El guitarrista maldito

20:32 minutos de la tarde, un parque de atracciones cualquiera, Barcelona.

 

Rogelio, un joven de 24 años, camarero a tiempo parcial en un bar de unas calles mas abajo, termina el turno, se cambia y coge el estuche con su guitarra y se encamina hacia una feria que había montada desde hace unos días, para tocar algo y sacarse unas propinas haciendo lo que realmente le gustaba.

Mientras camina empieza a silbar melodías de guitarra, sin importarle lo que la gente piense de el. Siempre fue la oveja negra de la familia, hasta que se independizó de manera forzada, a los 17 años de edad.

Sin darse cuenta ya ha llegado a la entrada del sitio. La feria es normal; dos o tres atracciones, varios puestos de venta, una carpa de adivina, una terraza y una casa de espejos bastante desvencijada. Rogelio se dirige a un puesto para pedirse su primera cerveza de la noche, y se sienta en una mesa para tomársela tranquilo. Deja el estuche apoyado en un árbol cercano, a su vista.

 

La gente pasa a su alrededor; una familia con una niña pequeña, una pareja bastante melosa, unos chavales dando un paseo, una fotógrafa…

La cerveza se desliza por su paladar, dejando su característico sabor amargo que tanto le gustaba, y trago a trago, está casi apurando la bebida, cuando un niño, de doce o trece años, con vaqueros y camiseta, echa a correr con su guitarra hacia las casetas y las atracciones.

-¡Eh, tu!¡Hijo de puta!

Rogelio se levanta y tira lo que queda de la cerveza encima de la mesa. Segundos después ya está corriendo detrás del ladrón.

Aunque nuestro protagonista no abusaba ni del tabaco ni del alcohol, le costaba mantener la velocidad. Cuando casi lo alcanza, una cola de gente se cruza en su camino, y lo pierde de vista.

-Mierda ¿alguien lo ha visto? Lleva una funda de guitarra y…

Su mirada se cruza con la del perseguido, al tiempo que este cruza la puerta de la casa de espejos.

-¡Ven aquí!

Al echar a correr, se tropieza con la pareja melosa de antes, y da con su cuerpo en el suelo.

Joder, disculpadme.

Se levanta con la ayuda de, a primera vista, un estudiante de universidad. Si le han dicho algo, no lo ha escuchado, está centrado en su guitarra.

 

Antes de llegar a la casa de los espejos, una mujer de unos treinta y tantos lo para, cámara en mano y le dice- Yo soy fotógrafa, y puede que le halla sacado alguna foto…

Una voz les sobresalta, que proviene de un hombre que está de pie, al lado de la entrada a los espejos.

-¿Queres uno viaja?– dice en un acento extrangero, casi sin mover la boca, y los ojos, menos aún. Da un aspecto bastante intranquilizante.

-Ha entrado un chaval con mi guitarra, y quiero recuperarla…

-¿Un viaja?

-Vale, pero…

Sin pedir dinero, el sujeto se saca del bolsillo de su chaqueta un disco, mas grande que una moneda, donde en el reverso pone “One Ride”.

Sin agradecer nada, Rogelio entra en la atracción, pero se para a los pocos pasos, al verse en los espejos que tanto odiaba.

Detras suya entran la pareja de antes y la fotógrafa.

-Buff (resopla)

El guitarrista sigue andando por el pasillo, hasta una bifurcación hacia la derecha. Cuando rato después llega a mitad de camino, escucha al chaval diciéndole.

-Ven a por ti guitarra si tanto la quieres…

Rogelio se altera notablemente y comienza a andar bastante rápido, pero pronto los pasos del chico se hacen cada vez más tenues hasta desaparecer. Llega a un espejo que corta el final del túnel de cristal. Cuando toca el espejo… el espejo está inusualmente caliente…

Toca la superficie y se quema.

-¡Aah!

El espejo se empieza a enfríar y parece iluminarse con una luz ténue, que al parecer no viene de ninguna parte.

Se ve a si en el espejo, pero por alguna razón que desconoce, el reflejo en el espejo lleva su mano al bolsillo, sin que Rogelio la haya llevado allí.

Saca un disco de metal del bolsillo, lo manosea y lo mira un rato fijamente antes de dejarlo en el suelo, ante su atónita mirada.

Sin dar crédito a lo que pasa, hace exactamente lo que ha hecho su doble en el espejo. Cuando saca la moneda, no puede evitar mirarla un momento, igual que hizo el reflejo.

 

Es el mismo disco que le dio el encargado, sólo que donde antes ponía «1 Ride», ahora pone «No Ride»

-¿Y esto?¿porque ha cambiado?

Rogelio deja la moneda en el suelo, cuando empieza a oir algo, algo que viene de ningún lugar y de todos a la vez.

Al principio suena como su guitarra, pero luego claramente oye más instrumentos…

Vuelve a tocar el espejo, mientras su imagen hace lo mismo. Sólo entonces puede ver cómo el rostro cambia hasta formar el de tu padre, una imagen que no habia visto desde hace mucho tiempo, desde que abandonó el hogar para ganarse la vida como músico.

Claramente la figura del que quizás sea tu padre pregunta.

-¿De qué huías, hijo?

– ¡De ti!

– Abandonaste a tu madre conmigo…

El semblante se debate entre la furia y la tristeza.

-¡Ni cuando estas muerto eres capaz de dejarme vivir!

-¿Y cuántos más cadáveres son el precio de tu vida?

-Los que hagan falta, si son todos como tu.

-Entonces no saldrás nunca de aquí, vive rodeado de sombras de cadáveres. Sólo si renuncias y destruyes aquello que te da la vida podrás volver a ver la luz…

La imagen se difumina y el espejo empieza a disgregarse por si mismo, cayendo al suelo en una marea de fragmentos cortantes y revelando que el pasillo continúa tras él.

-¿Pero que mierda?

Rogelio intenta volverse hacia atrás, pero no pierde nada caminando hacia adelante. Oscuridad, pero parece que puede caminar hacia ella.

Al no escuchar nada, empieza a caminar. Camina hacia delante hasta que una voz medio infantil le sobresalta.

-¡Quieto ahí!

-¡Ostias!¿quien eres?

– ¡No des un paso más, o te rajo!

Algo brilla en una mano de adolescente: es una navaja.

El camarero se para en seco.

-¡Tu! tu eres el que me ha robado la guitarra.¡Bastardo!

Su guitarra descansa al lado del chaval, que agita la navaja amenazadoramente.

-Mira, dame mi guitarra y me olvido de tu cara, chaval.

– ¡Quítamela! ¿es que acaso te importa más esta guitarra que tu vida, imbécil?

– ¡Mi guitarra es mi vida!

El niño sonrie burlón.

-¡Y por eso te quedarás aquí siempre!

Avanza para pincharle.

– ¡Que me la des!

La navaja se hunde en su costado, y hace que se escape el aire de sus pulmones, por la grave herida.

Rogelio está sangrando abundantemente.

-¡Joder…!

Dice, mientras mira al chaval con sorpresa y furia. Con fuerzas ya escaseantes, intenta quitarle la navaja de la mano.

 

De un manotazo al chaval en la muñeca , la navaja cae al suelo con estrépito. Al verse desarmado, el chico corre, abandonando la guitarra a su suerte.

Rogelio se acerca y coge la funda, y la abre para ver si esta entera. Cuando intenta agarrar la guitarra, la empapa de sangre. Menos por eso, la guitarra está intacta.

Cierra el estuche y se lo pone a la espalda, se tapa como puede la herida y anda hacia donde puede.

Camina hacia delante hasta topar con un espejo. No hay salida. Desanda el camino y le parece encontrar un espejo cortándote el pasillo donde antes no estaba. Recorre nuevamente el lugar, despacio, buscando aberturas, pero no las hay.

Está encerrado.

-Mierda… coff…coff.

Al toser se mancha la cara. Cuando se mira las manos, las lleva empapadas en sangre.

Os quedaréis aquí hasta que sepáis renunciar a lo que más queréis, pues ése es el único camino para vuestra redención.” Oye que dice una voz.

Mira la funda, la abre y saca la guitarra, limpiamente. La coge con suma delicadeza y la gira, mirando el mastil, donde hay una inscripción.

» Rogelio, de tu padre que te quiere»

Saca una púa y comienza a tocar unas cuantas notas, cada vez con menos fuerzas.

Se sienta en el suelo con el instrumento.

La música llena el lugar, es una música maravillosa, la mejor que ha tocado jamás. Va llenando los espejos, reverberando en ellos, amplificando así las notas. Toca y toca, simplemente animado por la propia belleza de lo que estás haciendo, aunque tus dedos cada vez están más rígidos y hace tiempo que nota su propia sangre encharcando el suelo en el que se sienta…pero la música…la música es maravillosa.

Es una música por la que merece la pena vivir…

…o morir

Mis oscuros delirios

Darksmoker

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