El bar de los sueños

Cuando somos jóvenes, siempre tenemos la intención de la lujuria, así fue como le paso a David, pero a el no le fue mi bien, resulta que él era un joven que vivía en un pequeño pueblo en los llanos de Venezuela ya recién cumplía los 18 a él le gustaban mucho las mujeres, era un mujeriego como su padre, el día de su cumpleaños ideaba ir a un bar por primera vez ya que siempre quiso ir pero su madre no lo dejaba, su madre ese mismo día dice que le llego una carta, David emocionado abre dicha carta y encuentra una invitación hacia la nueva apertura de un lugar llamado “el bar de los sueños” David mira la dirección y no la conoce así que no le da mayor importancia.

Ya en la noche el chico decide ir al bar, toma el auto (el cual su padre le deja conducir ahora que es mayor de edad) y parte hacia el bar que le recomendó su padre. La carretera está muy sola y la cubría una densa niebla lo cual era normal en esa época del año pero a David no le importo así que siguió conduciendo, David empezó a no reconocer el camino y unos metros adelante diviso a una mujer, David detuvo el auto y le pregunto en que dirección quedaba el bar, la chica le señalo que hacia  adelante sin decir ni una palabra, el chico sin dejar de ver su hermoso rostro le dio las gracias y siguió conduciendo, al cabo de unos minutos vio un cartel que nunca había visto que decía “Bar de los Sueños a 1Kilometro”.

David con una gran curiosidad decide ir a dicho bar, luego de un rato conduciendo David piensa que es una mentira todo eso, pero luego ve unas luces a lo lejos definitivamente era el bar, así que David condujo su auto hacia ese lugar, el burdel parecía en mal estado y no era tan grandioso como David pensó, pero eso no le quito emoción al muchacho ya que David ingreso en el bar y adentro noto que no había gente allí, solo una anciana la cual se asombro al verlo o al menos eso pensó David.

-¡Hola! ¿Qué te trae por estos lares?- Dijo la anciana repentinamente.

David notó aquello un poco extraño, pero aun así sentía curiosidad

-Recibí una Carta de este lugar, así que decidí echar un vistazo- Respondió.

La anciana se tomo el mentón y un poco pensativa, chasqueo los dedos y la puerta que se encontraba detrás de ella, comenzó a abrirse lentamente…David pudo distinguir rápidamente que alguien entraba a medida que la puerta se abría y rápidamente reconoció a la persona, era la chica que le había indicado el camino la cual luego de entrar lo miro y dijo:

– Es el. – con una voz algo seca

-¿Qué está pasando? Se preguntó. ¿Me esperaban acaso? – lo dijo con una voz levemente alterada,

-No pasa nada ven, le dijo la anciana.

-No, yo ya me voy. -Repuso David.

-¡NO TE IRÁS A NINGÚN LADO! – Exclamó fuertemente.

Finalmente David sale del bar, y se encuentra con un par de hombres “enfusados” y con tabacos, David está al frente de ellos, pero estos lo ignoran, como si el fuese un fantasma. Los ve dirigirse a la puerta del bar, siendo bienvenidos por las mismas dos mujeres, David mira por la ventana como estas los seducían, y repentinamente vio que una de ellas, se llevaba a un hombre, pero este estaba borracho.

David pestañeo y luego oyó múltiples gritos, y se percato que aquel hombre le pegaba a la prostituta, la otra mujer la cual era su hermana, corrió hacia su habitación, agarro un bolígrafo que tenía en la mesa de noche de la habitación y se lo clavo en el cuello al borracho, sus amigos no lo tomaron bien y las llevaron  afuera a ambas donde a la que había apuñalado al borracho la amordazaron, mientras que a su hermana fue brutalmente asesinada a golpes.

Luego de eso a la asesina la encerraron en un coche donde la dejaron en un bosque encerrada, el chico pestañea de nuevo y ve que el bar está en ruinas, como si hubiera sucedido algo terrible hace mucho tiempo. La anciana le toca sutilmente el hombro y le dice

-Eso fue hace 40 años, ellos volvieron y yo estaba ahí, me logré escapar, sin que lo supieran envenené sus bebidas, y no me importó envenenar las demás, los mate a todos. Yo y mi hermana hemos estado desde entonces deambulando por aquí, en busca de clientela para nuestro bar.

David, a segundos de entrar en un terror horrible, no por lo que le había dicho la anciana, sino que por delante, veía de nuevo a la mujer de la carretera, pero ya no era hermosa, tenía su rostro horriblemente desfigurado, con cicatrices horribles, con una sonrisa grotesca y ojos rojos. La anciana puso una sonrisa de psicópata, que le cubría toda la cara, y con ojos llorosos.

-¡Vamos! le dijo.

David la empujó y se echo a correr como nunca en su vida, preso del pánico, del horror, el bosque se hacía cada vez más denso, la niebla más espesa,  el pasto más difícil de atravesar, hasta que calló, pero no porque tropezó, sino porque algo lo sujetaba, eran brazos de cadáveres, habían docenas de cadáveres, de las personas que la anciana había asesinado 40 años atrás, ella los había puesto ahí, todos grotescamente puestos, encima de otros, David gritaba, pedía ayuda, la anciana se acercaba lento pero a paso firme. David estaba llorando del pánico, se pudo zafar justo antes de ser atrapado pero su zapato quedo cubierto en el mar de cadáveres, finalmente corrió y corrió hasta llegar a la carretera, donde había estacionado su auto, encendió el auto y condujo a toda velocidad hasta más no poder, en el camino la niebla le obstruía la visión, y cuando puso los faros altos vio la fétida cara de la joven asesinada, pero sin pensarlo dos veces, paso por encima de ella, se escucharon huesos quebrándose, y por detrás se podía observar, a la anciana con la misma sonrisa diabólica, aún caminando. A David no le importo y continuo conduciendo hasta toparse con los avisos que le indicaban la dirección para regresar a su hogar, al llegar sus padres estaban preocupados por él y se sorprendieron al verlo todo pálido y temblando, intento no preocuparlos así que les dijo que estaba muy cansado y se iría a dormir, antes de irse su padre le recordó del viaje que le tenía prometido y le dijo que irán en la mañana.

A la mañana siguiente, el chico despierta sudando y extremadamente desesperado, el sol radiante cruza a través de la ventana y su padre lo llama para que venga a desayunar, el chico le cuesta levantarse y sus pelos están de punta, minutos más tarde come en la mesa con sus padres, pero David decide no contarle lo que le paso, con temor a que no le crean, quiere pensar que todo fue un sueño y que eso no sucedió, acto seguido se embarcan en el auto y emprenden su viaje, 30 minutos más tarde el papa de David se detiene por la misma carretera donde el soñó ayer, y se detiene a hacer una necesidad,

David lo espera en el auto, pero al ver que sus padres no llegaba, sale con confianza pero aun un poco atemorizado a buscarlo, lo encuentra mirando un objeto, David le pregunta

-¿Qué miras papa?

-Acaso, ¿No es este tu zapato?

David se queda mudo, al verlo entre unos arbustos, temblando lo recoge, y deja caer una nota que decía…

Vuelve Pronto.

Besos. Jenny y Verónica

Creacion Propia

victor

Please wait...

2 comentarios

¿Quieres dejar un comentario?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.