Ya era de noche, Mateo disfrutaba de un dulce dormir, nada le preocupaba en la oscuridad de la pieza, solo se podía escuchar el sonido de su respiración.
Despertó y desarrollo su vida normalmente, su vida seguía siendo solo una rutina, ir a su trabajo, volver a su casa, comer lo primero que encontrara y luego acostarse, todo iba tan normal como antes… hasta ahora.
Son las 2 de la mañana, Mateo duerme en su cama, y comienza una de sus mas largas noches, el frio viento golpea su ventana, despertándolo mas de una vez, molesto decide levantarse apoya la cortina en la ventana para disminuir el ruido del viento.
Cuando regresaba a acostarse los lamentos comenzaban, él podía oír, como un llanto se escuchaba desde el rincón de su pieza. Se sentó en su cama y aprecio dos pequeñas sombras, con ojos amarillos lo miraban, y mientras lo miraban lloraban.
Mateo no comprendía la extraña situación, solo veía dos sombras de ojos amarillos que lloraban sin parar, cada vez el llanto era mas agudo, y el terror se apoderaba de él, él se decía a si mismo, esto era una muy mala pesadilla, el llanto de las sombras lo atormentaba cada vez más y más, decidió levantarse y encararlas, mala idea.
Ambas sombras se arrojaron hacia él, muerto de miedo corrió nuevamente a su cama, golpeándose el cuerpo para sacar a las sombras de su cuerpo, pero para sorpresa de él, ellas no estaban.
Fue la peor noche de su vida, no sabía que diablos había ocurrido, estaba paralizado, su piel morena ahora era blanca, sus ojos estaban más abiertos que nunca debido a la situación, no podrá cerrarlos ni olvidar esto por un buen tiempo.
No logro dormir aquella noche, eran las 3 de la tarde, tampoco fue capaz de ir a su trabajo debido a la horrible noche que vivió.
Estaba esperando la noche para saber que ocurriría, y a la vez deseaba que esta no llegara, no comía, no dormía, no fue capaz de salir de su cama durante ese día.
Eran las 12 de la noche, luego de tanta espera, ellos llegaron, las dos sombras se encontraban nuevamente en el rincón de la habitación mirándolo, esta vez las sombras de desvanecían y podía apreciar bien quien estaba en el fondo de la habitación.
Dos niños pequeños lo observaban y atormentaban, ambos lucían sus coloridas ropas llenas de sangre, sus rostros, sus pequeñas caras pálidas tenían un agujero en la sien, del cual derraban la sangre que los manchaba.
Se encontraban tirados en el suelo de la habitación, observando a Mateo fijamente, era la segunda noche que no podría dormir, seguía siendo visitado por estas criaturas, le aterraba verlos en el suelo, acostados.
Decidió encararlos, les grito:
-esto ya se acabo, retírense ahora de mi pieza y salgan de una vez de mi vida!
los pequeños lo miraron fijamente, y comenzaron a arrastrase hasta él, no lo podía creer, ellos venían a buscarlo, no sabia que hacer poco a poco veía como se acercaban a la cama y dejaban un rastro de sangre en la pieza. Mateo se sentó en la esquina de la cama y veía como se le acercaban,
Finalmente tenía a los niños en su cama y frente a él, podía ver como la sangre caía de sus heridas y manchaban las sabanas de la cama, trato de hacerse a ellos, cuando entonces fue que ambos lo atacaron…
Mateo se encontraba tumbado en la cama, su pieza, su cama y su rostro, estaban llenos de sangre, no podía creer lo que le había ocurrido en estas dos noches, cada vez todo era peor, él no quería que llegara la noche, porque él sabía que esta noche, era el final.
Finalmente, luego de dos días consiguió dormir, todo seguía cubierto de sangre, sus miedos eran cada vez más grandes, y poco a poco, llegaba la noche.
Era de noche, Mateo estaba despierto, pero no quería abrir los ojos, llevaba tres días en esa cama, y sabía que lo que venia era el fin, sentía un aire frio en su cara y sentía humedad en su cuerpo, él sabia, estaba seguro, que estaba aquí.
Decidió finalmente abrir sus ojos y vio, aquello que jamás pensó ver, una mujer con su cara desfigurada, su vientre cubierto en sangre, le faltaba parte de su cabellera y tenia los huesos de sus manos rotos.
Estaba aterrado, podía ver como ella estaba encima de él, no le quedaban mas fuerzas como para moverse, permanecía inmóvil, solo esperaba despertar de este mal sueño del cual no podía escapar.
Ella se levanto, camino hacia la puerta de la habitación, y se quedo observando a Mateo, al rato los dos pequeños aparecieron y ella los tomo en sus brazos, ya estaba amaneciendo y así acabaría finalmente esta, la que fue la más larga noche.
Mateo seguía en su cama, solo lloraba, no podía seguir con esto, él sabía quienes eran y porque estaban aquí, él sabía que era hora de darle fin a todo esto.
Luego de las tres peores noches de su vida, se levanto de su cama, abandono la pieza y recorrió lentamente el hogar. Se decidió a entrar a una de las piezas, quizás la que más adoraba, la pieza de sus hijos.
Allí estaban los dos pequeños abrazados, con sus ropas coloridas, allí estaban, muertos por una bala de la pistola de Mateo, no hiso falta moverse mucho y pudo contemplar, a su compañera de vida, su amada esposa , a la que torturo por un ataque de celos. No le basto con solo quitarle a sus hijos, le arrebato su vida con cada golpe que le dio, no podía creer lo que hiso, lloraba desconsolado, él estaba seguro que esas noches ellos venían a buscarlo, y no podía seguir ocultándose, así fue como el tomo del suelo la pistola, la cargo y decidió de una vez por todas acabar con sus noches, sus horribles noches.
5 comentarios
La verdad, no me esperaba ese final
Muy buena 4/5
mató a sus hijos?
La verdad que no se como publican estas historias pedorras siendo que hay muchas mas que están mejor, ninguna tiene buena redacción, es una pagina de mierda la verdad.
Katja, para que mierda vienes a estas paginas si crees que son tan malas? Ademas no juzgues, el pudo crear su historia, tu no.
Estoy de acuerdo con SuperLOL. Katja, vete a otra página entonces y no estés chingando.