El silencio inundaba la habitación, Stephen deseaba dormir, pero simplemente no podía hacerlo… la culpa lo atormentaba, sabía que si dormía iba a sufrir el mismo destino de sus amigos.
Por supuesto, detras de su culpa se escondía una historia de seis apasionantes asesinatos. Habían pasado ya dos meses desde que todo ocurrió… en una tarde de verano, en aquella casa abandonada donde les gustaba tanto ir a jugar.
En total eran siete incluyendo a Tim; Alex, Mary, John, Shirley, Stephen y Katherine. Todos ellos eran amigos desde cuarto de primaria, y se llevaban muy bien entre todos. Por supuesto, el cariño mutuo que sentían era lo que había formado estos lazos de amistad entre ellos. Se confiaban todo, secretos, historias de su familia, y muchas otras cosas típicas de niños de 11 años. Pero una tarde, a las 3:30 pm, llegó Alex, lucía angustiado y preocupado, y traía entre sus brazos un maletín negro grande. El peso parecía ser mucho para el, pero continuó hasta llegar a la sala donde estaban sus amigos, una vez llegó allí, todos se acercaron a el, por curiosidad en cuanto al maletín.
Alex contó que, mientras iba en camino hacía la casa, un hombre alto, delgado, de piel pálida y cabello rojizo se había presentado frente a el, llamándolo por su nombre y diciéndole que era «su padre». En ese momento, Alex le había dicho que eso no era posible, ya que su padre era un hombre robusto, bajito y enojón, a lo que el hombre le contestó «el también es tu padre, pero yo soy tu padre por otras razones, lo entenderás dentro de poco tiempo… por ahora, te dejaré un regalo, este maletín contiene las cosas que normalmente utilizo para mi trabajo, una vez las tengas en tus manos y las uses corectamente, entenderás todo lo que tiene que ver conmigo y cuanto te pareces a tu papá».
Alex tomó el pesado maletín, el hombre le dió dos palmaditas gentiles en la cabeza y se fué. Y así, Alex estaba frente a sus amigos, preguntándoles si creían correcto abrir el maletín, ya que el tenía miedo. Todos estaban callados, ellos también tenían algo de miedo, pero la curiosidad de los niños es algo bastante fuerte. Shirley se acercó a Alex, y dijo:
-Abrelo, sea lo que sea, posiblemente haya sido solo una broma y hayan piedras o algo así -dijo Shirley, tocando el maletín con sus dedos-
-No me parece lo mejor, pero sería bueno asegurarnos que no haya nada peligroso -dijo el menor, John- y luego, si hay algo peligroso, lo llevamos entre todos con mi papá, es policia
-Tengo miedo -dijo Katherine, observando con cierto recelo- ¿será lo correcto abrirla?
-No te preocupes Kathy, estamos todos juntos, no pasará nada -dijo Mary, mientras abrazaba a Katherine- chicos, abranla
Alex tomó el maletín y lo colocó en una mesa, todos se sentarón, mirando con atención el maletín, y así, lo abrió, dejando ver adentro un conjunto de cuchillos, dinero y algunos objetos variados, desde juguetes sexuales hasta objetos de tortura, como una esfera metálica que tenía puas a su alrededor, un látigo, o unas cadenas de acero. Encima de todo había una nota, todos miraban a Alex con miedo, sacó la nota y la leyó; «Hijo mío, te dejo un par de juguetes, por favor se un buen chico y usalos como te dicte tu instinto, siendo mis hijos, se que lo hallarán divertido. El final del juego será cuando seis callen, pero quedará un último sueño»
Los siete niños quedaron paralizados, Katherine, que siempre había sido la mas frágil, derramaba lágrimas mientras se tapaba los ojos. No quería ver…. de repente, se escuchó un ruido proveniente del maletín, era una voz que repetía una y otra vez «la primera es la que se derrama, la primera es la que se derrama…» al escuchar esto, todos los chicos miraron directamente a Katherine… pero sus miradas no eran las de siempre, no eran el grupo de amigos divertidos de siempre, sus miradas eran diabólicas, las chicas permanecían normales, asustadas. Shirley entonces se enojó y preguntó;
-¿Que diablos es lo que quieren? -gritó Shirley, temblando levemente-
-Dennos a Katherine, ella será la primera en jugar, ¿no oyeron a papá? -dijeron los cuatro chicos al mismo tiempo- No entiendo porque las chicas no obedecen a papá
John se lanzó a Shirley, y no le permitió levantarse… Tomando su rostro con la mano derecha, le mordió fuertemente los labios, haciéndolos sangrar, Shirley gritaba, así que Tim le metió la mano izquierda a la boca, y en un acto sorpresivo, le mordió el cuello intensamente. Sus acciones a partir de ese momento no eran las de un niño de su edad… se veía un apetito profundo en sus ojos, que se habían tornado de color rojo… Era la gula… saboreaba lentamente cada pequeño rincon de la piel de la chica, y llegó a su brazo derecho, donde le arrancó un pedazo de piel… ella lanzó un grito agonizante, solo antes de comenzar a gemir, sus ojos se tiñeron del mismo color que los del chico, y comenzó a reir de un modo antinatural, el masticaba ese pedazo de piel y carne que traía en su boca, y ella aprovechó para levantarse, se acercó al maletín, el resto de los chicos alternaban la mirada entre el chico que devoraba ferozmente la carne y la chica que se desnudaba mientras caminaba. Del maletín tomó el látigo y un vibrador que allí estaba, se introdujo a si misma el vibrador, haciendo que su pequeña cavidad sexual expulsara sangre, pero ella tenía un rostro de placer tal que parecía no importarle ya, con el látigo, procedió a castigar a John, y el solo continuaba comiendo… Shirley era la lujuria…
Estos dos proseguían en lo suyo, mientras que Tim se acercaba a tomar el dinero del maletín, lo sostenía con la mano derecha, y con la izquierda tomó uno de los cuchillos, acercándose a Katherine mientras contaba el dinero, Katherine lucía asustada, pero aun estaba allí Mary para cuidarla… o eso creía… Mary miró a Katherine, su perfecta piel clara, sus ojos dulces e inocentes, su cabello sedoso y su cuerpo perfecto, Mary tenía una contextura mas robusta y ojos pequeños, deseaba tener el cuerpo perfecto de Katherine, deseaba tener ese cabello tan hermoso… y sobre todo… esos ojos azules y hermosos… Mary era la envidia… Tim se paró en frente de ella, y le dijo que se apartara, a lo cual Mary respondió:
-Esta bien, pero lo primero que harás será quitarle esos hermosos ojos y dármelos, es mi única condición
-Entiendo, no te preocupes -dijo Tim, mientras ella se alejaba un poco- te los daré
Tim lanzó a Katherine al piso, perforando la piel alrededor de su ojo derecho con el cuchillo, los ojos de Katherine tambien se tornaron rojos, y dejó de luchar, ya no gritaba, ya no se movía ni oponía resistencia… ella era la pereza. Tim le sacó los ojos y se los lanzó a Mary, luego arrancó su cabello con sus manos, tirándolo alrededor del piso… Mary tomó otro cuchillo, y comenzó a sacarse a si misma los ojos, queriendo ponerse los de katherine, pero comenzó a desangrarse, al no poder, intento arrancarse el cabello desde la raiz con el cuchillo, y así, se desangró y murió alli mismo. Durante todo este tiempo, Stephen, el mas callado, había permanecido en su silla, el tenía los ojos rojos desde hace ya mucho rato, tenía un cuchillo en la mano, se levantó de la mesa, altivo, y se dirigió hacia donde estaba Tim descuartizando ya los restos de Katherine. El miraba desde arriba, era demasiado altanero como para ofrecer ayuda o meterse, esperaría a que Tim terminara el trabajo, el no tenía por que realizar actos tan vulgares, la muerte tenía que ser algo mas hermoso, y solo Stephen podía hacerlo… Stephen era el orgullo…
Alex entonces tomó del maletín algunas herramientas de tortura, la esfera con puas, que tenía una cadena y un mango, también las cadenas, y enfurecido, se acercó hacía Shirley y John… gritando «¡¡¡CALLENSE EL $%&$ PICO!!!» mientras les golpeaba con la esfera de metal, pero ellos dos continuaban disfrutando, enojado, tomó a Shirley de los cabellos, y le arrancó un ojo con sus manos, ella gritó, a lo cual el le introdujo de un golpe la esfera de metal en la boca… ella lagrimeaba del dolor, pero el no se detenia, con su puño desnudo, golpeó la esfera de metal, intentando que entrara totalmente en su garganta, hasta que finalmente, Shirley dejó de respirar… Alex era ira… Una vez que Shirley dejó de respirar, Alex dirigió su atención hacia John, observando su actitud, le entregó el cuerpo de Shirley, el cual comenzó a devorar ni bien tuvo entre manos. Mientras John devoraba ferozmente la carne, Alex lo golpeaba con la cadena, dejándole horribles magulladuras, pero el no dejaba de comer, así, la ira de Alex llegó a un punto desesperado, y con toda su adrenalina acumulada, presionó sus manos contra el cuello de John, ahorcándolo fuertemente, así, John dejó de respirar también… solo quedaban tres…
Stephen miró el paisaje a su alrededor, no había mucho mas que hacer, quedaban Tim y Alex, Stephen no pensaba ensuciarse las manos en algo como una pelea, asi que solo miraba desde lejos como ellos dos se observaban, Tim que deseaba tener también todas las armas a su alrededor, las vendería y haría aun mas dinero… y Alex, cuya ira solo deseaba muerte en sus manos… Alex se lanzó hacia Tim, quien se agachó… al caer al piso, la cabeza de Alex comenzó a sangrar a borbotones… pero el aun deseaba atacar a Tim, y le clavó el cuchillo en la pierna, dejandole inmovil y a merced del gran esclavo de la ira… pero su cuerpo no pudo mas… solo pudo atravesar por ultima vez el cuchillo en el estómago de Tim… y así, murió en medio de una terrible convulsión, mientras escupía sangre por todos lados…
Así, solo quedo Stephen, el orgullo… sin haberse manchado las manos, todo el juego había terminado, tomó un par de guantes del maletín, y se dispuso a ordenar todo, devolviendo las armas y el dinero al maletín, no sin antes escupir en los restos de sus amigos, finalmente, tomó el maletín y salió de la casa. Su ropa estaba limpia, asi que no había ninguna señal de que el se hubiera involucrado con nada, con la cabeza en alto, se dirigió hacia la calle, donde esperaba el hombre que les había entregado el maletín, quien dijo:
-¿Se divirtieron?
-Pues si, bastante, fue interesante observarlos, pero siguen siendo solo insectos -dijo el chico, mientras lanzaba el maletín al suelo- no me rebajaría a su nivel
-Me pregunto si seguirás pensando lo mismo esta noche hijo, bueno en todo caso -el hombre tomó el maletín- debo irme a ver a otros hermanos, saluda a tus hermanos esta noche
-Espera, ¿hermanos…?
Antes que pudiera preguntar, el hombre había desaparecido, los ojos de Stephen volvieron a la normalidad, no recordaba nada desde la voz del maletín… se dirigió a la casa, y al ver a todos muertos, se asustó y gritó, corrió buscando su casa, y allí, se dirigió directo a su cama… allí, se quedó pensando en todo, llorando desconsoladamente.. recordando las palabras del maletín… «Hijo mío, te dejo un par de juguetes, por favor se un buen chico y usalos como te dicte tu instinto, siendo mis hijos, se que lo hallarán divertido. El final del juego será cuando seis callen, pero quedará un último sueño»…
A partir de entonces, no quiso volver a dormir, cada vez que lo intentaba, en su mente oía las voces de sus amigos diciendo una y otra vez «tramposo, tramposo…» y la imagen de sus restos putrefactos inundaba su mente…. nunca mas pudo dormir…. el solo imaginar que sus amigos lo esperaban en sus sueños no se lo permitia
3 comentarios
esta muy buena, hasta miedo me dio… muuuy descriptivo… 5/5
muchas gracias 😀 me alegra que te haya gustado
Por autor de la entrada
y por si fuera poco +1