La antropófaga

Estoy muy emocionado ya que el verano estaba por comenzar y me había hecho novio de la chica que me gusta, esta noche iremos al gran lago a divertirnos un poco. Muy emocionado fui a mi casa a prepararme para lo que pueda pasar esta noche; antes de dirigirme a mi casa la notaba un poco extraña y en mi mente daba vueltas una frase que con tono de excitación susurro en mi oído -¡te comeré completo!- eso no fue lo extraño, si no que ella nunca había mostrado ese comportamiento tan directo. Sentí un revuelto en mi estomago al recordar esa frase. Me dirigí al lago para encontrarme con ella, sentí un poco de nervios, tal vez es tiempo de dejar de ser un cobarde y enfrentarme a todo. Llegue a el gran lago, la vi sentada en la orilla completamente desnuda dispuesta a todo, se veía tan hermosa a la luz de la luna, corrí hacia ella y nos metimos a la cabaña que estaba cerca del lago.

Debo confesar que soy nuevo en todo esto de la sexualidad pero ella se comporto como toda una veterana y me espanto ver ese lado de ella que no conocía. Se adueño de mí, fue como si estuviera poseído por su cuerpo escultural. Me encontraba en un punto total de excitación, cuando un dolor indescriptible penetro mi pecho, ella comenzó a morderme de una forma muy efusiva con cada vez más fuerza… sentía que mi piel se levantaba y se desprendía de mi cuerpo… la aparte de mi al no poder aguantar más ese dolor, así no se debía sentir, la mire ella tenía sangre alrededor de su boca y sonreía de una manera muy extraña, me miraba con mucho deseo, no entendía que le pudo haber sucedido, la expresión de su rostro era la de una total maniaca, sonrió dulcemente y dijo -¡aun no estoy satisfecha!- eso fue la gota que derramo el vaso, la aleje muy fuerte de mi y salí corriendo a un cuarto y cuando encendí la luz no podía creer lo que mis ojos veían; extremidades amputadas en el suelo de la habitación, corazones dibujados con sangre al igual que en las paredes y una repisa llena de artículos de tortura y fotografías de hombres; supongo que son sus víctimas al igual que yo. Entonces pude oír su excitada voz retobando en la otra parte de la puerta diciendo -¡vamos a jugar, todavía no hemos terminado!- Me va a matar pensé; golpee la puerta y ella cayo a el suelo mientras corrí hacia la puerta de afuera de la cabaña, corrí desnudo por todo el lago tratando de perderla, pero ella salió enloquecida detrás de mi con un hacha ensangrentada, pero logre huir, creo que al fin salí de esa pesadilla; estaba tan cansado y herido y me quedo dormido en medio del bosque esperando que todo esto acabara y que nunca hubiera sucedido. ¿Qué diablos paso? Todo fue tan extraño y muy rápido, me siento algo mareado y  confundido, estoy pensando que le pudo haber puesto a mi comida, mi vista se vuelve borrosa y pierdo el conocimiento.

***ALA MAÑANA SIGUIENTE***

Abro mis ojos con dificultad, siento mi cuerpo inmóvil, observo el lugar donde me encuentro, es un cuarto blanco, estoy en una cama recostado con vendajes por todo mi cuerpo ¿qué paso?  me dijo a mi mismo mientras escucho que alguien entra a la habitación; es un hombre con bata blanco con un estetoscopio colgado en su cuello -¿cómo llegue aquí?-  pregunte con una voz débil -bueno la única información que tengo es que un animal lo ataco en el bosque- -¿qué?- -¿porque no lo recuerdo?- -enserio ¿cómo me paso esto?- le dije gritando a el doctor mientras las imágenes de esa chica persiguiéndome con el hacha y riéndose psicopatamente pasaban por mi mente, -le pido que se calme-, intente sentarme, no entendía que pasaba, mi abdomen me ardía -su novia me ha contado todo- -¿mi novia?- -hola amor-  sentí un enorme escalofrió al escuchar su voz la puerta se volvió abrir dejando pasar a la razón del infierno que pase. -mi amor ¿te sientes mejor?-  al escuchar su voz apreté mi puño dejando escapar un grito. -¡tranquilícese por favor!-  me decía el médico mientras sostenía mis brazos y sacaba algo de su bolsa -. Por ella estoy aquí, solo por ella; ¡tienen que creerme!-  sentí la inyección de un tranquilizante, mi pulso se debilito voltee la cabeza con la poca energía que me quedaba y ahí estaba ella sonriendo, de nuevo sentí mi cuerpo inmóvil, pero ahora de una manera diferente, algo me apresaba, abrí mis ojos pero no puedo ver nada -¿dónde estoy?- las luces se encendieron una por una, estaba en una habitación pequeña de una cabina se escucho una voz -tienes visitas- la puerta se abrió lentamente y entonces la vi, la sonrisa, esa sonrisa de una psicópata ¡¡ANTROPOFOGA!! Me arrastraba para intentar escapar, pero se acerco a mi oído y susurro con una voz profunda -¡TODAVIA TENGO HAMBRE!-

By: Vanesa Motodiami, Guillermo Motodiami y Andrea Motodiami

Creación propia
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Guillermo Vanesa Andrea Sheily