Ropita limpia , ojos vidriosos

La pobreza reside en el espiritu, reza el proverbio, no en lo material. La familia Castillo comprendía perfectamente esto, y a pesar de vivir 3 personas en una habitación de 10 metros cuadrados, se sentían plenos y ricos con lo poco que tenian. Danielle, la pequeña hija de la pareja Castillo, poco a poco fue cediendo a la situación en la que se encontraba y cambio muñecas raídas y sucias por amigos imaginarios de colores y formas diversas que la divertían con juegos e historias hasta quedarse dormida. Sin embargo, la pareja Castillo no corría con la misma suerte, no podían dormirse con amigos fantásticos ni con fábulas etéreas, por lo que el tiempo de ocio eventualmente finalizó en la concepción de Marta.
Los primeros meses de embarazo no trajeron ningún cambio significativo al hogar de los Castillo, Danielle solía cumplir su rutina diaria y se sentaba en el patio rodeada de los miembros mutilados de muñecas olvidadas por niños afortunados, y jugaba alegremente con su compañía invisible a los ojos adultos, ríendo y saltando con toda la felicidad que le permitían sus 4 años de vida, mientras que los padres dedicaban todo su tiempo a pensar en como llevarían una vida mas a sus espaldas.
Los meses finales trajeron a Danielle una versión horrible y deforme de su madre, su barriga completamente hinchada y roja distaba mucho de lo que ella recordaba y comenzó a marcar distancia atemorizada por lo que podía haber alli dentro. Ya era costumbre verla llorar fuera en el patio, en su cementerio de diversión desmebrada y mugrienta, usualmente hablando con un auditorio intangible e invisible que consolaba su llanto, por lo que su papá en un esfuerzo loable consiguió una muñeca en buen estado, una bebe con su ropita limpia, sus partes completas, sus ojos vidriosos de muñeca apuntando al frente y no hacia adentro como era costumbre, y un botón oculto en el ombligo que al presionarlo emitía un suave lloriqueo.
Los primeros días había cierto temor. La muñeca permanecia sentada en una esquina en el mismo estado en que había sido llevada, sin despertar mayor interés. Sin embargo poco a poco la curiosidad infantil afloró y la muñeca paso a ser martita, compañera inseparable de Danielle. La señora De Castillo, en vista de la aceptación de la muñeca, dijo a Danielle palabras que retomaron el interes de la niña en ella :
– En mi barriguita está Marta, tu hermana, ese es el regalo que dios le envía a los niños buenos como tu. Muy pronto serán Martita, Marta y tu, y podrás jugar con las tres para siempre.

La sola idea de tener a dos compañeras para jugar emocionaba mucho a Danielle, por lo que esperó con ansias a que su mamá trajera a Marta a la casa. Le contó a sus amigos del patio la noticia y les pidió que se fueran un tiempo, para ella jugar con sus 2 compañeras, pero la emoción no duró para siempre como ella esperaba, porque al día siguiente un movimiento brusco terminó por separar ambos brazos del cuerpo de la muñeca, dejandola en un pobre estado, como todas las anteriores. La tristeza retornó a la pequeña Danielle, ya no tendría a martita para mostrarsela a Marta y jugar las tres, ahora solo serían ellas dos y además tuvo que alojarse en la casa de una vecina esa noche, ya que los gritos de su madre y la confusión de su padre derivaron en esa situación. Días despues, la vuelta a su hogar le trajo una sorpresa, su mamá volvía a ser como ella recordaba y además traía consigo un bulto envuelto en sabanas que resultó ser la Marta que había imaginado, con su ropita limpia, sus brazitos ubicados correctamente y unos ojos vidriosos que se movían en varias direcciones, pero al menos nunca hacia adentro. Mamá solía dormir mucho y papa entraba y salía varias veces de la casa volviendo con ropita limpia y zapaticos para Marta, dejando a Danielle a su cuidado, compartiendo su tiempo en jugar con su nueva compañera dentro del corral y tratar de entender el por qué de sus extraños movimientos. Al cumplirse el tiempo de reposo y con la obligación de visitar nuevamente al médico, la pareja Castillo decidió dejar a Danielle con Marta durante la consulta, sería menos de 2 horas y la bebe debía dormir alrededor de 3, así que no habría problemas. Luego de informar al vecino de que los llamara en caso de cualquier eventualidad, partieron al médico con prisa
…….
De camino a su hogar, la llamada del vecino por un momento los alarmó, sin embargo no era nada fuera de lo común. Aparentemente Danielle había retomado su hábito de sentarse afuera a charlar sola, sin embargo la bebe debía estar durmiendo así que no había problema con eso. Al llegar escucharon parte de la conversación de Danielle con su auditorio imaginario :
-martita era mi amiga y se quedó sin brazos por mi culpa, y ahora mi papá no va a querer traerme otra muñeca… –
El señor Castillo sonrió caminando hacia su hija para consolarla, y decirle que tal vez a Marta le obsequiarían otra muñeca con la que podían jugar ambas, pero algo lo detuvo en seco :
-… porque Marta también se rompió.-
La señora Castillo palideció. Cayó de rodillas con lagrimas en los ojos. Una mirada mas cercana notó manchas rojas en las manitas de Danielle. El señor Castillo abrió la puerta tembloroso…

creacion original

william.j.h

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2 comentarios

Me gustó en un 90%, bien redactado, sin errores graves, pero, como que siento, en lo personal que algo le faltó al final. Es obvio que algo le paso a Marta, pero… qué y por qué? acaso la niña quiso jugar y la rompió? o los amigos imaginarios hicieron algo? es esto una estrategia para dejarme pensando? -w-…. eso sería muy cruel. XD

En fin, Felicidades, estuvo buena.
Saludos.
~MNOM~

Me gustó mucho, se parece al cuento «La gallina degollada». El único punto algo flojo que veo es el hecho de que la madre y el padre dejen a una recién nacida con una niña pequeña (podrían haberla dejado con alguien responsable, como una vecina, pero incluso antes que eso, difícilmente la madre deje a su bebé). Igual muy buena la historia.

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