QUIEN MATO AL GATO…

A veces suelo recordar mi infancia, la antigua casa donde viví, lo asoleada y grandes que eran las calles de aquella ciudad y lo calmada que era la vida en ese entonces ya que yo por ese tiempo tendría no más de diez años y le vida era solo como la de cualquier infante, ah! Paso todo tan rápido como un sueño, una ilusión.

Recuerdo que haya en esos años, en la acera de enfrente de donde yo vivía había una casa muy grande eh de decir, el barrio era de clase media pero parecía ser de gente adinerada, esa casa siempre la distinguíamos sobre las demás, ya que al salir con mis amigos era el punto de encuentro para reunirnos a jugar, esa casa siempre me dio una mala pinta ya que tenía un largo y oscuro pasillo que de seguro conducía al jardín de la misma a pesar de tener una puerta esta permanecía abierta siempre dándole acceso a esa casa.

Por esas calles siempre rondaba un buen y carismático vagabundo al desconocer su nombre, los niños le llamábamos “rulo” ya que consideramos el apodo gracioso, además el amable vagabundo nos seguía el juego y siempre nos trató bien eh de decir que me considere su amigo ya que solía tener largas y entretenidas charlas con aquel hombre, él era un hombre ya grande de algunos 58 años, siempre me aconsejaba y procuraba mi bien porque me defendía de los chicos mayores y abusivos.

Rulo siempre me decía que llevaba la intención de entrar por ese pasillo ya que le tenía cierta curiosidad y además siempre alegaba con que esa era una casa abandonada, que no habría problema alguno si el irrumpía dentro de ella para a alojarse en las frías y solitarias noches, para resguardarse de aquellas lluvias en verano y poder vivir más cómodo, yo siempre le discutía que esa casa estaba ocupada ya que vivía frente la misma, le dije; -esa casa tiene dueños, es Solo que la gente que se aloja allí no sale mucho y cuando salen no se les logra ver con frecuencia- el solo me dijo; – hay estos niños…- y se marchó.

Al día siguiente me contó que entro a aquella casa por el pasillo y que si efectivamente había gente en ella, dice que se avergonzó al ser descubierto, pero, en aquel lugar no le trataron mal al contrario hizo amistad con los dueños una pareja joven en aquel entonces, que le dieron algo de ropa, le sirvieron comida y lo invitaron a comer cada vez que él quisiera, el al ser un hombre adulto gozaba de la compañía de gente más grande así que asistía cada vez que fuese posible, el me llego a contar que cada rato que pasaba ahí se sentía más parte de aquel hogar ya que de vez en cuando le permitían dormir en el cuarto de huéspedes y tomar un baño, él siempre estaba sucio y harapiento, hasta que llego a esa casa, se había embarnecido, era más pulcro y cada vez me hablaba menos no por maldad, siempre me tuvo cariño, solo me dejo por nuevas amistades. Me sentí feliz por él.

¿Recuerdan que les dije rulo había engordado y era más limpio, no es así? Pues resulta que aquella pareja joven no resulto ser muy normal ya que lo engordaron para poder comerlo, si, eran caníbales, unos psicópatas que por satisfacer su mórbido fetiche no les importo acabar con la vida de un gran hombre, yo llegue a tener ciertas sospechas ya tenía 12 años y era más intuitivo, le pregunte a la pareja que sí que le había pasado a rulo, ellos me contestaron con una fría y falsa mentira de que él había sido asesinado por algún pandillero, se lo conté a mis padres y amigos, todos nuestros padres le discutieron a las autoridades que se hiciese una investigación para así enterrar sus restos y darle una buena sepultura, ahí fue cuando vi que él fue querido por aquella comunidad.

La policía interrogo a la pareja joven y ellos a base de mentiras y lograron evadir cargos de asesinato, pero, al no encontrar un cuerpo la policía sin previo aviso fue y cateo la casa de esa pareja, fue ahí cuando todo se supo, en la nevera no solo estaban los restos de rulo, sino que además tenían a niños desaparecidos dentro de su azotea, en la investigación se dio con los culpables y los culpables declararon todo afirmando su culpabilidad, encontré el video donde el esposo narraba como fue que lo mato; él dijo – la verdad me sentía asqueado al principio, usted sabe comerse a un vagabundo, quien sabe dónde pudo haber estado, y que parásitos ha de traer consigo, pero aquella dulzura que ve esposada afuera esperando su turno de declarar, me dijo que ¿porque no comer comida de fuera de vez en cuando? ¡¡HA!! Usted sabe ¿no? Bueno al rato de tanto fingir amistad con aquel hombre lo vimos listo para deleitar nuestros estómagos, queríamos drogarlo para causarle menor daños pero, pero usted sabe uno no lo puede tener todo de por si es muy grande un cargo de asesinato imagínate uno de posesión de drogas, así que si lo mate lenta y tortuosamente, a mí me encantan los dedos con queso así que empecé por ahí, lo colocamos sobre una silla mientras dormía y lo habíamos amordazado usted sabe no hay que molestar a los vecinos con el ruido, no nos vaya a mandar a la policía con tanta diversión, después de los suculentos dedos mi esposa quiso un poco de filete para la cena el aún vivía, cuando ella lo mato vimos su rostro fue nuestro momento favorito ¿sabe? Lo vimos llorar con amargura y decepción, pudimos ver la frustración y la impotencia de escapar en forma física casi es indescriptible, después del silencio y por el emotivo momento sentimos excitación y empezamos a hacerlo mientras nos bañábamos en su sangre y jugábamos con sus viseras fue el mejor sexo, se lo recomiendo. Aquí fue cuando detuve el vídeo y me decide a quemarlo me sentí asqueado de saber que exista gente así, hace unos años volví a aquella ciudad y al visitar a mi padres vi que aquella gran casa volvía a tener sus luces encendidas quien sabe en cuantos años estuvo abandonada pero, lo que me aterro y hasta el día de hoy no me deja dormir fue que la puerta de aquel oscuro y frió pasillo sigue abierta invitándonos a pasar y dejándonos la intriga de que podrá pasarnos, a un no estoy seguro, pero, quisiera entrar.

LA CURIOSIDAD MATO AL GATO, PERO, EL GATO MURIÓ SABIENDO.

IDEA PROPIA.

marting.

como pocos, no me considero alguien gore, aunque alguna vez lo fui, hoy solo queda un pequeña sombra de lo que fue. solo busco darle una forma y un sentido a las imágenes que aparecen en mi mente.