La limosnera que maldice

Era una tarde fresca  ya casi se estaba oscureciendo Albérto un hombre con un trabajo normal y una vida como la de cualquier otra pesona, caminaba  por las calles del centro de la ciudad, sonó su celular , era su esposa que lo esperaba en casa  -ya voy de camino querida solamente estaba comprándome ropa y algunas cosillas mas -le dijo Albérto  a su esposa.

Ya iba Alberto directo al lugar donde estacionó su coche.

Albérto se sube a su auto y se va directo a su casa. Decide pasar primero a comprar una cajetilla de cigarros, se baja del auto y de repente se le acerca una mujer con su vaso a la mitad de monedas, pidiendo limosna, era muy bajita, era anciana y jorobada, vestía un saco oscuro y una falda del mismo color, pero estaba muy mal maquillada , su piel era muy palida, sus dientes eran muy amarillentos y apestaba a orines

-una ayudadita señor-le dice la mujer, -no tengo suelto, solo puros billetes señora,-le contesta Albérto, la mujer se le queda viendo a el de pies a cabeza , susurrando cosas , se da media vuelta y a medida que se iba alejando su susurro dejaba de ser bajo y se le podía entender mas, y se siguió alejando mas y no paraba de maldecir, no iba hablando ahora iba gritando maldiciones y groserías mas fuertes que se podrían decir.

Era muy estremecedor para Albérto escuchar como lo maldecía una extraña en la calle. Entonces se metió a la tienda para comprar cigarros y el dueño de la tienda le dijo algo que dificilmente olvidaría, le dijo: «Pero que mala suerte tiene usted amigo, esa mujer tenía mucho que no pasaba por aquí» -¿porque mala suerte señor?-le pregunta Albérto , – no solo lo digo yo, muchas son las personas que seguido dicen que esa mujer que si no le das aunque sea un centavo te puede ir muy mal-le dice el dueño de la tienda, – ¿a que se refiere con irme muy mal?-le pregunta de nuevo Albérto al señor, -si, así como lo oye señor te hecha una maldición muy fuerte, el local ese que ve cerrado enfrente, un día le llegó la limosnera pidiéndole unas monedas, pero el dueño se negó a darle. La limosnera se retiró y escuché cuando lo maldecía así como a usted-¿que fue lo que le pasó al señor?-preguntó Albérto  – el señor le respondió: «Al día siguiente, le llegaron dos tipos al negoció del señor, venían encapuchados y armados , uno de ellos venía muy drogado disparó a quemarropa el hijo de perra sin piedad contra sus clientes matando instantaneamente a su hija de 13 años,  el otro desgraciado se llevó todo el dinero que tenía en su caja, del puro coraje el dueño de la tienda se aventó contra el que disparó y lo comenzó a golpear fuertemente, lo hizo tantas veces como pudo , el otro escapó sin preocuparle su compañero. Después llegó la policía y el dueño no quería soltar al tipo todo golpeado y ensangrentado, pero finalmente se lo pudieron quitar, ya nada se pudo hacer por la niña. Al final el dueño se suicido»

Albérto se retira de la tienda y sube a su auto. Comienza a conducir hasta su casa. Abre la cajetilla de cigarros y saca de su maleta un encendedor, en eso que atropella a alguien, -¡ahh que fue eso!! -gritó , miró por el retrovisor y dijo: «pobre perro, pero el tiene la culpa por andarse atravesando»

Mas tarde, ya en su casa:

-¡he vuelto amor!- le dice a Lucía su esposa, -hola,¿porqué tardaste? ¿que compraste?-le pregunta ella, – ropa es que ya quería estrenar ropa nueva…ademas atropellé a un pobre perrito-comentó Albérto . -hay que malo eres para la otra fijate bien, imagina si hubiera sido una persona-dijo Lucía. – es que venía muy distraído no alcanzé a esquivarlo, además, una anciana limosnera loca me maldijo, solo por no darle una moneda. -dijo Albérto . -¿una anciana te maldijo?-preguntó Lucía , – si, la muy cínica comenzó a gritarme puras groserías,-dijo Alberto. Continuaba platicándole de todo lo que le dijo el de la tienda.

 En esa misma noche, Albérto  y Lucía se fueron a su habitación, – me voy a tomar un baño, -le dijo a Lucía. Enseguida Albérto se metió a bañar y después se fue a la cama. 

Mas tarde ya dormidos los dos, se escucha que tocan el portón de su cochera. -Pero quien será a estas horas de la madrugada?- dice , Albérto en seguida se pone su bata y va hacia la cochera, -quién es?!- pregunta Albérto , escuchó murmullos y volvió a preguntar y solo escuchaba murmullos, se acercó mas al portón y escuchó que esos murmullos eran las mismas maldiciones de la limosnera, al escuchar esto Albérto se le puso la piel de gallina y gritó: ¡váyase de aquí vieja loca!, de inmediato se fue Albérto a su cuarto -¿quien es?-pregunto Lucía, -la misma loca que te había comentado- le contestó Albérto . La limosnera no paraba de gritar maldiciones y groserías , Albérto se regresó y dijo «¡voy a llamar a la policía si no se va!», y la limosnera dijo:»abre la puerta» – ¿pero que es lo que quiere de mi? ¿dinero?-preguntó , y la limosnera le contestó: «¡venganza!» Albérto se metió a su habitación y decide tomar su celular y llamar a la policía, -estoy muy asustada Albérto-le dice Lucía, -tranquila, ya viene la policía.-contesta Albérto , se vuelve a acostar, se queda dormido y comenzó a soñar que otra vez  tocaban la puerta de su cochera muy fuerte, se escuchaba la carcajada de la limosnera y escuchó que la puerta del portón la abrieron  y el muy temeroso le hablaba a Lucía pero ella no despertaba, ¡de repente! escucha que subían las escaleras lentamente con pasos fuertes acompañados de risas de la propia mujer, luego poco a poco se acercaba a la puerta de la habitación y lentamente abría la puerta, el solamente tenía su bate de baseball dispuesto a golpearla , de inmediato que abren la puerta y el por el puro miedo suelta el batazo tumbando a la limosnera , fueron muchos los batazos que le dió a la mujer, en el torax, la cara, las piernas, le salpicaba la sangre en la cara, se reía la limosnera. Un momento después Albérto despierta de la pesadilla. Pero despertó en el sofá de su sala, -que raro, no recuerdo haberme dormido en la sala -pensó Albérto. Se levantó del sofá y fue a la cocina a tomar agua.

Unos segundos mas tarde se escucha la sirena de la policía que llega, Albérto abre la puerta del portón -Buenos días oficiales, Una mujer enferma mental nos empezó a molestar y no nos dejaba dormir-dice Albérto. Uno de los policías nota que hay pizadas de sangre en el suelo , -que fue lo que pasó señor porque hay sangre ahí?-le preguntó el policía, -¡ah no puede ser! les juro que no la había visto Apenas me estoy dando cuenta de la sangre -le responde Albérto muy sorprendido. Uno de los policías se acerca a ver detalladamente y nota que esta muy fresca, de inmediato se miraron los policías y miraron a Albérto y también se dieron cuenta que tenía sangre en su bata, rapidamente el policía esposa a Albérto y procedieron a llamar a las unidades especializadas, mientras tanto Albérto  comienza a llamar a Lucía:
«Lucía! Ven baja!»

Lo subieron a la patrulla y se lo llevaron al departamento de policía.
Ya en el interrogatorio de la policía:
– ¡no tengo nada que ver con esa sangre!- dice Alberto muy asustado.
Enseguida la interrogadora le hace una pregunta: » su esposa es Lucía Díaz Beltrán?» -Si si claro: porque ella que tiene que ver con todo esto?-pregunta Alberto. -Pues la hayamos brutalmente asesinada en su habitación.-dice la interrogadora.

 Albérto se dio cuenta que a la que golpeaba era mas bien su propia esposa y no la limosnera, el se desconocía de si mismo, no lograba comprender como llegó a asesinar a su propia esposa, estaba totalmente destrozado. Enseguida la interrogadora le decía con voz de la limosnera: » Estas condenado a mi maldición ¡¡¡jajajaja!!! y  Albérto se para de la silla y comenzó a ahorcar a la interrogadora y que de repente la interrogadora se destroza, convirtiéndose en cenizas, enseguida despierta de nuevo Albérto y se mira las manos para saber si no se trata de otro falso despertar. Volteo a ver a su esposa para asegurarse de que todo este normal.

Recordó que ya tenía que irse a trabajar y su esposa le dice: «¿que quieres desayunar amor?», – lo que quieras Lucía, se me hace tarde-contesta Albérto. Ambos se levantan de la cama, Albérto ha cambiarse y Lucía se fue a la cocina a preparar su desayuno, por mientras Albérto prendió la televisión de su recamara, le puso en el noticiario matutino, se sienta en la cama y enseguida aparece un reportero informando sobre un atropellamiento de la avenida circunvalación al cruce de la calle Francisco Villa , de inmediato Albérto recordó que ahí mismo atropelló al supuesto animal. El reportero fijo: » fueron dos autos que le pasaron encima de la ahora fallecida» El camarógrafo hizo algunas tomas en donde murió la persona, obviamente estaba censurado pero Albérto logró distinguir un poco de la persona atropellada, notó que su piel era morena clara ,tenía se alcanzaba a ver que tenía una blusa cafe .  Enseguida el reportero se acercó a una señora que vió todo y dijo: «La mujer aun quedaba con vida en medio de la calle, segundos después le pasó otro carro compacto color tinto (las mismas características del auto de Albérto) matándola instantaneamente a la mujer». Por último el reportero dijo: » se pudo saber su nombre gracias a una identificación que tenía, se llamaba Lucía Díaz Beltrán. Albérto no podía creerlo, Instantes después la televisión se sintoniza automaticamente un canal sin señal y momentos después escucha la voz de Lucía diciendo:

» ¡ya esta listo el desayuno!»

Albérto baja despacio y temerosamente a ver quien estaba en la cocina y vió que no había nadie, pero en la mesa estaba un plato, se acercó a verlo y el plato no tenía comida, tenía tripas y cezos bañados en sangre, y una nota que decía:

» esto es solo el comiezo»

Tras los eventos ocurridos, Alberto se volvió completamente loco y tuvo que ser llevado al hospital psiquiátrico, donde murió al poco tiempo, su rostro tenía una expresión muy escalofriante.

Alberto solo fue una victima mas de la Limosnera que maldice

Creacion propia

Anonimo38

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