Antes que nada quisiera decir que este relato que presento a continuación en completamente real y me sucedió a la edad de 11 años.
Vivía yo con mis padres y mi hermana de 13 y mi hermano de 4 años de edad, en una casa antigua colonial de aquellas de paredes muy anchas y altas, con puertas muy sólidas de madera fuerte y tallada.
Lo que me sucedió fué en 3 nohes consecutivas. Desde que era muy pequeño teniamos en la casa en la sala de visitas, un cuadro que siempre han denominado como del «niño llorón» (agrego este conocido personaje, porque tal vez tenga que ver con lo que me pasó, ya que en mi niñez atribui el fenómeno a tal cuadro), sucede que al tener uso de razón, sucedia ( no se si seria parte demi fantasia o que se yo) que los ojos del cuadro me seguian , ne cuanto yo pasaba por delante de él, más notorio era esto, cuando esto sucedia en la oscuridad, ya que solian dejar esa zona de la casa con muy escasa luz. Más aún en la oscuridad yo lograba distinguir sus ojos muy blancos que me miraban fijamente. Comenté esto a mi padre y él en esos tiempos muy excéptico, reia y me reñia por mis tonterias.
Sucedió que una noche, en la cual yo desperté para ir al baño, al volver a la cama senti la presencia de algo o alguien, al cual no podia ver, pero tenia uan sensación muy intensa de eso (no desperté de la cama pensando en cosas extrañas, para evitar especulaciones de «autosugestión» en el lector), hice caso omiso de aquella sensación ya que también me moría de sueño y me proponia a continuar mi descanso. Al volver a la cama, luego de apagar la luz, senti en mi cama el peso de algo, como si se hubiera sentado encima, no sentí más esa noche, hasta la noche siguiente que senti lo mismo (solía despertarme al menos una vez cada noche a miccionar).
La tecera noche sentí lo mismo, sólo que esta vez, senti muy claramente el peso en mi cama y parte también sobre mi, pero no como un peso sólido, sino como un cuerpo evidente que estaba sobre mi, denso pero que no pesaba, por el miedo yo que estaba acostado con la cara hacia arriba me cubri todo el cuerpo con la manta. De pronto sobre mi cara y a través de la manta senti y oí que me soplaban la cara, era un soplo como queriendo pronucniar la palabra «p» pero que sólo se quedaba en ello y sentia el aire en mi cara, luego se hacia mas débil hasta que se detuvo, esto duró unos minutos. Yo estaba petrificado, no atinaba a nada, cuando terminó sólo comenzé a rezar mentalmente con mucho fervor y pánico, pero sin atrever a moverme por si el me cogia o algo (asi pensaba). Muchos diran que tal vez fue un sueño, pero estoy completamente seguro de que no fué así, estaba muy despierto.
La mañana siguiente, lo primero que hice fue contárselo a mi madre, la cual no supo que decirme, sólo que se lo contase a mi padre. Al contárselo a mi padre obtuve lo que de él siempre tenía cuando le tocaba el tema de cosas así. Decidí irme en ese mismo momento a la casa de mi abuela, no pensaba quedarme una noche más allí.
Pasó una larga semana a la cual yo volvi a visitar a mi familia, un día domingo (lo recuerdo muy bien) cuando encontré a mi padre en su cama, tendido, muy pensativo y visiblemente afectado, cuando me vio, me miró por un momento en silencio, luego me abrazó y me dijo:» Hijo, quieres que quememos el cuadro, cierto?»_ «Si», le respondí_ «Entonces lo haremos».
Quemamos aquel cuadro de antaño que siempre habiamos tenido en casa.
Luego cuando estaba solo con mi madre le pregunté el por qué el cambio de actitud tan radical de mi padre respecto al tema, ella me dijo:» No lo sé, sólo despertó muy assutado y pálido, me dijo que habia tenido un sueño con el cuadro y contigo, un sueño muy feo, no me quiso contar el sueño».
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y tampoco supe de mi padre tal sueño, ni me importa, aquel acontecimiento me preocupó mucho, por posibles consecuencias de aquel soplo, pero hasta ahora nunca me pasó nada. Todo quedó en el pasado como un simple susto y una historia que contar.
3 comentarios
me gusto (Y)
Me gusto, pero me parece un final demasiado benigno para un creepypasta. :cerealguy:
Me gustó que suene tan verídico. Aunque el creepy pudo terminar con algo más intrigante.