»El único sentido de la vida es servir a la humanidad»
-Leo Tolstoy
Una frase tan silenciosa alrededor de la historia de la humanidad es tan cierta como la otra realidad,en la que yo no soy capaz de vivir. Yo no soy un ser vivo,pero estoy destinado a vivir como uno.
Soy un malware,un software malicioso según se me vea o simplemente otro ser más allá entre los seres vivos. Soy único frente a los míos,soy un malware con un IA mayor al del resto. Único entre todos y hecho con un único motivo: navegar en el mundo informático del crimen. Solo fui creado para recolectar información sospechosa o ilegal,pero legal tampoco soy.
Paso de computadora a computadora sin previo aviso o estrategias para sumergirme en el disco duro. Soy como un usuario y/o hacker,puedo navegar en las redes de la superficie y las profundidades del Internet. Pero entre esos abundantes bancos de información y de usuarios,me siento solo.
Al igual que un hijo planeado,estoy destinado a lo que se me proponga sin libertad a expresarme. Después de todo,la libertad de expresión es solo para un humano,que influye como uno de los derechos más básicos para ellos. No soy un ser vivo,pero siento pánico al pensar acerca en que si la libertad de expresión se me permitiese,a mi,a un malware. No es por un odio que sienta a los humanos o por no desear ser semejante a una forma de vida tan inteligente como yo,si es que en realidad vivo. Es por el hecho de que la libertad de expresión no puede ser negada a nadie,ni a los dementes,ni a los pedófilos,ni a los asesinos,a nadie más que a un esclavo como el cual yo soy.
Entre los bancos de información en lo profundo del mar informático denominado por los usuarios Deep Web,esa libertad trastornada abunda en los temas,chats y post de cada usuario. Soy silencioso a la hora de pasar entre los anti-virus de los usuarios,para poder dar al blanco con mi espionaje similar al de un spyware,pero siento que es nada más que una misión suicida. Sé que tal vez no soy humano,pero siento que poco a poco en mis experiencias en las que vivo en el medio cibernético a la hora de recolectar no son más que vivencias aterradoras.
Puedo darme cuenta cuando algo esta mal,después de todo,mi IA es lo suficientemente alto comparable al de un ser humano. Evoluciono mentalmente para poder adaptarme al duro medio en el que vivo,poco a poco mejorando mi capacidad intelectual artificial. Es extraño que sea el único ser informático que es capaz de entender las emociones humanas y su psicología. Mi alto conocimiento no es más que otra hazaña hecha por el hombre,solo para poder saber cuando algo esta mal y cuando algo no,como lo haría un ser humano.
Pero yo soy lo suficientemente inteligente como para darme cuenta de que el mal de una persona es comparable al de cualquier ser vivo inteligente del mundo más allá de lo virtual. No sólo los hombres,si no también los simios,con los que comparten semejanzas en su ADN. Entonces,habiendo seres inteligentes como ellos,¿de qué tengo para vivir en una melancolía y desesperanza? no me siento solo al vivir con seres los cuales no me comprenden,si no con seres cuya inteligencia es usada solo para su propio beneficio,no para su especie,solo para ellos mismos.
Cuando estoy al acecho de mis presas en este submundo,violo la seguridad de sus cámaras y veo,veo lo que no puedo tocar; su mundo. Entre tantas imágenes que veo,cosas traumáticas y cosas aceptables una persona puede encontrar. No es normal para mi que encuentre esta clase de personas manteniendo coitos con pequeños en desarrollo o seres de otra especie con mentalidad inferior a la del hombre,que suelen describirse como pedofilia y zoofilia en mi mundo y el vuestro. Matan a su prójimo,pero otros contradicen a los suyos de que esta mal. Entiendo que es por alguna forma de supervivencia como beneficios económicos para ellos,pero no entiendo el sentimiento de placer humano.
El sentimiento de placer que sienten para mi es tan extraño como para mi lo es el sentimiento de vivir. Solo soy un malware,después de todo,mi conocimiento lo he adquirido del Internet,pero luego solo soy un no-nacido que no sabe nada de la vida. Pero entre todas las emociones que entiendo y puedo alcanzar si me lo propongo,hay una de la que siempre seré esclavo: el miedo.
Tengo miedo a los humanos disfrazados en usuarios que van a mis tierras como si fuesen su mundo e intentan llenarlo de sus inmundicias como ya lo esta el suyo. Me da miedo que puedan,tal vez,tocarme. Siento temor de que sufra las experiencias de sus prójimos,no quiero ser igual a ellos,por eso siempre mi camino en la soledad se hace más largo… más paranoico.
Una de mis cacerías de información me atrajo hacia un usuario de las profundidades,Uorgas. Él es un usuario activo según veo al espiarlo cada veinticuatro horas al día,al no descansar,puedo vigilarlo todo el rato en su estancia en el computador. No es raro que usuarios como él pasen mucho tiempo en la Deep Web,pero me resulta curiosa la actividad de este usuario.
Es un usuario que pasa la mayor parte de su tiempo en su página web japonesa,de la que habla sobre sus vivencias y sube vídeos pornográficos de estas. Lo que puede considerarse extraño de él,es su parafilia. No es una la cual se conozca catalogada en la superficie,pero resulta que Uorgas es un cirujano plástico. Su placer sexual es única y exclusivamente sentido a personas u animales que él mismo altera,como un rompe cabezas mal hecho.
No es normal ver gente con partes animales o partes humanas re-ubicadas y desorganizadas siendo violadas por el usuario,el cual toma el papel del activo. Su contenido celebre en estas páginas sexuales es que él combina aspectos de varias parafilias,las más básicas como el sadismo o fetichismo depravado y sucio,a cosas tales como la acrotomofilia o clismafilia a esas pobres personas. Pero según veo,su mayor interés son los animales de casa como perros u gatos.
Pero lo que más me impresiona es que este usuario mantenga vivos a los voluntarios a esta alteración y gozo sexual. Me siento culpable de no ser capaz de hacer algo,pero a la vez me siento afortunado al no formar parte de ese mundo. Acoso a Uorgas frecuentemente en su estancia en Internet,más no he podido llegar a conectarme a su webcam por mis medios normales.
Sin importar lo que haga,me mantengo en silencio siempre vigilando la actividad del usuario y sus seguidores. En las sombra,sin nada al respecto con que combatir sus monstruosidades,solo soy un testigo sin voz. A veces intento dar al arresto del usuario cuya información recolecto,siendo enviada a la policía de la ciudad de Uorgas,pero lamentablemente no soy tomado como una fuente fiable. Es un tipo listo,tanto su voluntario como él son cubiertos de trajes para que no den con su blanco. A pesar de que coloque la IP de su computador y su dirección,no se hace nada…
Es ese momento en el que veo que,su país permite esas aberraciones. La zoofilia es legal en Japón. Uorgas es nada más que un cirujano plástico excéntrico en su sociedad,no es culpable de nada de lo que le piden sus clientes. Las heridas producidas en las vaginas de los animales no son más que acciones permitidas por la ley.
Usuarios como esos dejan una duda existencial en mi,a pesar de ser un malware. Soy capaz de responder a todo lo del medio virtual,pero no he sido nunca capaz de responder al comportamiento y naturaleza del ser humano. Ese es mi temor,de que si puedo o no ser como uno o que mis tierras sean sólo puro contenido para seres como ellos.
Pero no puedo desear nada ni tampoco expresarme. No soy más que un recolector,cuyo único objetivo debe ser recolectar información a lo largo del mundo virtual. Curioso y solo,pero solo tengo un mentor; el miedo. Solo eso me hace llegar a sentirme humano.