En una mansión con un olor repugnante
La «ultima cena» empieza siempre.
Con una colección de comidas que podrían enfermar a cualquier persona.
Habia una mujer comiendo con una sonrisa.
Su nombre era Banica Conchita.
Ella era una maníaca de las comidas.
Pero al fin y al cabo su deseo era.
Comer las comidas más horribles del mundo.
Respetala, honrala.
Oh, nuestra gran Conchita.
Todos los ingredientes en el mundo son para ella.
Ella lo devora todo, cada pedazo del mundo.
Aún queda un espacio vacio en su estomago.
El veneno mortal de color azul brillante.
Es la mejor especia para los platos principales.
Ella come hasta que sólo quedan los huesos.
Y si no es suficiente, ella muerde los platos.
Total gozo en su lengua, ya que la cena de esta noche.
No ha hecho nada más que empezar.
El chef número 15 de Conchita.
Le pregunto en voz suave:
«¿Puede darme unas vacaciones, mi señora?»
Uf, que gente más inutil.
Todo el que la traiciona paga el precio.
Hoy hay un menú especial.
El pálido brillante de cabello negro.
Es un perfecto complemento para la ensalada.
Le pregunto a su sirviente:
«¿A qué sabes?»
Al final, el castillo quedó vacío.
Nada quedaba allí, absolutamente nada.
Pero aún asi, ella quería más.
Las peores comidas del mundo.
Se dijo a si misma:
«Si no me los como, me sentiré fracasada»
Ella miró su mano derecha, sonrió afablemente y dijo:
«Aún queda más por comer»
La comida más mala para Conchita.
Fue… Si, fue ella misma.
Ahora ella conoce todos los sabores del mundo.
Pero nadie sabrá jamás qué «gusto» tenía ella.
traduccion mia
MoshiMoshi