El breve camino por el cielo

A medida que la luz resplandeciente llegó a su fin, abrí mis ojos y contemplé un radiante par de puertas frente a mí hacia lo que solo pude asumir que era el Cielo.

Se me acercó un anciano vestido con palio de platino mientras se abrían, revelando un paisaje de belleza y maravilla, con otro par de puertas en la distancia.

—¿San Pedro? —pregunté.

—Así es. Estoy aquí para darte la bienvenida al Cielo, y para guiarte hacia tu nueva vida —me contestó.

—¿Mi nueva vida? No recuerdo que el cristianismo mencionara la reencarnación. Supongo que todas las religiones son verdaderas de alguna forma —reflexioné.

—Supongo que tienes razón, en cierta forma. Sígueme.

En tanto caminamos por la puerta, noté que le faltaba algo a toda esa belleza y maravilla a mi alrededor.

—Disculpa, San Pedro, ¿pero en dónde están todos?

—No hay nadie más aquí, solo nosotros dos, y no por mucho.

Estaba aturdido por su respuesta.

—¿Qué quieres decir? ¿No hay nadie más aquí? ¿En dónde están los ángeles? ¿Miguel?

—Muerto —me respondió.

La forma en la que lo dijo me hirió; fue como si lo hubiera dicho tantas veces ya, que no hacía ninguna diferencia.

—¿Muerto? ¿Qué hay de Gabriel?

—Muerto, también. Todos están muertos —me dijo San Pedro.

—¿Cómo pudo haber pasado esto? ¡¿Quién hizo esto?!

—Lucifer lo hizo. Masacró a todas las almas que estaban aquí, tanto a personas como a ángeles —me explicó con tristeza en su voz.

Devastado por lo que escuché, le dije:

—¿Lucifer? ¿Y qué hay de Dios, por qué no lo detuvo él? ¿Por qué Dios todopoderoso no protegió su Cielo?

Alcanzamos la otra entrada, la que había visto en la distancia cuando llegué.

—Lo siento, pero ahora te debes ir. Por favor… Atraviesa esta puerta y vive tu nueva vida.

—Contéstame: ¿por qué estás haciendo esto? —le pregunté a San Pedro notando una lágrima en su ojo. No sabía que los ángeles pudieran llorar.

—Este es el castigo que me dio Lucifer. Debo permanecer aquí por toda la eternidad para guiarte por estas puertas a medida que mueres y renaces.

—¿Yo? ¿Qué hay del resto de la humanidad?

—En esta era nueva, la humanidad se va al Infierno —me contestó, viendo más allá de la puerta.

—No comprendo. ¿Soy la única alma que viene al Cielo? —Mientras cuestionaba a San Pedro, la puerta se abrió ante mí.

—Ese es tu castigo. Lo siento, Padre. No hay nada que pueda hacer.

===============

Anterior | Todos los Creepypastas | Siguiente

La traducción al español pertenece a esta página. Fue escrito en inglés por Karyoga:
https://reddit.com/user/Karyoga/submitted/?sort=top&t=all

Creepypastas

Please wait...

4 comentarios

¿Quieres dejar un comentario?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.