Espejos

No puedo dormir. Lo que originalmente debía ser una noche con un sueño tranquilo y placentero, se convirtió en una larga y agónica pernoctación semi consciente de la que desgraciadamente no he podido salir. Me he quedado solo en mi casa y, después de horas de estar en las redes sociales, tuve la intención de alimentar mi noche con el placer que sólo pueden proporcionar las imágenes y los relatos de terror.

Fue así como encontré varias páginas en las que se mostraban imágenes –algunas evidentemente falsas, otras que por lo menos tenían la posibilidad de hacerte dudar sobre su veracidad-, así como videos y relatos que narraban desde los típicos cuentos de misterio con aparecidos y ruidos extraños, hasta aquellos que relataban experiencias aterradoras con software o con usuarios de internet.

¿Cómo distingues lo real de lo falso? ¿Cómo puedo saber que efectivamente estás leyendo esto y no se quedó conmigo en este sueño interminable?

Ingresé a una página en que la que una de las publicaciones narraba una historia relacionada con la ambivalencia de los espejos, esos portales aparentemente inofensivos de día pero atemorizantes de noche. Ése relato –que no puedo afirmarte que sea falso, porque estoy comenzando a comprobarlo personalmente- refería la posibilidad de tener una experiencia sobrenatural por medio de un ritual frente a un espejo.

La conclusión del mismo textualmente era la siguiente:

“Hoy puedo decirte que tuve el valor de enfrentarme a lo desconocido y rencontrarme con seres queridos a los que creí que no volvería a ver. Pude volar, conocer cualquier lugar del mundo sin importar la distancia, viajar en el tiempo a la época más hermosa posible para mis ilusiones.

Pero es necesario que te haga la siguiente advertencia: No es por gracia que se concede este don y la posibilidad de tener esta experiencia. Debes ser lo suficientemente fuerte para resistir los embates de lo que puedes encontrar ahí.

Porque no todo lo que puedas soñar ha de resultarte agradable”.

A pesar de que quien lo posteó claramente expresaba que se trataría de una experiencia riesgosa, la incitación a realizarla era lo suficientemente fuerte como para resistirse. Al final de su relato describía brevemente cómo poder hacerlo. Se necesitaba un espejo o una superficie mínimamente reflejante y una vela, y pronunciar las siguientes palabras repetidamente frente a ella con la vela encendida y la mirada fija en la llama:

Aldinack amkar sum

Estando en medio de la oscuridad, no me atreví a levantarme para pararme frente a un espejo y hacer el ritual. Pero entonces encontré más abajo un link que decía lo siguiente:

No te atreves o no tienes un espejo a la mano? Sólo da click al siguiente enlace…

En un principio me reí por la simpleza que aparentaba el texto. ¿Acaso creían que los usuarios éramos tan miedosos como para no atrevernos a realizar un sencillo ritual de internet? Di click al enlace e inmediatamente apareció frente a mí una ventana en la que alcanzaba a distinguir algunos rasgos de mi rostro, inmerso en la oscuridad de mi habitación.

Encendí una pequeña vela decorativa que tenía entre mis cosas y comencé a pronunciar las palabras mientras mi vista se centraba en la llama, que al momento empezó a moverse, a crepitar con rapidez, mientras sentía que mi entorno se sumía en una oscuridad indescriptible.

Posteriormente la vela se apagó y alcancé a ver mi reflejo sobre la pantalla. Pero en lugar de considerar que estaba por disfrutar de los placeres oníricos que el relato prometía, sentí que no había pasado nada… hasta que pretendí levantarme y salir de mi habitación.

En mi laptop no podía –y sigo sin poder- cerrar la ventana que contiene el maldito relato. Intento salir de mi habitación, pero la puerta no se abre, se siente como si fuera irreal, una especie de holograma, pero que no puedo cruzar. Pero escucho extraños movimientos fuera, como si alguien o algo estuviera merodeando la puerta a la espera de que sea abierta.

No sé qué extraña fuerza me impulsa a escribir esto. Ni siquiera sé si estoy soñando y esperando con desesperación despertar, o si esto no es sino una realidad maldita de la que no saldré. Sólo puedo decirte que he comprobado que los espejos abren puertas a otros mundos, pero que no todo cuanto encontremos cruzando habrá de gustarnos.

Tengo unos minutos escuchando cómo los ruidos del exterior se vuelven más insistentes, como si lo que sea que hay allá afuera tuviera una extraña ansia de ingresar a mi habitación, esta prisión onírica de la que no creo que pueda salir. Sin importar la clase de seres que me aguardan del otro lado de mi puerta, sólo sé que tengo un miedo y un terror inefables.

Porque esta pesadilla no parece tener fin, porque el mundo de los sueños al que ingresé no me permitirá encontrar reposo alguno…

Porque no todo lo que puedas soñar ha de resultarte agradable.

Creación propia

Jesús Roque Orellana

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5 comentarios

Muchas gracias por tu comentario, Natalia, fue la primera vez que me animé a escribir algo y publicarlo. Estamos en contacto!

hola amigo yo intente e incluso visité la pagina que mencionas pero no me ocurrió nada solo mi vista se nublaba un poco y mi imagen en el espejo se desvanecía pero hasta ahí, saludos

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