ha descrito aquel lugar. Lo imagino tan bello que.. Diablos!¡Quiero ir a la playa!
–Jeje si lo sé, pero ¿acaso te has puesto a pensar en que si tú te mueres por ir allá es seguro que existirá no solo una sino muchas personas a las que les gustaría lo mismo, muchas de las cuales disponen del tiempo y el equipo necesario para lograrlo?
–Ohh..
–Sí, Locus amoenus: la gente adora visitar lugares bellos, más aún si rompen la rutina con ello.
–Pero dime, ¿no habrá algún lugar exento de gente?
–Lo dudo.. o creo que.. ¡Sí! ¡Sí hay un lugar!
–¿Enserio?¿Cuál es ese?
–Es donde habitan otros como yo. Algunos enseñan, otros divierten, otros solo conversan, pero al fin y al cabo todos somos lo mismo. ¡Es muy entretenido!
–¡Wow!¡Llévame con ellos entonces!
–Umm no lo sé..
–¿Y si te limpio antes de ir?
–¡Hecho! Los años pasan la cuenta en grave manera si no te cuidas.
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–¿Es aquí?
–Síp, es aquí.
–Ohh es una casa muy grande..
–Y, tal como te dije, no hay gente.
–No seas mentiroso, hay una señorita sentada por allá.. debí suponer que mentirías de nuevo..
–Bueno.. lo lamento, se me pasó ese detalle. Pero si te fijas bien, te darás cuenta de que ella es igual que tú.
–Pff otra vez mientes.
–Es enserio. Bueno, tal vez no sea tan aficionada como tú pero por lo menos lo intenta.. ¡Pero ya basta!¡No debemos preocuparnos de la gente sino de que disfrutes este lugar!
–Tienes razón, disculpa.
–No hay problema. Pasa a dejarme junto a aquellas enciclopedias y tú.. tú solo disfruta el lugar, pero ten cuidado con quién hablas.
–Ok.
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–Odo dijo que me divertiría, pero aquí todos hablan al mismo tiempo de muchas cosas diferentes..
–¡Pss!¡Oye niño!
–¿Quién, yo?
–No, el otro niño con gafas y ropa sucia que habla consigo mismo.. ¡Obviamente tú inútil!
–¿Qué quieres?
–¡Sácame de aquí!¡He pasado siglos escuchando a todos estos raros y sus voces me enferman!
–No sé.. Odo me dijo que no hablara con extraños..
–En toda mi existencia no había oído un nombre tan ridículo. ¿Quién es ese tal Odo?
–El que esta allá.
–¿Ese sabelotodo? No deberías confiar en los de su clase.
–¿Y por qué no? Él es muy inteligente y me habla de cosas y lugares muy interesantes, como la playa..
–¿Y eso qué? Te apuesto a que a pesar de su sabiduría te ha mentido en más de una ocasión.
–Bueno.. sí.
–Llévame contigo. Yo no te ocultaré nada, te guiaré por el camino de la iluminación..
–No te creo.
–Pff niños. Déjame ver, ¿fue él quien te dijo su nombre?
–Sí, aunque cuando me dijo su nombre se hacía llamar Lord Odo, según él porque él era intelectualmente superior a mí. Luego nos hicimos amigos y le seguí llamando solo Odo.
–¿Sí? Fíjate en ese nombre, Lord Odo no es más que el anagrama de Dodolor o Dopain, anagrama a su vez de Nopdia: N «en» (inglés), O «ciclo» (simbología), p «pe» (español); en resumen: Lor Odo = Dodolor = Dopain = Nopdia = «enciclopedia». Odo solo quería que lo regresaras con los suyos y te utilizó desde un principio.
–…
–Las enciclopedias son pésimos amigos, por eso yo te ofrezco la verdad, porque soy piadoso. Confía en mí, te enseñaré cosas que nadie más sabe.. te enseñaré a traer de vuelta a tus padres.
–¡¿Qué?!¡Mentiroso!¡Mis padres murieron y nada puedes hacer para remediarlo!
-Oye niño, las bibliotecas no son lugar para gritar. Cállate o lárgate.
–Lo siento señorita..
–¿Por qué te disculpas?¿Acaso dejarás que te traten así?Debes saber que el respeto por uno mismo es muy importante.
-¡Shh! ¡Cállate!
–No me callo, a diferencia de tí yo sí me respeto.¡Respétate inútil!¡Acaba con esa ingrata!
–¿De qué hablas?¡Cállate!
–¡Sabes de lo que hablo! Hay un trozo de vidrio en mi portada, sólo tómalo y refriégaselo en la garganta. Nadie lo verá. Estamos solos..
–¡Cállate!
-Niño ya te advertí. Cállate o lárgate.
–¡Hazlo!
–¡¡Nó!!
-¡Niño ya lárgate, no me dejas leer!¿A quién le gritas tanto? Llamaré a tus padre..
–Ohh.. ¡Ohh por Dios!¡¿qué he hecho?!
–¡Así se hace niño! Y no te lamentes que ella se lo merecía. Ahora solo queda deshacerse de los testigos.
–¿Testigos?¿Qué testigos?¡Dijiste que no habría!
–No hay testigos humanos, pero todos estos documentos son testigos de lo que hiciste.
–¿Y qué hago?
–Quema el lugar.
–¡¿Qué?!¡No cometeré tal atrocidad!
–¿Y de qué otra manera te desharás del cadáver imbécil?
–…
–Quema la biblioteca.
–…
–Créeme, nadie conoce el fuego mejor que yo.
–¡Alex! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Te dije que tuvieras cuidado con quién hablas! ¡Sostienes una Biblia negra! ¡Alex no lo hagas!
–Está mintiendo. Recuerda niño, las enciclopedias mienten.
–Lo siento Odo, pero no te creo..
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–Excelente niño, eres de lo mejor.
–¿Y ahora?
–¿Sabes nadar?
–No.
–Mmm. Vamos a la playa.
–Pero hay gente..
–Ya nos encargaremos de eso. La gente es poco importante, lo único que importa es que tú disfrutes ese lugar.
–Tienes razón, disculpa.
–No hay problema. Una vez lleguemos allá pasa a dejarme donde unos tipos con capucha negra, ellos te guiarán a la «playa»..
4 comentarios
Me parece que es un relato relativamente original… que más da, nuna he leido algo parecido a esto, donde los libros manipulan a la gente, aun si el niño fuera un enefermo mental, la simple idea de que los libros sean malvados… me parece interesante. Me gusto
Gracias 😀 Me alegro de que te haya gustado 🙂
Por autor de la entrada
ooo interesante ,tiene buen drama ,buen crepy tiene coherencia ,relata muy bien a los personajes y si creo que la idea es original ,me gustó 4/5
Raro. La idea es buena, pero no es muy claro, y el final es algo aburrido.