Voltea a Tu Ventana

Eran las tres de la mañana y Daniel, un adolescente de 17 años en sus vacaciones de verano se había desvelado y estaba en su computadora tranquilo con la ventana abierta de su habitación. Hacia muchísimo calor y como no tenia aire acondicionado no tenia más remedio que dejarla abierta. Él sufría de un insomnio endemoniado y si bien su madre le había dicho que la cierre porque podía entrar algún ladrón o bien podría pasar un drogadicto y solo para molestar tirar una botella adentro de la casa.

Daniel por supuesto no le hizo caso porque su pieza estaba en un segundo piso y era físicamente imposible que alguien entrara por allí. Siguió perdiendo el tiempo en su ordenador hasta que sintió que algo aterrizaba en el borde de su ventana, algo como una bolsa de tela pesada. Pensando que la opción de que alguien arrojara algo no era del todo descabellada él giró la cabeza, pero los ojos que vio lo asustaron mucho más que un drogadicto.

En su ventana se había parado un monstruo horrible que lo miraba con intenciones imposibles de descifrar, a Daniel se le tensionaron los músculos a tal punto que no podía si quiera gritar y esos ojos lo seguían mirando. La mirada se clavaba cada vez más en él y unas gotas de sudor frío se derramaban por su frente, comenzaban a salirle lágrimas de terror, un débil gemido comenzaba a escucharse desde su boca mientras ese cuerpo deforme abría más y más sus ojos asustándolo.

Entonces el joven sobresaltado se incorporó de golpe en su silla y un alivio progresivo invadió su cuerpo al darse cuenta de que todo eso era solo una pesadilla.

Daniel se había dormido y tuvo un sueño un tanto horrible. Se levantó cerró la ventana, se acostó y se dispuso a dormir aunque no halla podido pegar ojo en toda la noche pues aun recordaba esos ojos clavados en los suyos y, si bien los monstruos no existen, algún ladrón o bien podría pasar un drogadicto y solo para molestar tirar una botella adentro de la casa…

creación propia

maxi medina