Ella tenía que usar el tren todos los días el horrible tren, sí, lo odiaba, porque ese tren tenía algo tétrico que, con tan sólo verlo te helaba las venas, pero al entrar la sensación era aun peor. Al subir se sentaba siempre en el asiento de la orilla, para mirar al paisaje, y todo se podría decir, transcurría normal, a pesar de la ya común sensación en ella; de repente, subió él, era por demás decir que era un ser repugnante, su cara llena de verrugas, una gabardina negra muy sucia, por lodo y tierra, un ojo bastante destrozado, aunque se veía que el tipo aún podía distinguir algo, las manos,ughh!, las manos eran lo peor, daban asco total. Ella rogó al cielo que no se sentara a su lado, lo cuál era improbable porque en ese tren todos los asientos estaban vacíos, pero Dios mío!?!, se sentó a su lado, ella sintió la mas horrible repulsión, el hedor que salía de su cuerpo era insoportable, indefinible, olía a muerto y a sangre. Él sonrió con sus pocos dientes, y dijo:-Me alegra encontrar aquí a alguien con quien hablar, este tren siempre está muy solo.-; la mujer solo sonrió muy poco, para no ser descortés, pero no contestó, casualmente este hombre tenía todas los defectos que más la atemorizaban, pero ella no dijo nada. Al cabo de un tiempo el hombre siguió hablando pero ella, no respondía. Él al ver su descortesía, le dijo:- yo sé que tu nunca tomas este tren, a menos que te avisen que tu mamá esta enferma de nuevo-; a ella se le heló la sangre por completo, pero siguió sin responder nada, él continuó:-también se que detestas hablar con extraños,por eso aún no me molesto porque no me contestes, pero algo si sé, y eso es que seguido, aparezco en tus peores sueños en esos en los que no puedes hablar, ella sintió morir, y en eso se levantó rápido para avisarle al conductor , pero las palabras simplemente no le salían de la boca, no podía decir nada, cuando de repente vió que el tren tomaba otro curso, como si nadie estuviera al mando de la maquinaria, el hombre le dijo:- no te preocupes, la sangre que corre por mis manos es de él querido maquinista-, ella estaba acorralada en la esquina del vagón sin saber que hacer y en eso…:-Ay! abuela, para tu historia, que pronto, me iré en el tren de regreso a casa-,:-Pero, hija esta historia le gusta mucho a tus hermanas, y a ti también te gustaba-,replicó la abuela,pero la chica creyéndose ya toda una universitaria le dijo:- esos son cuentos para niños tontos abuela, es más, Marcela, Katrina, quédense a dormir por esta noche en casa de la abuela, y terminen de escuchar la historia. Las niñas gustosas accedieron y la abuela dijo que tuviera cuidado. La mujer caminó hasta llegar a la estación subterránea, era ya muy tarde, subió y estaba vacío, se sentó en la orilla por que así acostumbraba, volteó a ala puerta y dijo algo abrumada:-Qué raro, a ese hombre, ya lo eh visto antes…. en mis sueños….