Era una noche tranquila, recién salía de hacer un trabajo en un jardín de Palermo, demasiado viaje para una Ford F100, estaba cansado, solo quería llegar a casa y acostarme a dormir… Sonó mi celular, ¿Dónde demonios lo había dejado? El camino era muy oscuro, atendí, una voz dijo: “Hola, ¿Juan?” Intentando no distraer mi vista de la calle respondí: “Disculpe, llámeme en 20 que estoy…” En ese momento algo pego en el parachoques y en el parabrisas, me detuve al instante, estaba paralizado, atine a abrir la puerta, maldición, maldito celular… El parachoques estaba cubierto de sangre, el parabrisas dañado… Fui hacia atrás, al llegar… Era un perro, me quede asombrado al verlo tirado con la pansa abierta y sus viseras a la vista, era obvio que ya no respiraba, tome la pala de la camioneta y lo moví al costado de la carretera, algo llamo mi atención, tenía una marca, parecía ser una especie de “S”, en el lugar que estaba escrito, le faltaban los pelos, gire y pensé, “esto debe pasar todos los días”, me subí a la camioneta y me fui de ese lugar.
Al llegar a casa me cepillé los dientes y me fui a dormir, estaba un poco mareado y tenía una leve jaqueca, me puse el piyama y me acosté.
Me levante repentinamente, como si en ningún momento me hubiera ido a acostar, era ese perro, la culpa me invadía, debía al menos enterrarlo, no podía dejarlo allí, no lo soportaría, siempre fui un amante de los perros, me vestí, deje una nota para Belén y me fui en camino a aquel lugar.
Al llegar el cuerpo del perro estaba allí, tal como lo deje… Puse una sabana a su lado y lo arrastre con la pala hasta arriba de la sabana, en ese momento el perro comenzó a respirar en un instante, de tal forma me asusto que caí sentado al suelo por el susto. Era imposible, no podía respirar, yo mismo le veía las viseras que asomaban al exterior, el perro comenzó a aullar de dolor, me pare rápidamente, lo cubrí con la sabana y lo subí a la camioneta, debía llevarlo al veterinario, apurarme lo más posible. Al llegar a la veterinaria más cercana, me baje del coche y fui a buscar al perro, abrí la puerta y no estaba allí, ni siquiera la sabana ni sangre, nada, simplemente nada, debía estar alucinando, me sentía como un idiota, mañana debía levantarme temprano, me subí a la camioneta y maneje a casa. Al llegar, y bajarme de la camioneta me sentí mareado, llegue a la puerta principal y me invadió el terror, de hecho la puerta estaba abierta, y el pasillo de entrada lleno de barro… Lo primero que atine fue a ir a mi cuarto a ver a Belén, ella estaba allí, durmiendo, pero el piso estaba lleno de barro, fui a la pieza de Tomas, mi hijo, ahí fue cuando un escalofrío recorrió mi espalda, había sangre en las paredes, no estaba en su cama, fui caminando lentamente a ver el costado de ella, estaba ahí, tirado, con la cara irreconocible, totalmente deformada, pero era mi hijo, aun respirando, pero sin sus ojos con la nariz completamente quebrada y sin ningún diente q estaban dispersos por el suelo, tome su bate de béisbol y llame al 911… Me dirigí a mi cuarto nuevamente, ¡MALDICION! Belén no estaba allí, parecía todo una maldita pesadilla, las manchas de barro cambiaron por manchas de sangre que sin dudas me dirigían el camino, lo seguí hasta llegar al depósito de herramientas, abrí lentamente la puerta, allí estaba él, ese maldito bastardo, sobre Belén, estaba mordiendo su cara, ella ya estaba muerta, el maldito pegaba mordiscones arrancando trozos de piel, tome mi bate con fuerza y empecé a pegarle con todas mis fuerzas, oí huesos tronar, salpicones de sangre hacia mí, no pare de golpearlo hasta quedar exhausto, levante a Belén en mis brazos y la lleve a la casa, escuchaba las sirenas de la policía, al fin.
Informe de la Jefatura de Escobar:
El Día 17/03 03:00 AM hubo un doble homicidio en una casa de la zona, nos dirigimos con los peritos ya informados por la situación, el sujeto, Juan Ramírez, brindo su testimonio, según él, el perro mato a su mujer (Belén Arrezaga) y a su pequeño hijo de tan solo 7 años (Tomas Ramírez), tras 2 semanas de peritajes y autopsia, la causa de la muerte era “evidente” según los doctores, al igual que la mujer e hijo, fueron golpeados (con un Bate de beisbol) hasta la muerte, el hijo fue hallado con vida pero falleció al llegar la ambulancia.
En la corte, el sujeto fue declarado “insano” y fue destinado a un hospital siquiátrico. Aun afirma que debe de sepultar a su mujer e hijo, e insiste que el perro le dio su marca (tiene tallada una S al revés en su mano).
Fin del Informe.
2 comentarios
Entonces estaba loco, porque si no hay mordidas…
3 estrellas, daria menos pero ya me estoy sintiendo mal por las notas que doy, podria hacer una CreepyPasta en base a esto xD
por que! por que! por que! megusto