Cuando viajamos nunca pensamos en si tendremos un accidente o no simplemente nuestra mente se dedica a disfrutar del viaje y poco más, pero olvidamos aquellas personas que si sufren accidentes y nunca llegan a su destino.
Esta historia es el relato de lo que les paso a un grupo de amigos míos al volver de una noche de fiesta. Ellos vivían en pueblos y ya era tarde para coger un bus, no tenían más remedio que andar por la desierta carretera que muy de vez en cuando pasaba algún que otro coche que les pitaba, el camino fue agradable entre risas producidas en parte por el alcohol y otras sustancias hasta que una moto paso a toda velocidad por delante de ellos.
La moto debido al brutal derrape lanzo a su conductor contra una señal de tráfico. El impacto fue tan brutal que lo decapito al instante.
Mis amigos se sorprendieron de lo que acaba de pasar, se acercaron al cadáver del motorista y vieron como la sangre inundaba el asfalto así que sin pensarlo dos veces se fueron avisar a la policía. Al volver el cadáver no estaba y todo quedo como una invención de ellos.
La única parte de verdad de esta historia es que desde entonces pasan cosas extrañas como la aparición de una niebla que impide ver la carretera además de que algunos conductores aseguran ver como una moto a toda velocidad pasa por delante de ellos para luego desaparecer en la nada.