Esta es una historia real. No soy muy buena escribiendo pero se lo tenia que decir a alguien y se que de esta manera muchos la podrán ver mi historia. Les pido que comprendan que quizás en algunas partes me valla del tema y esto es porque estoy escribiendo a medida que recuerdo lo sucedido…
En mi casa, desde la muerte de mi mellizo Dan, mis padres vivían gritando y por lo general, siempre había discusiones por el tema de su muerte, ya que según mi madre, la culpable de su suicidio soy yo. Estuve presente en la ultima conversación que tuvieron antes de separase, fue esta:
«Él era un joven que tenia un gran futuro»- dijo mi madre- «no como su hermana… Él era un niño muy inteligente, muy capaz… Él podría haber llegado muy lejos, pero por culpa de Aria la vida de mi pobre niño finalizo a sus tiernos 15 años»… -dijo en sollozos.
Mi padre me miro, yo estaba sentada en la escalera, miro ami madre y le dijo-«Luci la culpa no es de nadie, Dan no estaba atravesando un buen momento y recurrió a eso»…- con un aire melancólico.
«¡Carl! Ella podría haberlo detenido»- dijo entre lagrimas, señalándome- «quizás el estaría aquí si ella lo hubiese sujetado con más fuerza»…
«¡No es culpa de Aria ella intento detenerlo!»- grito a mi madre, giro y me miro, yo estaba llorando- «¿crees que la muerte de él no pesara en su mente? – me señalo- ¡Mírala! ¡No solo tu piensas que si ella lo hubiese sujetado con mas fuerza el estaría aquí! ¡Aria lo dijo cuando estaba en el hospital, recuerda que nuestra hija estuvo en shock casi un mes!»
«¡También pesara en mi mente!¡Era mi hijo prodigo!¡El fruto de mis entrañas y ahora esta muerto!-dijo llorando.
«Luci… Me canse… No dejare que Aria sufra por tus lunáticas ideas… Siento lo de nuestro hijo tanto como tu, pero no dejare que ella termine igual que él por tu culpa… Nos iremos por la mañana y esa decisión ya esta tomada»…- me miro y me dijo- «Ve a juntar tus cosas»…
Lo próximo que recuerdo es el día en el que llegamos a la nueva casa…
«Elige tu habitación, hay más de las que necesitamos así que puedes tomar dos»… -sonrió por primera vez en meses…
«Esta bien»…- fue lo único que dije y se que fue con un aire despechado…
Recorrí toda la casa, elegí que mis cosas,como libros y ropa, estarían en una habitación y en la otra estaría mi ordenador y mi cama. La habitación en la que dormiría tenia una extraña pintura que iba desde el techo hasta el piso, era una enredadera de rosas, pero en el centro tenia un extraño símbolo que parecía quemado sobre la pared. Era una especie de estrella invertida, pero estaba formada por palabras en un extraño dialecto. Y había un espejo que se notaba que llevaba ahí varias décadas.
Por lo general en mi casa antigua tenia siempre el mismo sueño, Dan colgando de mis manos rogándome que lo suelte con una gran sonrisa en su boca. Pero al llegar el al piso, quien yacía en el era yo. Pero esa noche el sueño fue distinto, Dan me miraba, estaba sentado en la cama, junto a mi y me rogaba que salga de esa casa. Cuando desperté podría jurar que vi a mi hermano sentado realmente junto a mi, por una fracción de segundo y se desvaneció. Pasadas un par de horas, yo no podía dormir y comencé a oír pasos en el corredor, me senté en la cama, pero sentí que alguien me jalo cuidadosamente y me acostó sobre ella. En ese momento escuche que alguien me dijo, es mejor que duermas y creo que me desmaye.
Al día siguiente desperté a las 16:45 y mi padre no estaba, había dejado una nota que decía que había ido al mercado. Al terminar de leer la nota comencé a oír levemente una especie de quejido, así que busque el origen del ruido y resulto que venia desde el sótano y me dirigí al lugar sin una sola pizca de miedo. La puerta estaba entreabierta y no se veía ni una sola gota de luz salir del lugar. El quejido ya había tomado forma de gemido, como de dolor, abrí la puerta y todo estaba cubierto de marcas de sangre. Baje la escalera y en una esquina algo estaba llorando, ¿de dolor?, no era un humano, me acerque al interruptor de luz y la encendí, titilo un poco y podía ver como ese extraño ser se acercaba a mi, pero cuando la luz quedo fija, ya no había ninguna marca de sangre en las paredes, ni en el piso, ni en la escalera. En ese momento llego mi padre, yo estaba completamente blanca del susto que había tenido. Él me estaba buscando, escuchaba que gritaba mi nombre, pero yo no podía hablar, tenia un nudo en la garganta, gire para ver la escalera y ese ser estaba ahí sentado, mirándome. Lo mire, de mi pecho salio un grito ahogado y me desmaye. Recuerdo que era casi como un humano, recuerdo que sus ojos ardían en un flamante color rojo y su piel era de un gris claro.
Al despertar estaba en mi cama y mi padre me estaba miando. Me dijo que estaba hablando dormida y que parecía como si mantuviera una conversación con Dan. Pero eso a el no le asusto, ya que de pequeños Dan y yo conversábamos dormidos, incluso si estábamos en habitaciones distintas. Él dejo caer un par de lagrimas y se fue de mi habitación.
Pasaron los días y no ocurría nada extraño,solo lo mismo de cada noche, se escuchaban pasos en el corredor. Tras una semana de lo ocurrido decidí dormir en el sótano, sea lo sea que estaba ahí quizás me halla asustado, pero me había obsesionado tanto pensando en esa criatura que quería un segundo acercamiento…
Pero jamas lo logre volver a ver…
1 comentario
tu padre te estaba miando? XD muy buena tu creepypasta