Historia de la Ouija

Tabla con letras y números grabados señalables mediante una aguja o vaso de cristal invertido, los cuales son interpretados por los mediums en las sesiones de espiritismo o paranormales de escritura automática.
Para muchas personas la ouija es un instrumento mágico y peligroso. En realidad, es un juego de sociedad practicado por millones de personas y que puede comprarse en cualquier tienda de juguetes. Consta de un tablero impreso con letras y números distribuidos de forma circular sobre el cual los jugadores hacen deslizar un objeto marcador. Una vez formulada una pregunta a los «espíritus presentes, los participantes apoyan su dedo indicador sobre el marcador.
Tradicionalmente se emplea como marcador de ouija un vaso de cristal. La «fuerza psíquica» de los actuantes mueve el marcador entre las diferentes letras y así se van «revelando» las respuestas y mensajes «del otro mundo». Evidentemente, y como juego, es entretenido pero su valor parapsicológico es nulo. Sin embargo la ouija, en su forma original de escritura automática, es un poderoso medio de auto-revelación personal, capaz de traer a la zona consciente de la mente las ideas residentes en el inconsciente.
Los orígenes de la ouija se remontan a las civilizaciones mesopotámicas, pero su desarrollo como método de auto-revelación personal esta ligado a las prácticas cabalistas y alquimistas del renacimiento. La metodología de la cábala determinó unas fórmulas de empleo tradicionales conocidas como «ouija thau». Como sistema de escritura automático, la ouija permite al consultante obtener respuestas a unas preguntas que el mismo se formula y que son «contestadas» mediante una escritura dictada por su inconsciente. En este sentido la ouija thau seria una método de auto revelación similar a las modernas técnicas de Brainstorming por lo general, y para lograr este cometido, el cabalista usa una fina tabla redonda en la que escribe signos gráficos dispuestos de modo circular. Posteriormente la tabla es invertida, sometida a múltiples giros y finalmente cubierta por una tela.
Con estos procedimientos se ocultaban los signos y se encubrían sus posiciones en la tabla. En el momento propicio, por lo general noche de luna llena, el alquimista se instala delante de la tabla cubierta, concentra su mente y formula preguntas que serán «contestadas» por el movimiento de su mano sobre la tabla. Cada vez que intuye un «mensaje» pincha la tabla con un alfiler y escribe el orden del punto marcado.
Al terminar la sesión, verifica la relación entre las marcas producidas en la tabla y su correspondencia con los signos existentes en la cara opuesta. Para muchos estudiosos las practicas con la ouija thau son un factor importante en el progreso del empirismo alquimista y esplendor y prestigio de las doctrinas de la cábala en nuestros días, su importancia como técnica introspectiva paranormal resulta evidente y es objeto de múltiples investigaciones parapsicológicas.
Los principios de la ouija tradicional, como sistema de auto revelación personal, han sido adaptados al ritual espiritista como sistema de auto revelación transpersonal. Los signos, letras o palabras que mediante escritura automática son revelados al mismo sujeto que las formula son, en tal sentido, personales y carentes de cualquier fenomenología transpersonal.
Como método de transmisión espirita la ouija entra en los dominios de la metapsíquica y los fenómenos producidos en este entorno son de tipo transpersonal. En este caso, los signos se escriben en pequeñas cartulinas que se distribuyen sobre el velador formando un círculo. En el medio del círculo un vaso que, en su recorrido, revelará los mensajes enviados por los espíritus a los asistentes.
Elemento fundamental en esta transmisión es el médium, encargado de invocar los espíritus ausentes a los cuales formula preguntas… que serán contestadas por los movimientos del vaso presionado por la punta de los dedos de los participantes y que de desplaza entre las cartulinas. En realidad, la ouija es un instrumento de contacto mediúmnico de gran importancia en las prácticas espiritistas y, por este motivo, se considera peligroso y de uso reservado a los entendidos en artes esotéricas por Sadd.
La ouija, también llamada “tablero”, o en lenguaje docto “vasografía” es un método de comunicación espiritista, evolución de la llamada “planchette”. Básicamente consta de una tabla en la que se dibujan las letras del alfabeto, los números del 0 al 9, las palabras “sí”, “no” y “adiós” y opcionalmente algunos otros símbolos y dibujos, bien sean signos de puntuación o en algunos casos dibujos puramente ornamentales. Mientras en la planchette las letras y números se dibujan normalmente en semi arco, en la ouija suelen hacerse de forma circular con los números situados en el interior del círculo. La otra diferencia entre la planchette y la ouija es que en la primera se utiliza una plancha deslizante, con forma de punta de lanza mientras en la segunda el instrumento marcador es un vaso o copa puesto boca abajo, preferiblemente transparente para que pueda verse a su través y todos puedan leer la letra que se está marcando en cada momento.
Son instrumentos diseñados para mantener una aparente comunicación con supuestas entidades del más allá, seres descarnados o astrales y también, de forma muy extendida en los últimos tiempos, con supuestos seres extraterrestres.
Los mitos sobre la ouija empiezan desde la propia preparación para la sesión y abarcan todo lo relacionado con el método. Se pueden leer tantas cosas y tantos doctos libros sobre este tipo de prácticas que hay suficiente letra impresa como para marear y desconcertar a cualquiera, teniendo en cuenta además que la mayoría de estas doctas opiniones son contrarias, excluyentes e incongruentes entre sí. Los despropósitos en torno a la ouija empiezan por su propia definición: para mucha gente no es más que un simple “juego”, pudiéndose encontrar tableros y kits completos en las jugueterías. Es muy típico que en reuniones de amigos alguien diga lo de: “¿jugamos a la ouija?”.
Vamos a intentar definir y aislar este tipo de mitos en las distintas fases y aspectos de la ouija. No es propósito de este artículo entrar en defensa, justificación o explicación de un fenómeno, principalmente porque no existe una explicación “razonable” según el estricto y excluyente método científico ni tampoco una explicación universal y única según los propios conceptos espiritistas.
Evidentemente desecharemos por absurdo y ciego el primero y más extendido de los mitos: el vaso no lo mueve nadie para reírse del resto. si usted cree esto, guarde el tablero y no siga perdiendo el tiempo.

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cesartec

Nada muy interesante.. o al menos no para escribirlo aqui..

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9 comentarios

Me gusto tu aporte…. Bastante onteresante la vdd porque recuerdo cuando era niño que en una jugeteria en el centro de tampico vendian la ouija de colores =P pero creo que su lugar no esta aqui en creepepastas pues no es una historia si no informacion.ojo opinon meramente personal….. No es para ofender ni nada (N) 4/5 por la info

La verdad no es creepypasta, pero… ¿A quien le importa? El motivo es despertar un MIEDO dentro del lector o una curiosidad para hacerlo, en este caso la lectura incita a jugar la ouija y no importa (de nuevo) si no es creepypasta el lector mismo lo decide 4/5

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