El delfín negro, leyenda urbana.

Hola, lo que voy a contar no es un creepypasta, es una leyenda urbana muy común en el pueblo donde crecí.

 

Este era un pueblo que nunca tuvo mucha suerte, era un pueblo minero y toda su cultura estaba plagada accidentes, viudas y huérfanos. En fin, mejor empiezo con la historia.

Esto se ambienta mas o menos hacía la década de los cuarenta, aunque nunca nadie me supo dar una fecha exacta. Resulta que había un matrimonio entre un famoso y exitoso cirujano y una hermosa actriz de teatro. La pareja había sido bendecida con una hermosa niña, único embarazo que logro sobrevivir entre cuatro fallidos. Esta joven familia era el orgullo del pueblo entero, lamentablemente, al cumplir cinco años la niña, su madre murió por causas que no llegaron a nuestros días.

El padre se fue del pueblo con su hija, y para cuando volvieran, esta se habría convertido en la joven más hermosa que cualquiera podría haber visto. Al cumplir los 15 años de edad, su padre le había regalado un dije de un collar, con un delfín negro de cristal. La joven ya estaba cursando su penúltimo año en el colegio, 13 años era el colegio en aquel entonces. Pero pese a sus buenas calificaciones y su buena conducta, no se llevaba nada bien con sus congéneres.

Nadie se ofreció a acompañarla a su casona aquella noche que el padre no pudo irla a buscar y fue violada. Un mes después de agonía y locura encerrada en su pieza, atendida por varias enfermeras, la joven aparentemente murió de pena.

Los meses y años que acontecieron fueron muy grises también en el pueblo, promociones enteras de estudiantes solo de hombres debido a que las jóvenes desaparecían y las que no, se iban aterradas del pueblo, ya sea con sus padres o con amantes adinerados.

Cierta noche, hubo una chica cullo nombre era Sara Wilde. Sara había tenido una ruptura amorosa muy dramática y caminaba semi borracha por donde creía abandonado, hasta que vio la vieja casona que parecía abandonada, donde vivía un triste y viejo viudo al cual, su fortuna caía día a día. Vio una pequeña silueta de un hombre.

Despertó en un cama, afuera había una tormenta, rayos, centellas, nadie sabe la diferencia. Estaba atada a una camilla y le dolía todo su cuerpo. Entró a la habitación el viejo cirujano, y la llevo por un largo pasillo repletos de cuadros y fotografías de una joven y al verse al espejo casi se horroriza. Entendió el dolor de su cuerpo. Era idéntica (o bastante parecida) ahora, a la joven que aparecía por todos los cuadros de la casa. El hombre le acarició el pelo, le besó la mejilla y coloco en su cuello lleno de costuras un collar con un delfin negro de cristal. Paso maniatada y siendo alimentada y operada por ese hombre durante un buen tiempo. Hasta que su cuerpo cedió y finalmente se deshizo de ella, fue hasta el fondo de la casa y la arrojó por un tonel.

Al llegar al fondo, noto que se hallaba en una gruta abandonada repleta de agua y de malos olores. Algo se movía entre la oscuridad y sintió algo que la levando del agua, la arrastró hacía un boca de luz y allí quedo casa a cara con la joven que alguna vez debería haber sido hermosa, y ahora era un monstruo desfazado condenado en el fondo de un pozo.

«Grita» le dijo «Grita con todas tus fuerzas»

Y gritó, hasta casi quedarse sin aliento. Sus gritos fueron oídos por un grupo de oficiales de policía que por allí pasaban.

Sara murió de suicidio, nunca volvió a ser la misma pese a haber dado declatoria y arrepentimiento por haberle robado el arma a uno de los policías y dispararle al desgraciado que le había hecho eso. El doctor murió por el balazo que le dio Sara y su hija…

Nadie sabe que paso al respecto con ella…

Lo único que se sabe, es que desde entonces en aquel pueblo minero cullo nombre se lo puso un escritor sin mucho éxito, cada vez que una joven recibía un collar de un delfín negro como regalo, debía gritar inmediatamente, o si no, recibiría una visita esa misma noche.

Fin.