Belchite (Parte final)

Carol

Dos pasos.. no veo nada.. enciendo mi linterna. Un pasillo largo se extiende delante de mi, pongo una piedra para que la puerta no se cierre del todo, por si acaso. Me llama la atención este corredor, para empezar, hay techo. En toda la Iglesia, en todo el pueblo, pocas zonas conservaban el tejado, fuesemos donde fuesemos siempre reinaba la claridad, menos en los pasadizos para cambiar de salas, y aqui. El corredor es muy largo, ya habiamos recorrido dos salas grandes, asi que supongo que este camino me sacará de la iglesia. Enciendo mi camara, opcion de video, y me dedico a grabarlo todo. El corredor tiene alguna pendiente, y un giro a la derecha, alomejor me encuentro con Elia. Pero no hay puertas, me fijo en el suelo por si hay entradas subterraneas, tampoco. Continuo caminando, esto es interminable.

 

Gabriel

Bienvenidos de nuevo al pueblo viejo de Belchite! Hoy os enseñare el terrible sotano donde los habitantes de 1937 se escondian de los bombardeos, intentando salvar su vida! Un lugar lleno de emociones y lamentos!

– ¡Mierda! Joder Elia, ¿¿que haces aqui?? Me has estropeado la cinta tendre que empezar de nuevo.

– Ah.. lo siento. Hacia tiempo que no venia por aqui y recordé que me habia dejado la cinta del pelo. Ya me marcho, suerte.

Bueno, esa es mi compañera Elianor jeje, sigamos. Como podeis ver aqui abajo se ha conservado bastante bien, hay algunas chaquetas colgadas.. un par de juguetes de la epoca en aquella esquina, ¿los veis? Hay unas letras en la pared, me acercaré un poco mas..

Resistiremos, como siempre resistió Belchite, también nosotros, 1937.

Hay algunas fotografías por aqui tiradas, gente mayor, una foto familiar.. una niña. Es bonita, lleva una cinta en el pelo, lo tiene largo y liso, oscuro.

¿¿Escuchais eso?? ¡Parece una bomba, como la de ayer!

– ¡Joder! ¡No me asustes así!

Elianor

Han visto mi cama.. ah.. nunca encontraré a mi abuelo, creo que la última vez que nos escondimos vinimos por este corredor. Cierto, el sotáno, cojere mi cinta ya de paso.

– ¡Mierda! Joder Elia, ¿¿que haces aqui?? Me has estropeado la cinta tendre que empezar de nuevo.

– Ah.. lo siento. Hacia tiempo que no venia por aqui y recordé que me habia dejado la cinta del pelo. Ya me marcho, suerte.

Es bonita, mi cinta azul.. me la regaló mi padre poco antes de que llegasen. Decia que con mi melena negra quedaria muy bien. Era dificil conseguir colores bonitos pero el se esforzó mucho.

Esta puerta no la recuerdo.

– ¡Carmina! ¡Estas aqui!

– Elianor pequeña porque volviste, estamos todos condenados.

– Mi abuelo, no vino conmigo.. no logré encontrarle, hoy volvi con unos amigos, necesito verle.

– El está con nosotros Elianor, vete de aqui, ya sabes, pronto volverá a empezar todo, salid todos de aqui.

– No.. a ellos les gusta. Y yo quiero encontrar a mi abuelo. ¿Papa y mamá tambien se quedaron? ¡¡Ey!! ¡Hola Jorge! ¡María! ¡Elena! ¡Estais todos aqui! ¡Me alegro de veros!!

– Tus padres están en el sotano, tu abuelo no lo sé.. dejanos Elianor, va a comenzar.

Corro hacia el sotano de nuevo, antes no les vi, sera por culpa de Gabriel. Conozco esos corredores como la palma de mi mano.

– ¡Joder! ¡No me asustes asi!

– ¡Quita esa camara! ¡Les estas asustando! ¡Mamá! ¡Papá!

…

Estoy desorientada, espero que se grabe y escucheis lo mismo que yo, tiemblan todas las paredes, parece que esto se va a derrumbar de un momento a otro, fuera escucho gritos, huele a hierro y polvora, espero poder salir de este corredor a tiempo.

Hice bien en atrancar la piedra en la puerta, salgo, bajo las escaleras, 20 peldaños, 15, 20 arriba, la sala de los camastros. Miro al cielo, 4 avionetas acaban de pasar, parecen antiguas. Una mas.. mierda, ¡¡¡ha soltado algo!!!

Me escondo bajo una de las camas, apretando los ojos y tapandome los oidos.

Una explosion.

Abro los ojos de nuevo, niños, ¡¡debajo de las camas hay niños!! estan todos asustados, en la misma posicion que yo hace unos segundos. Salgo corriendo de alli, ahora no dejan de escucharse explosiones, escucho los llantos de las criaturas. 20 escalones, 15, 20 arriba.

¡Pero que es esto! Decenas de personas estan apiñadas en las paredes, los bancos arrancados para hacer espacio se amontonan, en el centro, una monja le canta una cancion a una veintena de niños que la miran con ojos llorosos.

¿Aleen? ¡Esa es Aleen! Corro hacia ella, hay una niña en mi camino, un sacerdote la sujeta con fuerza. La niña fija su vista en Aleen unos segundos, esta asustada y no deja de llamar a su abuelo.

Aleen cae al suelo y unas manos la recogen, ya no está.

La niña no deja de gritar, consigue zafarse y se dirije hacia la portilla en el suelo, desaparece.

Un hombre mayor acaba de abrir los portones, le escucho gritar,- ¡¡¡¡¡ELIANOR!!!!!.- y una bomba impacta a pocos metros de él. El hombre choca contra una de las puertas, un chico joven empuja el cuerpo del abuelo fuera de la iglesia y vuelve a cerrar, algunos niños estan heridos, un par de hombres cercanos a la puerta yacen en el suelo, y a los mas cercanos le sangan los oidos. Los niños lloran, la monja los recoje y los guia através de la portilla. Ya no estan seguros en la sala principal.

No se que hacer, estoy inmersa en este momento que no me pertenece, no se que efectos puede tener, me afectaran las bombas a mi tambien o podre salir de aqui ilesa. Decido no salir, no me fio de nada, vuelvo a la habitación de las camas. Hay una en perfectas condiciones, las otras, ya no estan..

Una niña está alli sentada, sollozando.. – abuelo.. abuelo.. perdí la cinta que me regalo papá, corre tenemos que ir a buscarla abuelo..

Esto es demasiado para mi, La monja asoma por la portilla: Elianor ven corre, tenemos que escondernos ¡¡van a entrar!!

Estoy temblando, me quedo en una esquina encogida, esperando que todo esto pase lo antes posible, la guerra esta fuera de estas paredes, aqui dentro no es mejor, el olor a polvora y sangre, los llantos de los niños, Elianor.. como puede ser.

No se cuanto tiempo ha pasado, ha sido interminable. Por fin todo esta en silencio. Lo ultimo fueron 13 campanadas, a lo lejos. Y ya nada se volvio a escuchar. Voy a salir de aqui.

20, 15, 20 arriba,  todo esta tranquilo, normal. No hay nadie, ni polvo siquiera. Todo intacto, igual que cuando llegamos. No hay ni rastro de Elianor, ni de Gabriel.

Me armo de valor, salgo fuera, las calles estan igual, no se escucha ni un alma, ire a buscar a Gabriel.

Bajo las escaleras minusculas. Hay algo en el suelo.. enfoco mi vista, acostumbrandome a tan poca luz..

Elianor lleva una cinta azul en el pelo, esta sentada en una sillita mirando hacia otras dos sillas vacias. Habla.. sola.

Gabriel esta tirado en el suelo, sus oidos sangran y tiene en las manos la camara medio rota. Empiezo a gritar, a llamar a Gabriel tirando de el, Elianor se levanta de un brinco, se esta girando, se esta girando tengo que salir de ahi, cojo la camara como puedo y empiezo a subir las escaleras. ¡Me ha cogido el pie! Forcejeo como una loca, la foto de la niña de la cama esta justo delante mio, la cojo tambien, me zafo de Elia y consigo salir.

Belchite nuevo

He llegado al pueblo, hay gente por las calles, he vuelto a la realidad, a la confortable y moderna realidad. Estoy sucia, despeinada, sedienta, me dirijo hacia el ayuntamiento, necesito pedir ayuda.. Gabriel.. caigo en la puerta, desfalleciendo de miedo y cansancio, con la camara en una mano y la foto en otra.

Solo alcanzó a ver un rostro acercandose a mi, me mira.. esta diciendome algo, solo llego a entender..

– Esta no es.. ¿¿¿Elianor???