Cecilia, la niña de diario de color verde.

«Enero 30.
Me acabo de mudar a una ciudad y casa nuevas con mis padres y mis dos hermanos Samuel y mi mellizo Leonard. Tengo que admitir que estoy muy emocionada por la mudanza, la casa es enorme y hermosa, mis padres querían mudarnos a una casa más vieja y de esas que en su tiempo pertenecían a gente rica, pero era muy costosa, por lo que estamos en esta casa que es relativamente nueva. Al fin tendré una habitación para mí y no tendré que dormir en la misma alcoba que Leonard. Yo escogí la alcoba primero, es muy grande y está pintada de blanco, pero ya les pedí a mis padres pintarla de violeta.

Enero 31.
¡Esta casa me encanta! La he explorado más con Leonard hoy en la mañana. Tiene un enorme sótano y en este hay una habitación, aunque nos inquietó que esa habitación dentro del sótano fuera tan pequeña, estaba pintada de negro con ciertas zonas de color rojo que parecían ser de algo antes pintado allí y luego cubierto con la pintura negra, además de que se veía que nadie la había usado en años.

Febrero 1.
Hoy volví  a ver la habitación del sótano, pero fui sola. Encontré un compartimiento pequeño, era un agujero detrás de un ladrillo que se camuflaba como parte de la pared, pero ese ladrillo tenía un dibujo, no muy notorio, de una cabra o algo similar. Encontré un pedazo  de tela con el mismo dibujo de la cabra en tinta negra, pero algunas partes estaban tapadas por gotas rojas, y en los espacios que no cubría el dibujo de la cabra habían escritos unos símbolos con la misma tinta negra. Me dio miedo el dibujo de la cabra así que fui a conocer el vecindario con Leonard y Samuel.

Febrero 4.
Estuve hablando, creo, con una vecina anciana. A mi hermano se le cayó un juguete en su patio. La mujer fue muy amable y me lo devolvió, pero luego actuó muy extraño. Empezamos a conversar y le conté que yo vivía en la casa de la calle de enfrente. Me preguntó si me refería a la casa verde, cuando le dije que sí la vi cambiar su sonrisa por una expresión de preocupación. Cuando toqué el tema de que tenía un hermano mellizo ella se escandalizó, dio un gritó ahogado, se echó la bendición, luego me pidió que me fuera y mientras ella se dirigía a la entrada de su casa la escuché rezar en voz baja. Escuché claramente cuando dijo «Dios mío, ampara a los pobres niños».

Febrero 6.
Le mostré a Leonard el trozo de tela con el dibujo de la cabra, los símbolos y las manchas rojas. Él dijo que le parecía genial y me lo quitó porque quiere llevarlo a la escuela y mostrárselo a sus amigos. Incluso se enojó conmigo cuando le conté que lo había encontrado unos días antes y lo había guardado en su sitio en lugar de mostrárselo a él de inmediato.

Febrero 7.
Fui a devolver el trozo de tela y encontré algo que me dejará un trauma de por vida: había un nuevo mueble en la habitación, que era una gaveta, y en el cajón habían guardadas varias fotografías de mujeres de mi familia (mi madre, mi tía, mi prima mayor y varias más) desnudas, en posiciones obscenas que me causaron asco, con una estrella de David dibujada en puntura roja sobre sus abdómenes y pechos. En algunas imágenes, con  las cuales por poco vomito por repulsión, ellas estaban atadas en mesas de metal con cadenas, llenas de cortes, rodeadas de velas y había una que estaba siendo sodomizada por un hombre cuyo rostro no se mostraba, él las golpeaba con una botella quebrada y mientras las otras observaban la escena sonreían. Tuve que tener mucha compostura para dejar las fotografías en su lugar. Después de verlas subí a mi cuarto a vomitar. Cuando mi madre subió y me preguntó que me pasaba no pude verla a la cara, me causó asco su presencia.

Febrero 20.
Hoy tuve fuerzas para escribir. Mi hermano murió poco después de que escribí por última vez, unos días después. En la escuela encontraron el pedazo de tela que llevó y citaron a mamá y papá. Volvieron con él, los escuché mandarlo a su habitación, y luego nos llevaron a mí y a Samuel a la casa de la abuela, porque dijeron que ellos debían ir a arreglar algo en la escuela. No volví a ver a Leonard.

Sin fecha.
Desde luego que no pasa nada, no, no, nada, nadie sabe nada nadie nadie…Mamá y papá me encontraron husmeando en la habitación del sótano, allí encontré la cabeza reducida de Leonard y un cuerpo, supongo que el suyo, descuartizado y cortado por doquier. Mis padres, no quiero llamarlos así. Están tocando a la puerta. Quieren «hablar» y «explicarme ciertas cosas». Lo decidí, tengo que lanzarme por la ventana o algo, tengo que correr.

Los escritos en el diario de Cecilia Coburn siguen siendo misteriosos y conmocionaron a la pequeña ciudad en la que residía. Cecilia tenía catorce años de edad cuando cometió, según los exámenes y resultados de la investigación, suicidio por medio de cuchilladas, somníferos y finalmente se ahorcó. Aún así hay muchas dudas respecto a su muerte, en las que se involucró en cierto momento a sus padres como posibles asesinos. Las incongruencias de su muerte, como la cantidad de puñaladas que no pudo darse ella misma ya que habría muerto en medio del proceso o el hecho de que haya hecho tres cosas al mismo tiempo con el objetivo de morir, dejan agujeros en el caso. Este extracto de su diario, la parte de los días anteriores a su muerte, narran sólo una parte de su vida. En otras partes de su diario describe con total exactitud a su familia y hermanos, sus amigos y su vida.
Finalmente, después de que el caso fuera algo impactante ante el conocimiento del público, se clasificaron los escritos de Cecilia como alucinaciones ya que legalmente sólo tenía un hermano que no era su mellizo, y que nadie sabía nada sobre algún otro hermano de ella. Tampoco se halló ninguna habitación en el sótano. Cabe decir que en cuanto a las evidencias que apoyaban el asesinato de Cecilia, como la charla con la anciana o la detención de su mellizo en la escuela por el supuesto trozo de tela con dibujos, símbolos y manchas, tienen explicaciones. En el primer caso, la anciana narra que la niña empezó a gritar y decir cosas en otro idioma que la asustaron, por lo que le pidió que se marchara, a lo que la niña respondió con golpes y gritos de blasfemias, razón por la cual esta rezó y dijo las cosas documentadas en el diario de Cecilia. En el segundo caso, la maestra de Cecilia dice que fue la joven en lugar del supuesto hermano mellizo de esta quien llevó el trozó de tela y luego empezó a convulsionar en medio de una clase. Cualquier cosa que haya pasado, el caso de Cecilia pasó a ser tomado como un simple suicidio cometido por una adolescente que sufría de problemas mentales, probablemente de esquizofrenia o alguna enfermedad mental similar»
En ese momento apagué la televisión, ese documental ya me estaba asustando si tomaba en cuenta que la muerte de esa niña había sucedido unos años antes en la misma ciudad que residía yo. Pero, bien, fuera la paranoia. Sí, en mi casa había una habitación extraña en el sótano, y sí, me había mudado con mi hermano mellizo, pero eran estúpidas coincidencias. Debían serlo.

Creación propia aunque me ayudó a escribirlo una de mis alucinaciones con Cecilia, pero en realidad su historia no es así, creo. Además de que Cecilia es la predecesora de la niña de mi creepy 'El oscuro secreto de papá y mamá" ¿Se llama así?

thevirginsuicide

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6 comentarios

Buen creepy , bastante interesante y me dio un escalofrio en este parrafo: Finalmente, después de que el caso fuera algo impactante ante el conocimiento del público, se clasificaron los escritos de Cecilia como alucinaciones ya que legalmente sólo tenía un hermano que no era su mellizo, y que nadie sabía nada sobre algún otro hermano de ella. Tampoco se halló ninguna habitación en el sótano. Cabe decir que en cuanto a las evidencias que apoyaban el asesinato de Cecilia, como la charla con la anciana o la detención de su mellizo en la escuela por el supuesto trozo de tela con dibujos, símbolos y manchas, tienen explicaciones. En el primer caso, la anciana narra que la niña empezó a gritar y decir cosas en otro idioma que la asustaron, por lo que le pidió que se marchara, a lo que la niña respondió con golpes y gritos de blasfemias, razón por la cual esta rezó y dijo las cosas documentadas en el diario de Cecilia. En el segundo caso, la maestra de Cecilia dice que fue la joven en lugar del supuesto hermano mellizo de esta quien llevó el trozó de tela y luego empezó a convulsionar en medio de una clase. Cualquier cosa que haya pasado, el caso de Cecilia pasó a ser tomado como un simple suicidio cometido por una adolescente que sufría de problemas mentales, probablemente de esquizofrenia o alguna enfermedad mental similar”

Quise usar algo distinto a lo de siempre, que escriben un diario y una carta y el final es «encontrado en la escena de un crimen» o algo así. Prefería algo más «flexible» para que se lea y se llegue a pensar «¿ella estaba loca o eran los demás?».

pero como que fue a devolver el trozo de tela (
Fui a devolver el trozo de tela y encontré algo que me dejará un trauma de por vida: había un nuevo mueble en la habitación) y después resulta que …
En la escuela encontraron el pedazo de tela que llevó pfffff…. y al final la casa era nueva? o no? relativamente nueva??? osea comoooo???? pffff :S

Porque antes había escrito que su hermano se llevó el dibujo, por eso fue a devolverlo, aunque, como está escrito después, su hermano volvió a tomar el dibujo. La casa sí era relativamente nueva, como escribí en el primer párrafo.

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