Lo que relato a continuación, es algo que me a pasado hace unos 12 o 13 años, cabe resaltar que no soy ningún escritor amateur por lo tanto mi narrativa no es muy buena, y mi uso de signos de puntuación tal vez sea deficiente, por cierto mi nombre es Joao, vivo en lima – Peru, ahora continuemos…
como dije esto fue hace unos 12 o 13 años, desde niño tengo la costumbre de hacer casi todo por las noches, ya sea tarea, leer, escuchar música o dibujar (unos de mis pasatiempos favoritos) cierta noche, mientras intentaba copiar un dibujo de una revista prestada por un amigo mio, escuche lo que parecían ser lamentos y quejidos de mujer en la calle, vivía por una zona un tanto peligrosa, por lo que oír alguna persona, ser robada o golpeada por algún pandillero era normal para mi, pero esa noche los lamentos eran mas como si alguien estuviera pidiendo perdón decidí no hacerle mayor caso e irme a dormir, pensando que era alguna chica pidiéndole disculpas a su pareja.
A la madrugada siguiente, decir una hora exacta seria una mentira de mi parte, fue la misma historia. los mismos quejidos y lamentos, pero ahora parecían mas de un hombre, como un tío mio regresaba de trabajar muy tarde, paso por mi cabeza que le estaban robando así que me levante de la cama y fui hacia la sala, las luces estaban apagadas, intente prenderlas pero no conseguí nada, seguí avanzando por la sala y vi a lo lejos por la ventana, como unas luces rojas iluminaban la calle, eran parpadeantes, y no se quedaban quietas, como si alguien estuviera jugando con alguna bengala, seguí avanzando pero algo detuvo en seco mi avance, fue como si alguien no quisiera que vea por la ventana, me quede helado de miedo, jamas había sentido cosa igual en mi vida, quería gritar pero las palabras no salían de mi boca, luego sentí un empujón, lo que me hizo caer y botar una silla en el proceso, el ruido extrañamente, no despertó a nadie en mi casa, pero hizo algo peor, las luces rojas se quedaron quietas un momento, luego una a una se fueron juntando en el marco de mi ventana, la luz roja invadió la sala, y los lamentos, que por el miedo había dejado de prestar atención, se detuvieron ahogados en un sonido gutural (¿han visto en las películas cuando a alguien le cortan el cuello e intenta gritar? bueno algo parecido) las luces se quedaron fijas en la ventana, pensando que alguien podría verme me puse detrás de la silla caída, mientras me tapaba la cabeza con las manos escuchaba unos gruñidos y sonidos de olfateo en mi puerta y ventana, decidí ver de reojo que pasaba y entonces la vi, una sombra se proyectaba en la pared de mi sala, tenia figura humana, otra vez el miedo recorrió mi cuerpo, de solo pensar que esa cosa podría hacerme daño, me quede frío, los gruñidos se hicieron mas violentos y también se oían rasguños en la ventana, me quede fijo mirando la sombra, lo raro fue que la sombra estaba cubriendo totalmente la silla caída, y por lo tanto a mi también, la sombra levanto los brazos e hizo un ademan como si nada estuviera pasando ( Uds. saben, como hacer X con los brazos repetidas veces) después de eso los gruñidos iban desapareciendo poco a poco, y las luces se separaban otra vez, formando una linea para luego irse dejando todo a oscuras de nuevo.
Después de eso, solo corrí de nuevo a mi cuarto, tome una linterna y me refugie debajo de mi colcha, intente analizar lo sucedido, que eran esas luces, que era esa sombra, luego de un rato me di cuenta que la sombra me detuvo en la sala y me cubrió para intentar protegerme, de lo que fueran esas cosas en la calle, después de tener eso mas claro y por el stress del momento pasado, me dormí.
El dia siguiente se fue sin mucha novedad, me hice el enfermo para no ir a la escuela, ya que no podía mencionar a nadie lo que vi, pensando tal vez que nadie me creería. llego la madrugada de nuevo, esta vez no quería hacer nada mas que solo dormir, no quería escuchar nada de nuevo, pero por mi costumbre se me hizo muy difícil, entonces lo mismo, los lamentos, los quejidos, los gruñidos, me dije a mi mismo que no saldría de mi cuarto de nuevo, pero aunque hubiera querido, no hubiera podido en la puerta de mi cuarto estaba otra vez esa sombra y con la mano me hacia entender que no me dejaría salir de nuevo.
Ya pasaron los años, me case y todo ahora vivo con mi esposa, a unas 10 cdas de mi antigua casa, y hace poco mi esposa me contó que vio una sombra sentada en la silla que ponemos para trancar la puerta por las noches, me dijo que no sintió miedo, mas bien pensó que alguien nos esta cuidando, yo pienso lo mismo, ya que aquel día esa sombra me protegió de lo que sea que estuviese fuera de mi ventana.
2 comentarios
Nada interesante…
bueno es mi primera creeppy, asi que bienvenidas las criticas 😀
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