The Dreamkiller (Asesino de Sueños)

Abrió los ojos en plena oscuridad, asustada, confundida.

La agitación obligaba a su respiración a entrecortarse y no lograba recordar porque había lagrimas en su rostro.

El temor del momento empezaba a desvanecerse y ella comenzaba a calmarse pero, por alguna extraña razón seguía llorando desconsoladamente.

No podia ver por culpa de la densa oscuridad que envolvía al cuarto entero.

Al pasar los minutos, entre sollozos, poco a poco sus pupilas fueron adaptandose y por fin lograba vislumbrar y reconocer las figuras y siluetas dentro de la habitación.

Junto a la puerta se encontraba el televisor apagado, con su caracteristico punto rojo de luz en la parte izquierda bajo la pantalla; del otro lado del armario, unos estantes dejaban verse al igual que los muñecos, souvenirs y decores que descanzaban en ellos.

Allí estaba Mickey Mouse sonriendo burlon y el Pato Lucas con rostro antipatico. Dos estantes más abajo una cajita de musica rosa palido con forma de corazón y a su lado un portaretratos redondo con muchos colores, entre muchas otras cosas.

 

Un golpe seco sonó desde el lado de afuera de la ventana, que estaba sobre su cama. ¿el viento?.

Aunque ella imaginaba que asi era, se estremeció y su agitación regreso, cortandole nuevamente la respiración. Tanteó entonces, a oscuras, el cable y el interruptor para encender su lampara de Hello Kitty, la que estaba sobre su mesa de noche.

Cuando la encontró, ésta no accionaba, no encendía. Solo se agito aún más sin poder contener sus sollozos.

No encontraba el valor suficiente para levantarse de su cama y encender la luz de la habitación. Sentía que un abismo la separaba a ella del interruptor junto a la puerta.

El silencio la angustiaba segundo a segundo. Cada vez estaba más asustada por algún motivo, aunque no entendía cual.

Un vacío en su interior le decía que algo no estaba bien.

 

Pasó un largo rato en silencio, totalmente callada; tapandose la mitad del rostro con las sabanas.

Sintió una luz pasar velozmente por entre las endijas de la persiana, iluminando de manera fugaz el cuarto con pequeñas lineas iguales. Era una extraña luz verde azulada.

 

Se quedó observando la ventana unos instantes hasta que un impulso la obligó a mirar hacia la puerta. Tenía esa sensación de que alguien (o algo) la observaba fijamente, la examinaba minuciosamente.

Allí, parada en medio de la habitación, bloqueando la puerta, había una figura; una figura totalmente anormal, mucho más alta que la de su padre o la de su madre.

Una pregunta ingenua se escapó timidamente de sus labios…

-¿Papá?…. – dijo llena de miedo y angustia.

La figura se fue acercando lentamente esquivando juguetes y demas cosas que había esparcidas en el piso, hasta que estuvo a su lado, junto a la cama; con la mitad del cuertpo sobre ella formando un arco horrendo con su espalda. Parecía no tener extremidades, daba la impresión de ser solo una gran silueta negra grisácea.

La niña sentía las lagrimas descender lentamente por sus mejillas, sin poder evitarlo.

La luz verde azulada volvió a pasar junto a la ventana, entonces lo vio claramente…su rosto.

Esos ojos enormes, carentes de sentimientos y totalmente frios; una boca enorme entreabierta que dejaba ver unos dientes que no parecian humanos, ni siquiera animales.

 

La niña solto un gritito aturdidor.

La figura se hecho hacia atrás en reacción al grito y luego volvió a meserse hacia adelante, mostrandole ante sus ojos un extraño objeto brillante, parecido a una roca.

El objeto era totalmente hipnótico.

 

La criatura emitió un gemido horrible, inexplicable y luego retrocedió hasta abandonar la habitación o mejor dicho, desvanecerse de ella.

 

La niña sintió que sus parpados pesaban y luchando con sus sollozos y sus lagrimas se quedó dormida.

 

Al despertarse la mañana siguiente no recordaba nada de lo acontecido durante la noche anterior.

Supuso que al igual que siempre, había tenido dulces sueños color de rosa…

 

Aunque nunca encontró una explicación para ese extraño objeto, parecido a una roca, que encontró en el piso de su cuarto.

—–

Muchos son los testimonios de casos de abducciones o encuentros extraterrestres de cuarto tipo.

Y Muchos de ellos tienen estas caracteristicas. Casi el 80% para ser más correctos.

 

Algunos estudiosos confirman que los sueños son creaciones de nuestro inconciente; otros que son recuerdos de situaciones vividas hace mucho tiempo; otros que son vivencias o premoniciones extrasensoriales y otros sostienen la sencilla teoría de que no estamos tan solos como creemos y que nuestros sueños son distracciones o coartadas creadas a proposito para que no recordemos u olvidemos cosas que sucedieron durante la noche y que no quisieramos saber

Santiago Nitto
29-12-2010
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