“Hacía muchos años en una ciudad del mundo, un chico llamado José Ponce, ese soy yo, estaba obsesionado con las historias de terror que habitaban en los foros y chats de páginas y libros, un día escuché sobre una casa color Carmesí que era habitada por un señor muy rico, se contaba que se había suicidado, que veía cosas y que decía que un demonio llamado Zalgo habitaba junto a él. Yo me decidí a buscar en internet al susodicho demonio y leí que era el rey de su propia dimensión, dice que se alimenta de las almas de las personas que transforma en demonios, y que su principal objetivo era usar sus semi-demonios para conseguir las almas de los niños para aumentar su poder y que los días antes del día del juicio el vendría a anunciar los terrores que ocurrirían, el ofrecería una supuesta mano amiga a los humanos para poder alimentarse de ellos y luego ir a otras dimensiones a seguir alimentándose. Yo corrí rápidamente a la casa de mis amigos a contarles. Ellos aumentaron que el primo del dueño de la casa carmesí, se había mudado después de heredar la casa y que se suicido al día siguiente. Jonathan, Pedro, Jorge y Yo fuimos a la casa, armamos nuestro campamento y nos quedamos ahí la noche. Al día siguiente, Yo no encontraba a Jonathan, entonces fui a buscarlo junto a Pedro y Jorge. Lo encontramos muerto sin ojos ni extremidades tirado en el baño. Pedro se fue corriendo a algún lugar desconocido para mí.
Vi que Jorge calló desmayado, rápidamente fui a buscar a Pedro. Lo encontré parado en una silla con una soga amarrada al cuello, antes de que Pedro saltara me dijo-Corre el viene, el que anuncia el fin de los tiempos, ZALGO- luego salto y quedo colgado en un ángulo extraño. Corrí al baño y vi que ni el cuerpo de Jonathan ni Jorge estaban ahí, volví a correr, pero ahora hacia fuera de la casa. Vi a los tres siendo transformados en súbditos de Zalgo, vi los ojos rojos llenos de odio y hambre, estaba frente a Zalgo, corrí hacia el armario de escobas antes de que Zalgo me alcanzara, podía oír sus seis bocas hablando, pero solo entendí lo último que dijo, pero no lo escribiré en este papel que será lo último que quede de mi después de que lo haga, descuelgo la soga de Pedro, regreso al cuarto de escobas; y me colgare una vez que termine. Solo quiero decirle al que lea esto, que lo que nos ofrece la biblia como el fin de los tiempos es solo una parte, solo el principio, solo la calma, lo peor lo dijo Zalgo esta noche en la que me despido de ti, no importa quién seas, no importa cuán valiente seas, no debes entrar al cuarto de escobas, encontraras tu final ahí.
-José Ponce-“
Terminé de leer el papel, si lo sabía, había escuchado antes de Zalgo, pero que viviera en la casa que compre me pareció extraño, camine lentamente hacia el cuarto cerrado con llave, lo abrí y encontré lo que menos esperé encontrar. El cuerpo de José vivo pero muerto a la vez hablando, repitiendo lo que le dijo Zalgo.