Dulce inocencia

La verdad no es que nunca me allá portado mal, es al revés nunca me e portado bien, estoy clasificada como la rara del salón  antes aparentaba portarme bien, cuando en verdad las odiaba, hasta el punto de querer matarlas. Al final termine siendo yo misma y no tenia miedo a ser quien era, conseguí amigas que me querían como era eso me hizo feliz, con ellas me portaba bien, aprendí muchas cosas de los humanos. una de ellas es que son muy estúpidos  en mi salón hay una chica, que me cae muy mal no se porque, tal vez intenta superarme, pero soy mejor que ella en todo, aparte que se podría decir que soy la mas bonita,  no es que este siendo egocéntrica  solo digo la verdad, así que es un tanto patético de su parte al menos intentar ser mejor que yo, en todo caso… Ya me fastidio es que es tan estúpida  la odio, intentando ser perfecta cuando su mayor defecto es existir, en este mundo gobierno yo, no ella, nadie me quita de mi pedestal, todos los chicos están bajo mis pies, ella intenta llamar su atención , es ridículo  solo quiero que muera, lenta y dolorosamente, quiero que esa cabellera de la que tanto presume se caiga, quiero que muera en mis manos. Se donde vive y esta noche empieza mi plan, adiós señorita perfección, te metiste con la persona equivocada, mordí un poco mi dedo indice…

Toque suavemente su puerta, ella me abrió con una sonrisa, le sonreí escalofriante, ella no se dio cuenta, entre tranquilamente, no quería asustarla.

-Que quieres?-Me pregunto altanera, repite profundo, Aun no aun no, me repetía en mi mente

-Solo venia a saludar-Le dije con la sonrisa mas inocente que tenia, me acerque a ella, me miro curiosa

-Necesitas ayuda con los chicos no?-Me dijo arrogante- Pues viniste al lugar indicado Dijo guiñándome un ojo-Lo primero que tienes que hacer es…-Me estaba buscando alguna imperfección- Arreglar tu pelo-dijo mientras subía por las escaleras, estaba loca? Adoro mi pelo! Es castaño claro con reflejos rubios y rojizos y el de ella es castaño corriente, asco… Regreso con unas tijeras, que mierda quiere hacer? iba a tocar mi pelo, pero fui mas rápida que ella y le doble el brazo soltó las tijeras, la mantuve en esa posicion por un rato, las lagrimas de dolor caían por sus imperfectas mejillas, recojo las tijeras y le jale el pelo, curiosamente lo tenia amarrado en una cola de caballo; sonreí macabra, a mi nadie me toca el pelo, absolutamente nadie

-Ahora dejaras de presumir tu pelo…-Le corte la cola de caballo, gimió intentando zafarse de mi agarre, cuando oyó las tijeras cortando su pelo, le lanze la cola de caballo- No me interesa nada tuyo, solo quiero torturarte- Me miro furiosa, le lance un beso, estaba llorando de amargura, por su reciente nuevo corte de pelo, cerré la puerta de su casa y camine hacia la mía, pues no se que tan rápido camine, pero llegue pronto.

Al otro día estaba llorando, diciendo que era yo la que le había cortado el pelo que ahora lo tenia a rozándole las orejas, casi me rió al ver mi obra maestra , para nadie era un secreto que tenia envidia de mi, sus amigas se me acercaron intentando buscar respuestas, puse mi cara mas inocente y llore desconsoladamente, argumentando que estaba en mi casa anoche, y lo sabían había estado chateando con todas ellas. Al final solo la tomaron por mentirosa, le sonreí macabra, esta me las pagaba.

Espere hasta el final del día  fui a mi casa y prepare todo cuidadosamente, espere hasta entrada la noche, aparecí en su casa, ella me abrió pensando que era sus padres, la verdad su cara fue épica, hasta quería tomar le una foto.

-Vete de acá-Dije mientras intentaba cerrar la puerta, la tranque con mi pie, empuje la puerta con mi mano izquierda y ella callo al suelo, por lo fuerte que empuje

-Este juego no me gusta-dije estaba furiosa, casi podría jurar que mis ojos ya estaban rojos de tanta ira contenida-soy la encarnación del pecado, puedo hacer lo que se me de la maldita gana contigo, entendido?-Ella asintió, estaba en  pánico, sabía que no mentía, no sabia que hacer, miro el teléfono y corte el cable en un movimiento casi imperceptible para el ojo humano,  le tome su brazo bruscamente, ella lloro, debía ser cuidadosa, no podían quedar ningún hematoma y saque la navaja del bolsillo de mi chaqueta-Te portaste mal-Susurre divertidamente mientras le cortaba las venas de su imperfecto brazo, la sangre se deslizaba suavemente y caria al suelo, lloraba de dolor-Duele?-Le susurre al oído mientras le hacia otro corte, ella asintió- Esa es la idea- al siguiente corte le clave la navaja mas profundo, gimió, yo solo sonreí y desaparecí.

Los días pasaron y al final el solo hecho de que la iba a buscar la aterraba lo veía en su mirada, a la segunda semana semana me aburrí ya no me tenia tanto miedo como antes, ese no fui al colegio, tenia que hacer algo y rápido  maldito juguete, complica las cosas, tome un bolígrafo y hice una carta de suicidio firmada a su nombre, la letra era igual parecía que ella había escrito, uno de los muchos beneficios de ser un demonio, sus padres estaban en un reunión de ultimo momento, seria muy triste y se quedaran atascados en un embotellamiento con un llanta pinchada, fui a su casa, imite perfectamente la voz de su madre, me dejo entrar con una sonrisa, cuando me vio, pareció asustada e intento correr a coger el teléfono  la deje, pero por lo visto no funcionaba, sonaba  colgado.

-Ups-Dije divertida, fue a la cocina para defenderse con un cuchillo. cuando  ella volvió  estaba sentada en la sala, tenia el cuchillo en mano estaba temblando, con un movimiento de mano, hice que el cuchillo se clavara en una pared cerca mio, me miro aterrorizada, sentía la adrenalina correr por mis venas, contra su voluntad se acerco a mi, le di el cuchillo y ella se lo acerco al cuello

-Por que?-Susurro con lagrimas en los ojos, la pare, me reí a todo pulmón  me dolía el estomago, ella seguía en la misma posición asustada por mi reacción  las lagrimas caían por sus mejillas

-Porque si-Le dije al oído, su mano se movió cotando la yugular del cuello, fue interesante ver como la sangre caía por su brazo y su cuerpo caía al suelo, su piel perdía color y sus ojos quedaban abiertos resbalando le lagrimas de ellos, deje la carta en un lugar visible, con algunas gotas de lagrimas cortesía de ella, fui a mi casa a dormir un rato mañana seria interesante. Me desperté un tanto perezosa, cuando llegue al colegio habían muchas chicas llorando y algunos chicos con la cabeza baja.

-¿Que paso?-Pregunte inocente

-¿No te enteraste?-me dijo una amiga, negué con la cabeza, ella sonrió melancólica señalándome el puesto de mi victima.

-¿Donde esta?-Pregunte un tanto preocupada, actuación perfecta

-En un lugar mejor, se suicido anoche-Dijo ella con lagrimas en los ojos, yo me quede estática  tan rápido corrió la noticia  no importa hice como si llorara, en su funeral dije algunas palabras, diciendo que al recordaría como una buena amiga, todo el mundo creyó mis palabras, la recordare como un juguete preciado, un juego que en verdad fue entretenido, esa sangre… Roja, espesa, simplemente un espectáculo delicioso, lo quisiera repetir, mordí ligeramente mi dedo índice…