Las dos cuatrillizas: las hijas del roba-pieles.

Estudio en una escuela religiosa, donde todos creen en Dios y nos enseñan que los fantasmas no son reales porque «Jesús los revivirá, pero por el momento están muertos». Nos hacen ir a la iglesia una semana cada año, y en esa semana pasamos una hora diaria allí.
La última vez, la semana pasada, era lo mismo de siempre: cánticos  religiosos que yo no me sé, oraciones constantes, sermones de pastores gritones y unas dos o tres personas a las que las convencen de bautizarse en su iglesia al final de la semana.
Este año, la iglesia estaba en reparaciones por lo que tuvimos que usar el auditorio.
La iglesia se encontraba reparándose por un horrible accidente el año pasado. El incidente fue durante un funeral que se realizó allí, de una alumna de la escuela. Ella tenía siete años y la familia le agradó la idea de realizar el funeral en ese lugar para que sus numerosos amigos pudieran darle un último adiós.
Sus mejores amigas eran unas cuatrillizas, y aun siendo tan pequeñas era miradas raro por todos; estaban divididas, dos de ellas eran alegres. Las otras dos tenían un aire malicioso, no hablaban mucho y cuando te miraban fijo sentías punzadas por sus inquietantes miradas. Siempre estaban las cuatro juntas, lo que hacía que vieras la diferencia entre ambos pares. Las que eran alegres tenían el cabello de color castaño claro y lleno de rizos. Las otras dos lo tenían de color casi negro y totalmente liso. Las dos últimas tenían los ojos de color gris y la piel totalmente pálida. En cambio, las dos primeras tenían los ojos de color miel, la piel menos pálida: se veían vivas, no como sus hermanas. También era sabido que tenían una madre interesada en la bigamia con un trastorno bipolar, por eso tenía dos esposos: uno que era como las primeras dos cuatrillizas, feliz y vivo, y el otro era como las otras niñas, raro y pálido, con los mismos ojos grises. Era como si su madre se hubiese dividido en dos, con dos hombres distintos, así que, para mí, cada par de niñas no tenía que ver con las otras sin importar sus rasgos en común o el ADN que las unía.
Durante aquel día del funeral, Amy y Annie, las dos cuatrillizas consideradas normales, se presentaron llorando junto al ataúd de su amiga. A Lux y Alice, las dos cuatrillizas restantes, no lograban encontrarlas en ningún sitio. Yo, que soy amante de lo paranormal por lo cual a  veces lograba entablar cortas conversaciones con ese extraño par de niñas, las encontré quemando un ave muerta con un mechero en la parte trasera de la iglesia.
-¿Qué creen que hacen? dije más como un regaño, no esperando una respuesta.
Aun así respondieron: «Estamos quemando a un ave».
-Pero…¿por qué? les dije.
-Lux la mató por accidente respondió Alice.
-Se cayó de su nido-aseguró-. Le hice daño por accidente, y luego le quebré el cuello para que no sufriera más.
-Ahora la estamos quemando para que su alma sea libre-agregó Alice.
Me quedé en silencio escuchando como se consumía el cuerpo del pequeño ser, atónita ante la respuesta de  Alice y sin saber qué hacer.
Cuando el ave terminó de consumirse por el fuego, ambas niñas se pararon; yo seguía quieta y callada  como una estatua, asombrada.
-Ya nos vamos Alice y yo, queremos despedirnos de Mary-se refería a la niña que había muerto.
-La santificaremos.
-Pero sólo si actuó bien.
Yo escuchaba sus pequeñas frases sin decir una palabra. Había cosas que decían de forma extraña, no sabía si en otro idioma o muy rápido, pero no entendía. Lo que entendí se resumía a: «será pura» , «o irá a donde no quiere» , «lo verá».
Luego de varios minutos yo seguían si poder moverme o pronunciar alguna palabra, no sabía que causaba esa repentina incapacidad de movimiento y habla.
Empecé a escuchar gritos, hacía más calor, olor humo. Cuanta rapidez.
Al voltearme la iglesia estaba en llamas. Yo veía el peligro del fuego acercarse a mí, las llamaradas se alzaban con fuerza. Un maestro salió corriendo hacia mí y me haló lejos de las llamas, sacándome de mi trance hipnótico de no movimiento.
No hubo tantos muertos. «No cerramos la puerta» escuché decir a una voz de niña pequeña, pero nadie más la oyó.
En el incendio la iglesia se quedó muy dañada. Murieron las cuatrillizas. Hallaron a Amy y Annie abrazadas, no se quemaron sus cuerpos por completo, pero sí lo suficiente como para matarlas. A Lux y Alice las encontraron tiradas en el piso de una parte dentro de la iglesia que no tenía una sola quemadura. Estaban más pálidas que nunca, muertas obviamente, pero sin una sola quemadura en sus cuerpos.
No se supo de qué murieron.
Como relataba al principio de la historia, la semana pasada tuvimos que realizar esa semana religiosa en el auditorio de la escuela. Estábamos en medio de uno de los últimos sermones de esa semana, el Jueves, cuando noté algo que no detallé en toda la semana: en las dos paredes, cada una a distintos lados del centro del escenario, había dos luces. Esas dos luces, separadas por pares en las paredes, daban la forma de una niñas con vestidos largos, cabello levantado y desordenado. La imagen se fue volviendo más nítida, todos empezamos a notarlo pero el hombre seguía con su sermón religioso.
Entonces, las dos paredes estallaron y las cuatro niñas, como siempre divididas, salieron en forma de ángeles y demonios.  Como era de esperarse, Amy y Annie eran ángeles de luz, pero Alice y Lux eran demonios.
Amy y Annie estaban mirando fijo a las personas con gentileza, sonreían pero no se movían.
Lux y Alice sonreían aun más, de forma macabra y sus alas negras se prendieron fuego.
Prendieron fuego al lugar,  yo salí viva con varias quemaduras. Su piel parecía partes cocidas de pieles de otras personas, algo que no detallé por el pánico hasta un rato después, pero su piel…su piel pálida con trozos quemados.
Ellas me hablaron, no las angelicales sino las demoníacas. «Te esperaremos». Desde eso mi piel está más pálida, mi cabello se oscureció y está completamente liso aunque yo lo tenía ondulado. Soy general, y mi hermana se está poniendo parecida a Amy y Annie.

Creación propia, basada en pequeños hechos reales, pero bastante ficticia.

thevirginsuicide

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11 comentarios

no se nota mucho, en la descripciòn de las dos gemelas cuando muertas (que parecen tener pieles de otras personas) trato de dar una descripciòn del roba-pieles, aunque me faltarìa detallar que el padre de ellas serìa un roba-pieles

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