La chica de la curva

Esta historia es una leyenda de mi ciudad que se ha extendido, por lo tanto no es mio.

Era una oscura noche de invierno en la que la niebla impedía ver correctamente el trazado de la carretera. Un hombre conducía de vuelta a casa intentando vencer el sueño tras un largo día de trabajo, cuando vio a una misteriosa chica parada junto a la carretera. Estática. Vestida con un vaporoso camisón blanco.

El chico, pensando que se trataba de la víctima de un accidente de tráfico, detuvo el vehículo para auxiliarla. La mujer, en silencio, subió al vehículo. A pesar de que el conductor intentaba darle conversación, la chica permanecía callada. Quieta. Inmóvil. «Cuidado con la curva», dijo después de un rato. No obstante, la carretera no parecía tener ningún viraje. De pronto, una curva muy cerrada se hizo visible entre la niebla y obligó al chico a dar un volantazo. El coche quedó atravesado en mitad de la carretera y el chico, asustado, miró el asiento de atrás y preguntó: «¿Estás bien?». Pero allí, en la parte trasera, no había nadie. La chica, simplemente, no estaba.

el mundo
http://www.elmundo.es/elmundomotor/2008/07/18/ocio/1216376762.html

uriel

Vístete como nosotros, habla como nosotros, piensa como nosotros. Obedece... Bajo el frío sol que ve como te alejas, donde mi terror corre en ríos donde decayó. Soy invisible... Eres tan bonito cuando lloras, eres tan perfecto cuando mientes, tu puedes ser mi crucifijo, sostenme hasta verme morir. No puedes verme? Soy invisible... Viviendo en un refugio, vivo aquí mintiendo... Estamos pintando la sumisión bajo un cielo sombreado. Fuego por todos lados.¿ Quemada y brillante has llegado? Perdida en el vuelo, sobre alas mudadas de oro. ¿Puedes verme ahora?...

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