EL GATO

Una noche, mientras escribía una carta, mis padres se encontraban de viaje en la ciudad de Guatemala, estaba solo en mi casa, mis hermanos se habían ido de campamento. Solo estábamos el gato negro de mi hermana y yo.

Ya eran las 2:50 AM y yo seguía escribiendo, ese día fue de gran inspiración, gracias a la música que tenía en mi habitación, y que nadie interrumpía mi escritura, cuando de repente el gato el cual se llamaba Leonardo empezó a maullar una y otra vez, esos sonidos agudos eh irritantes impedían que siguiera con mi escritura. Salí de mi habitación, baje las escaleras y fui al sótano a buscar al gato ( que ese era su lugar favorito para esconderse) encendí la luz y empecé a observar y entonces vi que estaba en un rincón, fue un poco difícil de encontrarlo por su color negro profundo, y entonces empecé a llamarlo “ Leonardo ven, Leonardo ven” , el gato se empezó a acercar, cuando de repente una mano pálida que estaba escondida detrás de un mueble lo jalo, fue tan grande mi impresión que por unos segundos me quede inmóvil, en ese instante la luz se cortó, el gato dio un maullido tan escalofriante que mis piernas empezaron a temblar, saque mi celular y encendí la lámpara, me acerque a ver, no lo podía creer, el gato estaba muerto y la cabeza ya no estaba.

Corrí, subí las escaleras y me fui a mi cuarto, algo muy raro estaba pasando, una música estaba sonando y eso que no había luz, y era una melodía maquiavélica, escalofriante que jamás había escuchado en mi vida, intente acallarla “Imposible”, luego fui a mi escritorio a sacar unas veladoras para iluminar mi habitación, las encendí y Salí de mi Dormitorio para irme a la casa de mi primo que estaba a tan solo 3 calles de mi casa. Cuando pase cerca de la cocina, algo llamo mi atención, fue una sombra que se movió, era como la silueta de una persona, corrí hacia la puerta para salir de mi casa pero estaba cerrada con llave, mis llaves estaban en mi habitación, fui corriendo a traerlas cuando sonó el teléfono de mi casa (Ring, Ring, Ring), era una llamada desconocida, conteste todo temeroso y entonces un hombre con voz ronca dijo “Nunca podrás escaparte de mí” y colgó.

El terror se apodero de mí, corrí hacia la puerta, y la puerta estaba abierta de par en par, saque la cabeza para ver si había alguien pero solo había oscuridad, Salí huyendo, a la cuadra de mi casa gire mi cabeza, y entonces vi la ventana de mi habitación, quede petrificado al ver que había alguien parado allí, Segundos después seguí corriendo con más terror en mi ser, ya faltaba pocas casas para llegar a la casa de mi primo, cuando algo inimaginable paso, a 7 metros de mi estaba sentado el gato negro de mi hermana, vi sus ojos, eran rojos como el fuego que consumía mi ser, cuando de repente una mano helada toco mi espalda, Gire mi cabeza con terror y era mi madre que regresaba del viaje y me dijo: Hijo te has quedado dormido en el escritorio, entonces comprendí que todo había sido un sueño y nada más.

Roberto Mazariegos -POE-