Muy buenas, yo soy Adriana, este es mi primer creepypasta y espero que les guste, es un poco largo, pero les pido que lo lean completo y me digan si les gusta 🙂
¿Que quién soy?, Bueno, mi nombre es Laura, les contaré la historia de lo que podría catalogar como el peor día de mi vida…
Me encuentro en la cocina preparando el plato favorito de Enzo, mi esposo, trucha en salsa de ostras y puré de papas, ¡quiero que quede perfecto para la gran cena que tendremos hoy! la hermana de Enzo, Alessandra, vendrá a cenar hoy con su marido, ¡somos tan buenas amigas!
Abro el cajón de los cuchillos, faltan algunos, no se que habrá pasad con ellos, quizá Enzo los utilizó de nuevo como destornillador, ¡detesto que lo haga!…
Después de muchos intentos para que la cena quedara «comestible», lo logré, me sentí satisfecha, pues, como dicen es mejor haberlo intentado pero fallar que no haberlo hecho nunca.
– ¡Enzo, ven un momento amor!
Al no recibir ninguna respuesta, lo llamo de nuevo, puede que no haya escuchado…
– ¡Enzo, ven, porfavor!
De nuevo, no recibo respuesta alguna y supongo que salió sin avisarme.
– Aprovecharé que la cena esta casi lista – dije – ya casi llegan mis cuñados, me vestiré.
Al entrar a mi habitación noté un fétido olor cuya procedencia no logé determinar al instante, no le dí importancia y empezé a desvestirme, noté que mis cortinas estaban semi abiertas y el aire entraba por allí, pensé que había dejado las ventanas abiertas, pero no fue así, ¡mi ventana estaba rota!. Desesperada tomé el teléfono con la intencion de llamar a la policía, ¡un loco estaba suelto en mi casa!.
Como estoy casi desnuda abro mi armario para coger mi saco, pero, ¡Enzo esta ahí!, colgado con una soga, irreconocible y lleno de golpes y puñaladas por todos lados, y su rostro, su hermoso rostro, totalmente desfigurado, esos hermosos ojos verdes que con tanto amor vi alguna vez, no estaban allí, no me imaginé que alguien pudiera tenerle tanto odio a una persona como para hacer eso, ¡y a Enzo!, ¡a mi amor!, un cuchillo de carnicería descansaba en una esquina del armario, empapado en sangre y trozos de la carne de mi amor…
Lo único que logré hacer fue esbozar una mueca de desespero, y comenzé a llorar, ¡tenía tantas ganas de gritar! pero, el miedo no me lo permitía, el loco que le hizo esto a mi amor podía seguir suelto por mi casa…
Tomé el teléfono y le marqué a la policía, pero de repente, entró una llamada, contesté, pero nadie habló…
La desesperación me invade, pero de repente, un olor a humo empieza a abrumarme. Bajé rapidamente hacia la cocina, pero estaba en llamas, no pude acercarme a ella, el fuego se propagaba por la sala, en ese momento pensé que moriría, por lo tanto, me di por vencida y me recosté en la pared deslizándome por ella hasta tocar el suelo.
Las llamas inundaron mi hogar, y justo cuando estaba por ser consumida por el fuego, escuché la sirena de un camión de bomberos, en ese momento pensé que tenía la oportunidad de vivir ¡una sensacion de alegría inigualable me invadió de repente!
– ¡Gracias, muchísimas gracias, Dios! – dije con una alegría que no podría describir en estos momentos – De repente algo explotó cerca de mí, despues de eso, lo que recuerdo es poco…
Desperté en una habitación de hospital, Alessandra, mi cuñada, y Héctor, su marido estaban allí.
– ¿Qué hago aquí? – Les pregunté.
– Tu casa estaba en llamas – Dijo Alessandra
– Encontraron el cadáver de Enzo en tu armario – Dijo Héctor.
– Enzo está muerto… lo sé… lo ví colgado allí, en el clóset antes del fuego.
De repente, una enfermera entra en la habitación.
– Laura, los médicos dicen que te encuentras estable, te han dado de alta y puedes retirarte en cuanto puedas.
– Muchísimas gracias – dije mientras me levantaba de la camilla – pero, qué pasó con el asesinato, nadie lo está investigando?
– Sí… -Dijo Alessandra – de hecho…
De repente entraron dos agentes en la habitación, uno de ellos se paro detras demí, apoyandome contra la camilla.
– Laura Camacho, está bajo arresto por el asesinato de Enzo Bonatelli, tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será puesto en su contra, tiene derecho a un abogado, si no puede pagarlo, se le otorgará uno. – Dijo él mientras el otro explicaba la situacion a mis cuñados, aunque sinceramente yo no tengo idea de que fue lo que ocurrió.
– ¡Que carajo!, ¿Qué pasa aqui?.
– ¿!Porqué lo hiciste!?- Dijo Alessandra – ¡Yo que te quería como a una hermana!
– ¡Pero si no tengo idea de que carajo sucede!
Héctor no dijo nada, sólo se quedó allí, sin decir nada, pero había algo extraño en su rostro, algo que no había visto antes en él, sería.. ¿satisfacción?, no lo se…
De eso ya hace mucho tiempo, sinceramente ya no se cuánto, sólo se que cada día despierto en este nido de serpientes deseando haber muerto ese día, preguntándome que hice para que todo esto me sucediera… Bueno, supongo que nadie lo sabe, ahora lo unico que espero es terminar de pudrirme en esta cárcel, pero ese día, ese día siempre lo recordaré como «El peor día de mi vida»…
6 comentarios
Muy buenas, yo soy Adriana….Bueno, mi nombre es Laura :Fuuuu: la inventaste vos? jeje
si, de mi puño y letra… lo de los nombres es porque yo no me baso en mí misma para mis historias, pero es bueno que lo notes, lo tomaré en cuenta, gracias xD
4/5
Me dejo intrigado
¿Héctor lo mato?, ¿Alessandra?, ¿Laura estaba loca y ella lo asesino? o ¿Acaso fue el perro de la esquina? jejeje
n_n bueno me gusto el misterio 4/5
jajaja, me alegra que te guste, trataré de mejorar algunos detalles y probablemente mis próximas historias logren un 5 de 5.. no lo se ^-^
4/5 Sólo porque te deja la duda de ¿Quién Fue? tu redacción está aceptablemente bien. Y Te quedaron uno que otros detalles en la ortografía.